Estancia Carolina

Perdón

  Cameron estuvo toda la noche pensando en lo que le había dicho su hermano, y decidió que tenía razón. Quería mucho a Toria pero no podía dignarse a perderla, tendría que aguantarse a Luke y hacer como si nada pasará.

  A la mañana siguiente decidió buscarla, ella estaba en el patio de su casa con su perra, Juliet. Él la había visto desde su casa, ya que, tanto el patio de los Rodriguez como el jardín de su cabaña se enfrentaban.

- Hola Toria-. Dijo Cameron.

- Hola Cam-. Respondió Toria sin mirarlo.

- ¿Cómo estás?

- Cameron no quiero que me molestes con lo que pasó anoche.

- Es que no quiero molestarte, quiero pedirte perdón.

- ¿Perdón?

-Yo te quiero Tori, sos mi mejor amiga y la idea de perderte nublo mi juicio, aunque me cueste aceptarlo no vas a estar conmigo otra vez. Actúe mal, debí entender que no ibas a dejar de ser mi amiga por estar con otro. Yo quiero que seas feliz.

- Gracias Cameron, me pone muy feliz que volvamos a ser amigos, sos muy importante para mí. No te preocupes por Luke, no va a pasar.

- A veces los hombres tenemos miedo de lastimar a personas que sabemos que son excelentes, como vos. Eso nos aterra, chicas como vos no se encuentran en todos lados.

- Es que no lo entiendo, un segundo está todo bien y después no me habla.

- Es complicado expresar lo que uno siente, más cuando ese alguien que nos hace sentir especial es perfecta como vos.

- Cameron...

- No lo digo de esa forma.

- Bueno, gracias por todos tus consejos-. Dijo Toria mientras se paraba y le daba un abrazo.

- Para lo que necesites, siempre.

- ¿Quieres hacer algo hoy?-. Cameron preguntó.

- Podemos ir al pueblo a tomar unas gaseosas.

- Si, me encanta la idea, dejame ir por mi camioneta y vamos.

- Te espero.

  Cameron no estaba seguro de lo que acababa de hacer, renunciar así a Toria. Pero estaba seguro de una cosa: no quería perderla de su vida, y tenerla como amiga era algo muy importante para él.