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  —Quisieras siquiera escucharme. —Pide como por quinta vez mientras caminamos en este bosque.

Ya que en la cabaña me aburría decidí salir a conocer un poco, han de ser más o menos las diez de la mañana. No suelo levantarme temprano pero me sentía un tanto incomoda durmiendo en la misma cama de Brad y ademas tenerlo casi encima, las camas no son precisamente grandes. La noche anterior pese a todo fue muy buena, hubo una fogata, que casi no podemos prender, y comimos malvaviscos con galletas, se contaron algunas historias y luego nos quedamos hasta tarde hablando sobre cualquier cosa y viendo la belleza de las estrellas. En la noche fue incomodo ya que se oían ruidos del cuarto de Luca.

Salí queriendo hacer el menor ruido posible y cogí una manzana de la mini nevera pero a los pasos me di cuenta que un adormilado Brad me seguía, por mucho que quisiera ignorarlo él parece no aceptarlo.

  —Higgins, colmas mi paciencia. —Musito apartando la rama de un árbol de mi camino. El bosque es bonito, aunque mis converse están todas embarradas y el pensar en lavarlas me da pereza.

—Pero es que lo que viste no es lo que crees, bueno si pero no significó para mi. —Explica con voz desesperada y siento sus pasos más rápidos. Ruedo los ojos y me detengo para voltearme pero él aparece enfrente de mi. —Ella no me interesa, tú si. —Declara y se rasca la nuca ignorando mi mirada.

Lo miro un poco en shock pero ni tanto ya que algo se le ha escapado a Ryan, pero claro es diferente tener una casi declaración por parte de Brad.

—Me gustas Thalia... y mucho.  —Musita casi para que no lo oiga. Declaración presente, hora de huir. No se que responder a eso ni que hacer, solo lo miro sin expresión, se nota nervioso, huye a mi mirada. —Y se que, por muy mínimo, yo igual te gusto. —Parece seguro de lo que dice pero yo estoy segura de no querer seguir con la conversación así que doy la vuelta y camino por donde vine. Escucho un bufido detrás y se que actúo cual pequeña pero no tengo algo para decir, creo. Siento que tomará esto como un si pero es más un tal vez o un quizás.

Llego a la cabaña luego de dar vueltas ya que no encontraba el camino y por suerte Brad no me siguió, me dio tiempo para pensar un poco y no llegué a ninguna conclusión, solo a que el bosque es lindo pero no aguanto el frío que hace ni el hambre que tengo.

—¿Dónde estabas? —Pregunta Mick apenas entro. Veo a Brad salir de la cocina e ignoro su mirada posandola en el pequeño que juega en el piso y parece una bola por la ropa que lleva.

  —Salí a conocer y me perdí un poco. —Respondo y voy a la cocina atraída por el olor a café.

Me quedo recostada en la pared tomando de mi café mientras que los chicos salen a jugar con un balón. Sigo con las palabras de Brad volando en mi mente y pensar que hoy debo dormir a su lado me incomoda más que antes. Bufo y tomo un sorbo de mi café dejando que queme mi garganta.

—¿Sucede algo? —Pregunta una voz amigable, volteo para ver a Gabi y respondo con un encogimiento de hombros. —¿Segura? Brad anda distraído y tu tienes la mirada perdida, algo pasó.

—Brad me dijo que le gusto. —Comento como si no fuera gran cosa y bebo de mi café. Gabi levanta sus perfectas cejas sorprendido y sonríe recostándose en la pared frente de mio.

—Pensé que nunca te lo diría. —Comenta en tono burlón a lo que bufo, podía vivir sin saber eso. —Entonces tú no respondiste y ahora te a quedado sonando en la mente. —Asegura más que preguntar a lo que yo asiento. Él lleva la mirada a sus zapatos y nos quedamos en silencio. —Dile lo que sientes.

—Creo que él ya sabe que no me interesa. —Ruedo los ojos y dejo la taza vacía caminando al marco de la cabaña.

—Lo que realmente sientes, sabes que no es eso. —Susurra en mi oído y se va trotando hacia lo chicos para unirse al juego. 

Bad Girl Donde viven las historias. Descúbrelo ahora