11.- Petite Maison

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En cuanto empacamos, le di las coordenadas a Kingsley para hacer el traslador hacia París, Harry entendía que era hora de que supieran un pequeño secreto que habíamos guardado desde que nos casamos.

Después de nuestra boda, Harry y yo compramos un departamento en París, en Motte-Picquet, cerca de Champ-de-Mars, tenía todas las protecciones mágicas, pero se encontraba en el mundo muggle. Era nuestra forma de "vivir normalmente" al menos por unos días al año, la ciudad tenía mucho significado para nosotros, y cada que podíamos, íbamos ahí a pasar parte de las vacaciones, nuestro aniversario, San Valentín, etc. Era nuestra "ciudad". En París, nadie nos conocía, fuera de algunos magos franceses, nadie ubicaba a Harry o a mí, dándonos cierta privacidad. Pero esto era una emergencia y teníamos que usar todos los recursos. Con una condición especial.

—Bien, el traslador nos dejará en un callejón cercano a donde nos hospedaremos, pero la ubicación está protegida con un encantamiento fidelio, así que todos ustedes, serán los únicos a los que revelaremos la ubicación. Está por demás decirles que no pueden revelar la ubicación bajo ningún motivo. Escribiré la dirección, así que memorícenla y piensen en ella en cuanto estemos en París—.

En cuanto escribí la dirección con la varita en el aire, esperé algunos minutos hasta que supuse que todos la habían memorizado y la borré. Lleve lo que teníamos de cervezas de mantequilla y dulces hasta la guarida de los Huldufólks y se las regale a nombre del resto de mis compañeros por su hospitalidad. Ellos nos dijeron que volviéramos cuando quisiéramos, que teníamos la amistad de su pueblo. Tomando en cuenta lo que nos esperaba, era bueno contar con aliados de todo tipo. Dejamos el área donde acampamos, tal como la encontramos y tomamos nuestros baúles mientras agarrábamos el traslador y en menos de un parpadeo ya estábamos en la ciudad luz.

Caminamos apenas un par de edificios cuando llegamos al nuestro, y nuestros amigos se quedaron impresionados por nuestro "Petite maison". Era un departamento al que le hicimos unas cuantas modificaciones mágicas, el tamaño no era el "ideal" cuando lo compramos, así que le hicimos un hechizo extensor. Tenía nuestra recamara y una biblioteca enorme, un baño con tina para dos, una cocina, una pequeña lechucería para la lechuza de Harry (Lumos) y para la mía (Nox), un laboratorio de pociones para mí, una sala de música para Harry (por alguna razón, le fascinaba intentar tocar con instrumentos muggles), una terraza para tomar el té, un jardín interior, un comedor bastante amplio, una sala de estar con chimenea y una recamara para hocicos con todos sus juguetes y un pequeño "parque", habíamos también puesto una recamara sin nada, ya que también habíamos hablado sobre "adoptar" y tener una familia, pero no habíamos externado este deseo ante nuestros amigos, así que no diríamos para qué era esa habitación extra, solo agregaríamos unas habitaciones más mientras estuvieran todos aquí.

—Cierren sus bocas y entren. Por cierto, no ensucien el piso, nuestra ama de llaves no estará feliz si lo hacen—.

—¿Dónde es aquí exactamente Severus? —.

—Es nuestra casa, Minerva—.

—¿Su casa? ¿Cuándo? ¿Por qué la compraron? ¿Piensan mudarse? —.

—En orden a tus preguntas: si, es nuestra casa. La compramos poco después de casarnos, queríamos un lugar donde nadie nos conociera y esta ciudad es muy importante para nosotros y no, no pensamos mudarnos por el momento, es más bien; nuestro "lugar para escapar"—.

—Pues es hermosa cariño—.

—Gracias Rossie. Les haremos algunas habitaciones, ya que no tenemos habitación de huéspedes, no tardaremos mucho. Mientras relájense en la sala, beban algo de la cava que está ahí y si quieren comer algo, revisen la cocina, seguro el ama de llaves dejo surtida la despensa. Esa mujer tiene el don de saber cuándo estamos por llegar, así que no dudo de que hasta haya bocadillos—.

Elementales, La Última BarreraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora