Tras el peor suceso posible, Niall se ve en la encrucijada de tratar de recuperar el amor de Harry
Pero para volver a empezar es necesario a veces olvidar todo, como volver a conocerse otra vez...
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Alguien le pasó un vaso. Vodka con naranja. Bebió un trago largo y suspiró. Se había mantenido alejado del alcohol desde la ruptura porque le daba miedo no poder parar antes de hacer alguna tontería pero esa noche quería divertirse y también perder absolutamente el control.
Se iba a comportar sin vergüenza, con locura y sobre todo quería perder cualquier inhibición.
No le daba igual que Niall estuviese ahí, pero tenía que darle.
Otro trago largo.
Iba a reir, bailar, beber y divertirse hasta que le diese igual.
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Ese cabrón...
-¡Vamos! –dijo uno de los amigos que había conocido el año anterior y con los que mejor había conectado, Nick Grimshaw, pasándole la mano por el hombro –dijiste que ibas a divertirte.
-Dame otra de éstas –se rio Harry devolviéndole la copa vacía.
-Antes siéntate ahí –dijo señalándole una silla en el medio de la sala – tengo una sorpresa.
Harry se sentó y todos sus conocidos invitados se reían animándole.
Sus ojos buscaron involuntariamente a Niall. Pero le distrajo el barullo y los gritos.
No podía ser cierto, no podían haber contratado una stripper.
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Niall tenía los brazos cruzados y pensaba en lo idiota que era lo que habían hecho los amigos de Harry.
Cualquiera que le conociese sabía que las tetas no le iban a provocar nada.
Harry seguía riéndose, ruborizado. De repente las luces se encendieron.
-Esto no funciona, pero creo que sé lo que te gustará –dijo entonces Nick. – que pase el invitado especial.
