—¿Por qué faltaste?¿Que te paso en las manos?¿Cómo estás? —Pregunta Joseph apenas me ve.
Es Lunes y vuelvo al Instituto, ya puedo mover mis manos pero ya que mis nudillos están lastimados decidí seguir con las vendas y con las pastillas para el dolor. Gracias a que Higgins me estuvo llevando los apuntes y las tareas, me pude poner al día.
Meto las cosas en mi casillero ignorando las preguntas que me ha hecho Joseph, dejo en mi mochila las cosas de mis primeras clases y luego cierro mi casillero, miro al chico a mi lado quien me mira expectante.
—No es de tu incumbencia, ahora adiós. —Digo en su dirección y empiezo a caminar para alejarme de él, no es ningún secreto el porque no vine a clases estos días ya que aun se habla de eso en los pasillos y al parecer subieron un vídeo mio golpeando el espejo a la pagina del Instituto, así que el que él me pregunte me parece algo estúpido.
Camino hacía mi salón de clases ignorando murmullos y mirando mal a algunas personas, esto de que me miren como si hubiera matado a alguien o estuviera loca se vuelve algo frustrante.
Apenas entro a mi respectivo salón me siento al final del salón, me pongo mis audífonos ya que aun no llega el profesor, me recuesto en mi puesto y cierro los ojos para descansar un poco ya que no tuve una buena noche gracias a mi hermanito y a algunas pesadillas sin sentido.
Abro los ojos de golpe al sentir que alguien me mueve el hombro de forma incesante, levanto mi cabeza y miro al chico a mi lado, Higgins, me quito los audífonos y lo miro con el ceño fruncido.
—¿Qué? —Pregunto en un gruñido para luego guardar los audífonos en mi mochila.
—Buenos días a ti también Thalia. —Dice con sarcasmo y rueda los ojos. —Al parecer no amaneciste de genio. —Comenta con burla, ruedo los ojos y pongo mi cabeza en el puesto mirándolo, él me imita. —¿Cómo sigues?
—Bien, a veces me duelen pero no mucho. —Respondo y cierro los ojos. —Hoy volveré a trabajar. —Gruño, estar estos días sin el trabajo fue muy bueno, pude pasar tiempo con mi hermanito y dormir bastante, ademas de relajarme en el sofá de la sala y ver algún programa malo pero entretenido. Ahora debo volver a soportar borrachos.
—No vayas. —Susurra Higgins con una sonrisa de lado, yo niego y hago una mueca.
—Debo trabajar, sino trabajo, ¿quien cuidaría de mis hermanos? —Digo a lo que él sonríe. —¿Por qué sonríes?
—Por nada. —Responde, la puerta se cierra de un portazo dando señal de que el profesor a llegado y que no está de genio, así que nosotros nos lo tendremos que aguantar y para desgracia de él, yo tampoco estoy de genio.
Y ahora me estoy tolerando dos horas de castigo gracias a mi profesor de Historia, como pensé él no estaba de genio, yo no estaba de genio y pues se armó un debate entre él y yo y claro yo terminé en castigo junto con Higgins quien se entrometió y terminó aquí aunque no hubiera dicho nada y solo hubiera intentado callarme. Prefería mil veces a mi antigua profesora de Historia, pero nos la cambiaron hace un tiempo por ese gruñón.
—A la próxima, ¿que tal si no te metes? —Digo de forma brusca y acomodo mi mochila en el suelo para luego acostarme y utilizarla como almohada.
—Quería ayudarte. —Se excusa a lo que yo lo miro seria. —Bueno, tal vez no resultó bien, pero al menos no estarás sola en el castigo.
—¡Yo no quería un castigo en primer lugar! —Exclamo en tono frustrado.
—¡Pues no debiste juzgar todo lo que decía el profesor y luego decirle que se fuera a follar a la profesora de Informática! —Exclama y se tira a mi lado.
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Bad Girl
Teen FictionNo es la chica popular que todos envidian, no es la chica tímida que todos ignoran, no, ella es la chica a la que nadie se le acerca y la que todos evitan molestar, ella es la chica mala de la que prefieren alejarse, aquella que no se deja conocer. ...