Luke volvía a su casa Feliz porque había hecho algo bueno después de tanto daño, y decidido a arreglar todo con Toria. Era un bello día, comenzaba a atardecer y unos colores rosas, violetas y amarillos se observaban en el horizonte, mientras daba cada paso repasaba su plan y las palabras que diría.
- Toria, yo... Se que fui un idiota, no no. La verdad.... Se que te he decepcionado pero.
Tenía muchas frases y cosas que quería decir pero no lograba colocarlas en orden y abrir su corazón. Ya se encontraba cerca de su casa, recordó que no tenía su licencia por ende necesitaba que le presten el auto o podría tomar el bus pero debía esperar a la otra mañana y no quería. Debería convencer a su mama o papa que violara la ley por un rato, pues deseaba hablar ahora, no iba a esperar, un día mas que Toria pensara que no la quería, que no pudiera explicarle todo como realmente había sido. Llegó hasta la puerta de su casa, veía desde la ventana que sus padres estaban mirando la televisión.
Abrió la puerta, se dirigió hasta el living y se sentó frente a sus padres.
- La señora Phillips ha llamado, esta muy contenta por ti-. Inicio su padre.
- Gracias era lo correcto.
- Si, hijo estamos felices por vos-. Respondió Mery.
- Bueno ya que estan felices necesito un favor, necesito ver a Toria. Pedirle disculpas y hablar con mis tíos. ¿O me dan el auto o me llevan?
- Hijo, sabes que queremos llevarte por que ambos trabajamos mañana y hemos faltado esta semana.
- Prestenme el auto entonces, se que no tengo licencia pero se manejar y no va a pasar nada.
- Disculpa pero es muy peligroso, ¿lo entiendes verdad?
Quería tirar todo y gritarles pero respiro y pudo evitarlo. Se puso de pie y se fue a su habitación cerrando la puerta detrás de él. Deberia esperar hasta el día siguiente.
Comenzó a ordenar sus cosas que le habían traído sus padres desde la Estancia. No era mucho pero ya tenía un lío importante, antes no pasaba nada de tiempo en su casa por lo que venía se cambiaba y dejaba todo tirado. O simplemente cuando estaba acumulaba todo en una silla o abajo de la cama. No tenía mucha suciedad porque le gustaba la limpieza pero como no se podían barrer por el desastre no estaba impecable.
Después de una hora de arduo trabajo se recostó sobre su cama, aún tenía el bolso y vio que tenía algo, que se había olvidado de guardar algo. Cuando lo agarró era un sobre, el de admisión a la universidad. Era bastante grande, lo iba a abrir cuando tocaron la puerta. Era su madre. Se apresuró y metio en el bolsillo de la campera que traía puesta, justo después su madre asomó la cabeza hacia la habitación.
- Hijo, ¿vas a comer?
- Nose no tengo mucha hambre y estoy medio cansado.
- Dale, pedí pizza.
- Me estas tentando.
- Tu favorita.
- Está bien.
- Hijo, lamento que no pueda llevarte.
- Está bien, de todas formas iba a llegar en el medio de la madrugada. Hubiese tenido que esperar de todas formas.
Unos pasos rápidos se escucharon que subían a toda prisa por las escaleras. John abrió la puerta de la pieza de Luke, estaba pálido y se lo veía muy preocupado y agitado.
- Luke, es Tessa. Algo pasó.
Le entregó el teléfono que tenía en la mano. Del otro lado de la línea se oía alguien que lloraba.
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Estancia Carolina
RomanceVerano en el campo de los tíos, un plan perfecto, menos para Luke, quien es obligado a pasar sus días de descanso en "Estancia Carolina". Su vida hace un giro cuando conoce a Toria, la hija del capataz, que lo ayudara a cambiar su forma de ver el mu...