15.- Los elementales y un oasis

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Al día siguiente, Harry nos explicó su plan. Primero nos hizo desayunar en silencio y después nos hizo correr, según él, necesitábamos el estado de ánimo correcto. Sin hambre, algo cansados, pero no mentalmente. Ya que estábamos algo sudados, nos hizo sentarnos alrededor de 4 bandejas que estaban en la arena, cada uno con uno de los elementos, una bandeja con tierra, otra vacía (que en realidad estaba "llena" de aire), una con agua y la última con carbones encendidos. Nos sentó a cada uno enfrente de su elemento y empezó a recitar una especie de guía para relajarnos.

—Primero, cierren los ojos... sigan el sonido de mi voz y no hablen. Concéntrense en su respiración. Véanse a ustedes mismos en su mente y piensen que su sombra, se convierte en su elemento... solo existe ese elemento y ustedes. Pídanle que les hable, que se manifieste ante ustedes. Ordénenselos con su pensamiento. Sigan respirando y concéntrense en ese pensamiento... cuando deje de hablar, solo concéntrense en ese pensamiento y nada más—.

Harry guardó silencio y al menos, por mi parte, de verdad intenté concentrarme en sus palabras, imagine como una sombra se desprendía de mi cuerpo y se tornaba en llamas. Primero pensé que era una idea algo infantil imaginarse una forma de sombra, pero en mi mente me dije "¿Por qué no?" y me dirigí a esa "sombra" en mi pensamiento; "¡Preséntate! Necesitamos tu ayuda". Después de repetir esto varias veces, me di cuenta de que en un momento esa sombra reaccionó, no lo estaba imaginando ya, la sombra respondía a mis palabras por fin y continúe con ese monólogo interior, "Los demás elementales no han mostrado sus respetos a los otros señores, les pedimos que se presenten, queremos información". Después de varios minutos, la sombra hizo una reverencia y susurro "Sí mi señor". Y abrí los ojos.

El resto de mis compañeros seguía con los ojos cerrados y no vieron cuando el primer elemental hizo su aparición encima de mi bandeja, esa criatura que ya habíamos visto en Islandia me miraba fijamente e hizo una pequeña reverencia ante mí.

—Mi señor, me alegra ver que están tomando posesión de sus poderes rápidamente, y puedo ver la marca de su dominio en su brazo—.

¡Así que tenía razón con lo del tatuaje! Entonces la serpiente que se había marcado en Harry era la marca de su poder.

—Dime Pavesa, ¿tus compañeros se presentarán también? —.

—Están en camino señor—.

—¿Y las marcas de los otros señores? —.

—Ya deben estar en ellos, seguramente mis compañeros pronto pedirán ver la marca—.

No había querido preguntarles si habían notado esos cambios en ellos, sabía sobre la de Harry, pero ignoraba si Luna o Rolf o ambos ya tenían la marca de su elemento. Después de lo que parecieron horas, y que en realidad solo fue como media hora, los demás elementales hicieron su aparición de la misma forma que pavesa.

El elemental de agua era un ser azul, azul turquesa, como una especie de hombre, pero cuya piel se veía como el flujo de un río, su cabello también era azul y fluido. El elemental de aire parecía una especie de nube, una figura antropomórfica hecha de corrientes de aire que formaban su cuerpo como si cada miembro de si fuera una pequeña tempestad, su piel parecía estar hecha de un tejido vaporoso, parecía una especie de hada, ya que en su espalda se dibujaban alas parecidas a las de las libélulas, traslúcidas e iridiscentes, pero más parecidas a un tatuaje que a un ala real. Por último, el elemental de tierra, me recordó al mito del golem, un ser hecho de barro que asemejaba a un hombre, la tierra que lo formaba le daba a su "piel" un aspecto rojizo, parecido a la arcilla.

Mis compañeros por fin abrieron los ojos y se encontraron con los guardianes de los elementos frente a frente. Y empezaron a mirarlos con curiosidad y detenimiento. Entonces empezaron a presentarse haciendo una reverencia.

Elementales, La Última BarreraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora