Se encontraban sentados en la orilla de la laguna, besándose, nada más. Eso no hubiera sido extraño excepto por todo el contexto. Ambos estaban desnudos, rodeados de luces que se movían lentamente alrededor de ellos, como si "bailaran". Harry y yo nos escondimos lo mejor que pudimos tras un matorral cercano. No era el mejor escondite, pero esperábamos que estuvieran bastante, ejem, entretenidos como para notarnos.
Luna tomaba la cara de Rolf entre sus manos y depositaba pequeños besos en sus labios. Había una inocencia inusual en el tacto que le prodigaba a su pareja. Y él correspondía sus atenciones de una forma tan, dulce, no había otra palabra para describirlo. Su mirada era de arrobamiento puro, como si para él no hubiera una criatura más perfecta en el universo. Estaba por darme un coma diabético y Harry estaba poniéndose pálido de ver tanta miel derramándose.
—¡Ugh! Son demasiado... almibarados—Susurro Harry de repente.
—Lo sé, pero se ven tan tieeeeernos—Dije con sarcasmo, a lo que Harry respondió dándome un codazo.
—Sev, no me hagas vomitar. Ellos están demasiado azucarados. Pensé que Luna al menos sería algo más creativa en... —.
Y algo al frente lo hizo callarse. Volteé hacia donde miraba y lo vi, las luces habían dejado de bailar y empezaron a alargarse hasta que parecían hilos de luz. La pareja, al menos en apariencia, ajena a esto, seguía con sus escarceos amorosos. Al menos las caricias ya estaban subiendo de tono.
Rolf empezó a tocar los senos de Luna, con una lentitud que se antojaba exasperante, aunque a ella no parecía molestarle, estaban tomándose su tiempo. Ella correspondía a esa caricia besando lentamente el cuello de su amante, haciendo que este soltara un pequeño gemido. Luna tomó esto como señal para bajar sus manos hacia la parte sur de él.
El agua empezó a cubrirlos un poco, tapando justamente sus partes íntimas, así que solo podíamos imaginar, y quizás muy acertadamente, lo que estaba ocurriendo. A medida que avanzaban en sus caricias, también esos extraños hilos de luz se empezaban a mover y lentamente, empezaron a tomar color, colores diferentes, cada uno de ellos.
En un momento dado, luego de que sus pequeños gemidos, empezaron a ser más que un susurro y se convirtieron en una sinfonía que indicaba que estaban necesitados de más, ella se subió encima de él y supimos lo que pasaba, deslizó el miembro de él, despacio, dentro de ella. Por su cara, estaba disfrutando cada milímetro de piel que se enterraba en su interior, y Rolf no estaba mejor que ella. En cuanto estuvo dentro por completo, ella empezó a moverse arriba y abajo con una muy medida lentitud, y él le prodigaba caricias dulces y pausadas, pero eran perfectamente medidas para intensificar el contacto de ambos.
Los movimientos de ambos empezaron a subir de velocidad, extrañamente, el agua en la que estaban sumergidos parcialmente no se movía, ni siquiera formaba ondas, nada. En cambio, las extrañas luces, ahora hilos de luz, se movían alrededor de ellos y con cada embestida se iban pegando más y más hilos a la pareja. Era hermoso de ver. Parecía como si esos hilos los estuvieran enlazando. Luna seguía moviéndose encima de Rolf, tratando de profundizar su miembro dentro de ella, y el empezaba a empujar su cuerpo lo más arriba que podía para hacer ayudar a Luna a lograr ese objetivo.
Después de que sus gemidos cada vez más fuertes, empezaron a convertirse en roncos gritos de pasión, los hilos luminosos terminaron de aferrarse a sus cuerpos y se tensaron. Justo en ese momento, pude ver en sus caras que ambos habían llegado al clímax. Los hilos empezaron a ajustarse a la muñeca de la mano izquierda de cada uno, excepto el hilo de color rojo, ese hilo estaba en el dedo meñique de dicha mano. ¿Hilo rojo? Me sonaba familiar el concepto. Los hilos empezaron a desaparecer y la pareja estaba besándose nuevamente con esa dulzura, un tanto desagradable para nosotros.
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Elementales, La Última Barrera
Fanfiction[Cont. Otra Oportunidad] No todas las amenazas son de un señor oscuro. Después de dos años de matrimonio, Harry y Severus reciben la visita del ministro de magia Shacklebolt para hacerles una petición especial. Ambos deben ir a investigar una rareza...