DOS

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Lee Seungri dejo su auto más próximo a "la Puerta", por la que tendría que acceder a la ciudad. Según el plano, el apartamento que su primo Daesung, el hijo mayor de su tía Jini, le había conseguido, estaba a poca distancia de esa entrada..

—No te preocupes, "primis", tengo un viejo colega de facultad allí. Está metido en todo esto de la empresas y seguro que conoce algun buen departamento para que pueda alquilar mi primo favorito. Déjalo en mis manos por favor!

No se había fiado de las buenas intenciones de Daesung, bicho raro de los negocios con ademanes de "dandi" y una sonrisa demasiada "entrañable" que derretía a cualquier mujer entre los tres meses y los cien años, pero entre su despacho, desde el que contribuía a dirigir los hoteles de la familia, y su activa vida social... así que siempre sus buenos propósitos solían quedarse en nada. Sin embargo, esta vez, se había comportado como nunca antes y le había conseguido un elegante apartamento en la mejor zona de la ciudad de Seul.

Dos días antes, cuando el nerviosismo por la marcha y el empaquetado de sus cosas ya habían logrado alterar su carácter siempre alegre,  y su primo le había llevado  las llaves de su nuevo apartamento.

—Te va a gustar. Está casi sin estrenar. Los muebles son nuevos. Por lo visto acababa de amueblarlo cuando decidió trasladarse. Me ha dicho que te dejará en la cocina: agua mineral, leche, café... en fin, esas cosas. Eso sí. Me ha recordado de nuevo lo de la ropa de cama... tu tienes verdad Ri??

Ahora Seungri, en el aireado aparcamiento, la tensión acumulada a lo largo de los días previos a la partida y del propio viaje le cayó encima. Notaba las piernas temblorosas y un cansancio que le tentaba a reclinar la cabeza, cerrar los ojos y perderse en el mundo de los sueños.... Hacía tan solo unas horas que había abandonado su hogar. hechaba de menos a su fastidiosa familia. Ni en la más terrible de sus pesadillas lo hubiera imaginado...NUNCA 

Por primera vez tomó conciencia real GRAN del paso que había dado. Su necesidad de alejarse de todos ellos e iniciar una vida propia, ya no le parecía importante. No estaba ya tan seguro de haber escogido la opción correcta. Estaba solo, lejos de ese mundo tan protegido que en algún momento le había resultado sofocante. No habría reuniones con hermanas (que eran 3) y primas. Ni risas compartidas. Ni tampoco confidencias dichas en suaves murmullos mientras saboreaban una buena taza de su te preferido..

Apenas unas horas...

La soledad le pesaba como si tuviera un elefante sobre su corazón.

Suspiró. No podía quedarse allí todo el día, encerrado cual molusco en la caracola protectora de su automóvil... Era necesario moverse. Ya muevete!!

Rodeó el coche y abrió el maletero. Sacó la enorme maleta con gran esfuerzo y comprobó descorazonado que una de las ruedas apenas se mantenía estable. Esperaba que resistiera el trayecto hasta el apartamento. No podría llevar aquella gigante maleta en brazos ni aunque quisiera. Se colgó la mochila negra, sujetó su celular  y el plano con una sola mano y salió del aparcamiento.

Suponía que no le costaría dar con el edificio en el que se ubicaba su apartamento. Estaba deseando comprobar las condiciones en las que estaba el lugar en el que tendría que pasar los próximos... los próximos... No sabía... serian años...?

Desde el regreso de Jiyong, la tranquilidad había vuelto a Bae. Él era un hombre sereno. Sentía pasión por el Derecho, sobre todo por el Económico, al que había dedicado su vida.

La llegada de su "Hombre de accion" le quitaba un peso de encima. Jiyong desplegaba una energía positiva mayor que la de un "protón", tan capaz de tomar un avión y de irse al otro extremo del mundo como de regresar con la misma rapidez de controlar los valores en Bolsa como de tratar con todo tipo de corporaciones y de individuos, o de estudiar un proyecto hasta "quemarse las pestañas". Siempre con un único pensamiento en la mente. El engrandecimiento de la empresa. Por ella estaba dispuesto a todo. A veces Bae pensaba en los clásicos.Jiyong, podría vender su alma al diablo si con ello conseguía asegurar el futuro de su empresa para la eternidad.

Y ahora, al verlo duchado, vestido con su sobriedad habitual, con suficiente cafeína en el cuerpo, de camino a la calle, apreciaba que su socio había comenzado a hacer sonar los tambores de guerra. Parecía estar ya repuesto de su viaje.

—Lo de Croacia ya está en marcha —dijo al tiempo que se ponía la campera y tomaba su Iphone  —. ¿Has leído el mail  que te mandé?

—Claro —respondió Bae distraído, el ascensor se detuvo y se abrieron las puertas automáticas. Los dos entraron a un tiempo.

—¿Sabes,Bae?

—Sí...

—MIerda que estás distraído.

—En absoluto. ¿Quieres que te repita lo que me has dicho?

—Serías capaz. Eres el único hombre en el mundo capaz de atender a varias conversaciones a la vez. Pero eso no quiere decir que hoy no estuvieras en las nubes.

—¡ya! Qué pasa.

—Es esa empresa que nombraste...

—¿Comunicaciones SWS?

—¿No te suena de nada?

—Pues no. De nada.

Jiyong guardó silencio. Su mente repasaba la conversación mantenida un rato antes en la ofi. Aunque esperaba no demostrarlo, estaba preocupado. La sola idea de que hubiera alguien dispuesto a ponerles "la trava" le ponía loco. Lo peor era no saber quién era ni la razón que le impulsaba.

—JI, deja de darle vueltas al asunto, hoy ya no podemos solucionar nada.... Mañana nos pondremos en eso. Voto por una cerveza bien fría en The Pub, ¿que dices?

—Acabo de tomarme un café Bae...

—Vamos, Ji.. levanta el ánimo!!! Una cerveza es una cerveza!!! y más si la sirve allí. Es la mejor Cervecería de todo Seúl. Bae salió del ascensor antes que su amigo.. Jiyong le adelantó y se dirigió con su apresuramiento habitual hacia el portal. Nunca llegó a abrir la puerta.

El golpe le dio de pleno. El dolor fue tan intenso que por un momento pensó que iba a quedarse sin sentido. Intentó mantenerse erguido durante lo que a él le pareció un minuto largo. No pudo conseguirlo. Trastabilló y perdió el equilibrio. Los brazos fuertes de Bae lo sujetaron....

Somos Fuego  ° Nyongtory °Donde viven las historias. Descúbrelo ahora