Estancia Carolina

Comienza la rutina

- ¡Arriba!

  Una voz provenía del piso de abajo, era Peter que indicaba que era hora de levantarse.

  Luke se despertó exaltado cayéndose de la cama. Cuando se recuperó miro el reloj, eran las seis de la mañana.        Volvió a acostarse y se tapó hasta la cabeza.

  De repente se abrió la puerta, Peter entró con una jarra con agua y se la tiró a Luke en la cabeza.

- En diez minutos te quiero abajo-.  Peter decía mientras se alejaba por la puerta.

  Tessa se asomó por la puerta.

- Arriba dormilón, hoy sólo conocerás el lugar-. dijo Teresa.

  Luke lamentó cada segundo haberse quedado allí, pero viendo que no tenía más remedio se levantó.

  Fue al baño, se lavó los dientes, se cambió y bajó a desayunar.

 
  En la cocina se encontraban Teresa que estaba haciendo tostadas, Peter que tomaba café y Sam que le estaba dando de comer al pequeño Thomas.

- ¿Cómo te encuentras Luke, dormiste bien? - preguntó Sam a Luke.

- Bien, hasta que me robaron el sueño.

- Al que madruga Dios lo ayuda-.  mencionó Peter-. Hoy irás conmigo a conocer el establo y a los empleados, te ensañaran como tratar a los caballos y otras cosas.

- A mi se me habían ocurrido otras cosas, como dormir o escuchar música- Luke respondió.

- Acá todos trabajamos, tú también lo harás-. continuo Peter.

- Okey...

  La puerta se abrió, Toria entró por la puerta del patio con el diario en la mano. Saludo a todos y le entregó el diario a Peter.

- Tessa te acompañará hoy al mercado, necesitamos comida para los caballos, semillas, herramientas, y comida para casa. Preguntale a tu padre si necesita algo para ustedes. Ven en quince minutos que Teresa estará lista con el dinero y la lista.

- Perfecto - dijo Toria.

  Se dirigió por la puerta por la que había entrado y Luke la siguió con la mirada.

  Peter y Luke se dirigieron hacia el establo principal donde están los caballos. Allí se encontraban los empleados.

- Buenos días señor Peter - lo saludaron los empleados.

- Buenos días muchachos, saben dónde está Martín.

- Si jefe, esta en el granero-. contestó uno de ellos.

- Él es mi sobrino Luke, enseñenle lo básico sobre cómo tratar a los caballos que yo tengo que hablar con Martín.

- Si señor.

  Peter se dirigió hacia el granero que se ubicaba a unos dos kilómetros del establo por lo que se fue en caballo.

- Hola Luke, yo son Frank y él es mi hermano Cameron y nos encargamos de los caballos, los bañamos, les damos de comer, los cepillamos, etcétera.

- ¿Y los entrenan ustedes?- preguntó Luke.

- No, eso lo hace Martín con Toria. Pero nosotros ayudamos.

- Ah, y qué quieren que haga. Miren que no se hacer nada.

- Por hoy solo miranos y te iremos explicando.