Nada

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- El beso.- Finalmente dijo Toria.

- El beso-. Repitió Luke.

- Quiero que lo que hablemos ahora, no salga de aquí-. Toria prosiguió.

- Sabes que Tessa hasta que le cuentes no va a parar de hostigarte.

- Bueno punto. Con ella podemos hablar de esto-. Toria rió. - Me gustas, pero nose si alguna vez puede ocurrir algo entre nosotros. Todos hablan de vos y yo puedo evitar escuchar, nose que pensar, ¿tengo que oírles?

  Luke se quedó en silencio, no sabía que decir. Toria lo miró pero él le  esquivó la mirada y miró para el otro lado. Toria no podía creer que ella le había dicho lo que sentía y Luke no haya dicho nada.

- Se que al terminar el verano te vas a ir pero quisiera saber tu como te sientes, hay algo entre nosotros o es solo mi imaginación-. Toria estaba algo nerviosa pero no le temblaba la voz.

  Nada. Ninguna palabra salió de la boca de Luke, quería decirle que a él también le gustaba ella, y más. Pero cuando quiso hablar no pudo pronunciar palabra. La cara de Toria cambio desde una sonrisa a ojos llorosos. Luke la miró, se sentía roto por verla así pero no sabía que hacer. No podía decir nada.

  Toria pasó de ojos llorosos a una lágrima que rápidamente se secó. Estaba algo triste pero tenía bronca que él no le dijera nada después de que le había abierto su corazón.

  Se paró, miró fijamente a Luke que estaba sentado en el piso. No pudo aguantar más las lágrimas.

- Todos tenían razón sobre vos, yo que te defendí. Sos un idiota.

  Miró de nuevo a Luke y como vio que este no dijo palabra, se fue casi corriendo.

  Luke se quedó en silencio mientras veía como se alejaba, estaba enojado con sigo mismo por dejarla ir así, pero ¿y si tenía razón? ¿si lo que decían de él era cierto? ¿si la lastimaba?

  Agarró una bolsa y puso todas las malezas adentro, la ató con un nudo. Puso las últimas verduras y frutas es la canasta y comenzó a caminar en dirección a la casa de sus tíos.

  ¿Qué estaba haciendo?

- Veo que la conversación no fue muy bien-. Tessa estaba en la puerta delantera de su casa.

- Basta Tessa. Esto es todo tu culpa, nose porque te metes.

- Mi culpa, si, seguí pensando eso y así te va a ir en la vida.

  Luke la miró, pero no quería seguir peleando. Entró por la puerta y Tessa lo dejó pasar. Se dirigió a la cocina
 
  Sam se encontraba allí. Ella era la clase de madre que siempre saben todo, cálida, daba buenos consejos. Pero no le gustaba entrometerse demasiado. Observó la cara de Luke y supo exactamente qué le estaba ocurriendo.

- Yo se que no soy tu madre, y tampoco quiero que sientas que te invado pero quiero que sepas que cualquier cosa que quieras hablar yo estoy. - Sam dijo.

- Gracias, pero por ahora no hay mucho de que hablar.

  Luke apoyó la canasta sobre la mesada.

- ¿Necesitas algo más?-. Preguntó a Sam.

- ¿Le quieres dar de comer a Thomas?

  Honestamente no quería, pero Thomas se encontraba en su silla con su babero puesto y daba mucha ternura. Luke le dio puré pero éste terminó sobre la remera y cara de los dos. Luego que terminó se fue a bañar y después se fue a su cuarto a dormir, no tenía hambre ni ánimo para nada.

Estancia CarolinaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora