Hablemos

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  Desde aquel beso, Luke no había sabido nada de Toria. Se levantó la mañana siguiente y ya no estaba, ella no lo había ido a ver en tres días. Él no se había animado a buscarla, siempre encontraba una escusa cuando sus tíos le pedían que vaya a ayudarla a ella o a su padre. Esos días con el brazo mejorando despertó un especial interés por las plantaciones y los tractores. No quería que nadie sospechara que ocurrió algo entre él y Tori, pero sus tíos se daban cuenta de que algo andaba mal. Y Sam que le encantaba el romanticismo no podía no saber que estaba pasando, pero temía que Luke se fuera o reaccionara mal.

  Esos tres días sin verse, Luke estuvo pensando mucho en lo que había pasado y lo que sentía. Tenía muy claro que Toria le gustaba y mucho, pero tenía miedo de arruinar la relación.

  Toria por su parte también estuvo viendo que hacer y decidió seguir el consejo de Tessa y hablar directamente con Luke, pero esto requería mucho valor dado que si él la rechazaba, lo tendría que seguir viendo y sería muy incómodo.

  Tessa que al igual que su madre le encantaba lo romántico, decidió meter sus manos en el asunto buscando una forma de que Toria y Luke pudiesen hablar.

  Luke ese día se despertó con pocas ganas de hacer algo, pero no podía demostrarlo porque quería ir nuevamente a las plantaciones y para eso se quería mucha energía y estar despierto y atento con los tractores y maquinaria.

  Espero que Toria dejará el diario a Sam para bajar, así evitaría cruzarsela y momentos incómodos.

  Cuando escuchó que se había ido, fue hacia la cocina a desayunar. Allí estaban Sam, Thomas y Teresa.

- En la sartén están las tostadas y en la cafetera el café, servite-. Le ordenó cariñosamente Sam.

- Buenos días familia-. Peter entró en la cocina. - Tessa ¿puedes ayudar a Toria hoy? Hay que sacar comida de la quinta para la cena de mañana.

- Sabes padre que me duele mucho la espalda, ayer no levanté a pierna y me molesta. Ya se que ya estoy bien pero tengo miedo que estando mal sentada me haga mal-. Tessa no sabía que inventar pero vio la oportunidad y lo hizo, así Toria y Luke estarían solos y podrían hablar.

  Peter no se lo creyó pero miró a Sam y está asintió con la cabeza aprobando que Teresa no hiciera su tarea hoy.

- Luke entonces tú ayudarás a Toria-. Peter ordenó a su sobrino.

  Luke miró a Teresa que no podía aguantar la felicidad de haber logrado su cometido, y la quiso matar con la mirada. Pero a la vez estaba feliz de tener una escusa para verla.

  Al rato, luego de desayunar Luke se dirigió hacia la quinta a buscar comida para la fiesta de mañana y arreglarla. Allí lo esperaba Toria, aunque ella no lo sabía.

- Luke, ¿qué haces acá? Pensé que venía Tessa.

- Le dolía la pierna-. Dijo sarcásticamente.

  Tessa río, sabiendo que tramaba su amiga.

- Bueno, ¿qué necesitamos para mañana?-. Preguntó Luke.

- Sam iba a hacer ensalada, Frank, Peter y Cameron parrillada. Tessa y yo cocinaremos tarta de frutillas.

- A buenisimo, y Peter mencionó algo sobre las malezas.

- Claro, hay que sacar las hojas feas para que no arruinen el resto.

  Comenzaron a juntar lo que necesitaban y cortar lo que estaba feo. Toria quería hablar con Luke y, él también quería pero no se animaban a empezar.

- Tenemos que hablar-. Dijieron al mismo tiempo y luego rieron. 

- Empeza vos-. Sugirió Toria.

- No, arranca vos-. Luke mencionó.

- Bueno, igual ya sabes de qué quiero hablar, ¿no?.

- Creo que si-. Luke ya estaba nervioso y un poco arrepentido de haber sacado el tema.

  Se creó un momento incómodo y silencioso. Toria tenía que hablar primero pero no sabía cómo se lo iba tomar. Se dijo a si misma que era valiente y que podía enfrentar lo que sentía, pero los segundos pensamientos aparecían de nuevo.

Estancia CarolinaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora