19.- El palacio de Jade y la ciudad imperial

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Partiríamos el día de hoy y ya teníamos todo listo para llegar a la escuela Mahoutokoro, nuestra "coartada" para nuestra presencia en Japón era revisar la escuela y su plan de estudios como una "orden" del ministro de magia, así cuando revisáramos los lugares mágicos del país, parecería parte de nuestras órdenes. Solo no contamos con el perro y las lechuzas.

Estábamos tan ocupados con los equipajes y el traslador que no nos dimos cuenta cuando Lumos y Nox se nos pegaron a los hombros y Hocicos agarró el pantalón de Harry, así que aterrizamos en la entrada del palacio de jade, con nuestros baúles en una mano, el estómago un poco revuelto y 3 animales de compañía que se negaron en redondo a separarse de Harry y de mí.

El director salió a recibirnos, y observo la escena un poco divertido, pero se compuso rápidamente dándonos una mirada de desaprobación ante el comportamiento poco "correcto" que estábamos ofreciendo.

—Bienvenidos a Mahoutokoro, el palacio de jade de Minami Iwo Jima. Mi nombre es Eiji Fudo. Su ministro nos avisó de su llegada, siganme, dejen sus baúles, estarán en sus habitaciones cuando lleguen a ellas. Y sus mascotas pueden estar en el jardín interior—.

Hocicos salió disparado hacia el palacio al oír la palabra "jardín" y las lechuzas fueron volando tras él. ¡Por Merlín! ¡Qué pésima primera impresión estábamos dando! Aunque fuera una excusa, no quería dar la impresión equivocada al director de una escuela mágica, siendo que yo era el director de una también.

Dejamos los baúles en la entrada tal como nos indicó el director y lo seguimos al interior del palacio. La escuela se encontraba en la cima de un volcán inactivo de la isla, rodeado de nubes que dan la ilusión de que esta flotando. El lugar tenía un aura fuerte, de magia pura, impregnada en cada piedra, árbol, hojas, en cada elemento del edificio. Rezumaba magia. Pronto llegamos a nuestras habitaciones.

>> La habitación derecha es para la señorita y el joven, y la habitación izquierda es para usted y su esposo director. Espero las encuentren de su agrado. La cena se sirve a las 8 y esperamos contar con su presencia—.

Hizo una pequeña reverencia y se fue.

—Severus... —Empezó Luna—Es algo serio este señor—.

—Los japoneses no suelen ser demostrativos, reírse enfrente de sus invitados lo consideran una falta de respeto. Lo más que permiten es una pequeña risita con los labios cerrados—.

—Que raros—.

Y se metió a su habitación si decir más seguida de Rolf. Harry y yo los imitamos y nos metimos a la nuestra. La habitación era un sueño de color verde. El palacio de jade hacía honor a su nombre. Toda la habitación era de color verde jade, con varios acentos en gris plata y negro, los muebles eran de nogal y caoba oscura tapizados con seda, incluso la cama se veía lujosa a pesar de su sencillez. Había una pequeña chimenea donde ardía un fuego muy acogedor. Después de reponernos de la sorpresa, Harry y yo tomamos un baño y nos arreglamos para la cena.

—Ponte la túnica negra Harry—.

—No me gusta tanto el negro, ¿Por qué no uso la verde? —.

—¿Quieres mimetizarte con el palacio? Si no quieres que te vean, puedes usar mejor tu capa invisible—.

—Jaja muy gracioso Sev—Dijo con sarcasmo—¿No entiendo por qué debemos usar negro? Entiendo que a te ti te guste ese color, pero porque insistes en que debemos usarlo—.

—Para mostrar respeto Harry, no sabemos cómo es su organización, en Hogwarts siempre se usa un uniforme gris y negro y con los colores de tu casa, pero aquí es más colorido el asunto, así que debemos vernos sobrios—.

Elementales, La Última BarreraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora