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Estoy cansada y con sueño. Volví a trabajar en el club tratando con borrachos que se quieren pasar de listos y solo fastidiar el ambiente. Quizás debí quedarme con el trabajo en la cafetería y es lo que he estado considerando desde hace un tiempo ya que no me gusta dejar el niño con la vecina y además me pierdo de pasar tiempo con Brad y Ryan. Ellos ya entraron a la Universidad así que están ocupados mañana y parte de la  tarde y que yo trabaje de noche no ayuda mucho.

Me levanto con pereza y aún con sueño y voy con mi hermanito quien a encendido un juguete nuevo que lo único que hace es tocar una cancioncita estresante, odio el día en que Mick se lo regalo junto con un pequeño piano de juguete que por suerte no está con él en la cuna, ni siquiera entiendo por qué tiene ese otro ahí.

—¡Ya voy! —Aviso de un grito y cargo al niño para luego ponerlo en el suelo, él pequeño empieza a gatear aún cuando ya sabe caminar, creo que a veces le da un poco de miedo caerse y golpearse.

Abro la puerta y veo a Brad quien sonríe para luego darme un casto beso y pasar.

—Hola bonita. —Saluda cuando ya he cerrado la puerta. —Hola bonito. —Saluda al pequeño revolviendo su cabello y este solo ríe mostrando sus pequeños dientesitos. Camino hasta el sofá y me tiro junto a Brad quien solo ríe y me atrae hasta rodearme con sus brazos para luego dar un beso a mi cabello. —¿Cansada? —Pregunta y yo asiento.

  —Creo que volveré a la cafetería. —Informo. —Así en la tarde el niño se queda con la mamá de Luca que me transmite mucha más confianza y luego en la noche podré estar con él. 

—¿Y yo estoy pintado? —Pregunta en broma. Me volteo y doy un casto beso a sus labios para luego negar.

—Sabes que no, bobo. Así también paso más tiempo contigo y con el ruloso. —Él ríe ante el apodo hacia Ryan y asiente sonriente. He notado que en este tiempo parece sonreír mucho más, no sé si no se cansa de hacerlo tanto.  —¿Qué haces aquí tan temprano? —Pregunto frunciendo el ceño. Han de ser poco más de las once de la mañana así que debería de estar en alguna de sus clases.

  —Bonita, es sábado, no tengo clases. —Señala en tono obvio logrando solo dejarme confundida. ¿Es sábado? No puedo creer que esté tan distraída como para ni siquiera ubicarme en el día correcto.

Asiento aún un poco perdida y me recuesto en sus piernas cerrando los ojos. Estos últimos días han sido muy pesados ya que la ciudad está de fiesta por no se qué así que más personas van a celebrar al club así que tanto Mick como yo estamos rendidos, mientras que Luca decidió quedarse en la cafetería y pronto yo igual; a Mick en cambio si le gusta ya que puede tocar su música y todo eso, así que está en su ambiente.

Brad acaricia suavemente mi cabello y a veces mi mejilla. Ya han pasado casi tres meses desde que él y yo estamos juntos y he notado que es bastante cariñoso y atento, a veces me siento un poco mal por no ser tan así con él pero a él no parece molestarle, igual lo sigo intentando llegando a veces a sorprenderlo aunque él trate de ocultar que lo hago.

  —Venía a invitarlos al parque y luego al cine pero ya que estás cansada nos podemos quedar aquí para que descanses. —Comenta y me mira un poco apenado. Sonrío y alargo mi mano para acariciar su mejilla.

—Me baño y salimos, ¿me ayudas con Stephen? —Pregunto y él asiente de forma enérgica. 




La tarde transcurrió de maravilla, Stephen se divirtió en los columpios y hasta sentado en el césped donde se ensució por dar vueltas e intentar coger todo lo que veía para llevárselo a la boca. Con Brad también nos tiramos al césped a ver el cielo o a que él interrumpiera mi mirada del cielo con su cara y sus besos.

Bad Girl Donde viven las historias. Descúbrelo ahora