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El director me a llamado a su oficina apenas llegué para no se que, de pronto por como le hablé al profesor ayer pero es que enserio ya debe superar lo de su mujer, así como la profesora de Historia debe superar cuando sus cinco gatos la atacaron, si, a mis profesores les gusta hablar de su vida personal o experiencias de vida cuando se desvían del tema de la clase, muchos prefieren eso a que den la clase ya que así no suelen dejar mucha tarea, otros prefieren cualquier cosa que escucharlos hablar de sus vidas innumerables veces.

Luego de estar sentada fuera de la Dirección viendo como la secretaria habla por teléfono y se ríe como idiota, por fin el director me deja pasar a su oficina.

—¿Ahora que hice para estar acá? —Pregunto apenas me siento y cruzo los brazos.

—Señorita Cooper usted es mi mejor estudiante en cuanto a lo académico, claro nomas este año y ademas necesita mantener la beca. —Dice provocando que yo apriete los dientes, no necesito que me repita lo que ya sé. —Pero en cuanto a lo disciplinario es una de las mas problemáticas. —Sigue hablando a lo que ruedo los ojos.

—¿Y si mejor va al punto y se salta todo esto? —Propongo acomodándome mejor en la silla. —Usted no me llamo para hablar de esto.

—Bueno, necesito que le muestre el Instituto a un nuevo alumno, tranquila, no va en su misma clase, entrará a penúltimo año. —Explica a lo que empiezo a negar rápidamente, no perderé mi tiempo mostrando este aburrido lugar. —No le estoy preguntando si quiere o no, con esto haré de cuenta que no le a respondido a mas de un profesor en la ultima semana. —Chantaje, suelto un bufido y él se levanta para abrir la puerta y dejar entrar a alguien, un chico alto, cabello negro corto, ojos café claro, vestido con un jean, una camisa amarilla y zapatillas blancas. —Él es Joseph, chico ella te mostrará el Instituto. —Me señala y yo me levanto de mi lugar. —Trata de no matarlo o perderlo "sin querer" o encerrarlo en algún lugar. —Dice en un susurro pero el chico alcanza a escuchar.

—Espere, ¿que? —Dice mirando al director pero yo lo ignoro y lo empujo para que salga de la oficina. Ya afuera empiezo a caminar para que él me siga pero no lo hace.

—Vamos. —Digo mirándolo pero él niega. —¿Porque no? —Hago una mueca.

—No se tu nombre y no debo ir con extraños menos si pueden hacer lo que dijo el director. —Dice a lo que yo rió sin gracia.

—Me llamo Thalia, luego te enteraras mas cosas de mí, ahora vamos que no tengo todo el tiempo ni la paciencia del mundo. —Digo y empiezo a caminar con él detrás, de tantas personas justo me escoge a mi el director.

Le muestro donde está cada salón de clases, la cafetería, el gimnasio, y todas las demás cosas, le digo algunas de las reglas que tiene el colegio, también como son mas o menos los profesores y me aguanto las bobadas que dice las cuales ya me tienen harta y estoy que lo golpeo pero no quiero que me castiguen o me suspendan.

—¿Tu nunca te callas? —Pregunto irritada a lo que él niega, por suerte ya terminó el recorrido. —Aquí termina el recorrido, si necesitas algo le preguntas a cualquier persona menos a mi, adiós. —Digo y me volteo para ir a buscar mi casillero. Dejo mis cosas de las primeras clases y luego voy a la cafetería para buscar algo de comer.

Salgo al patio trasero y empiezo a buscar una mesa preferiblemente vacía, no me gusta casi estar dentro de la cafetería por lo cual prefiero hacerme en algunas de las pocas mesas que se encuentran afuera las cuales no suelen ser ocupadas por muchos estudiantes. Veo una vacía a unos pasos de mi, así que voy y me siento a comer.

—Hola. —Saludan a mi lado, volteo y es Joseph junto con otros chicos que me miran con miedo.

—¿Que quieres? —Pregunto seria y tomo de mi jugo.

—Nosotros mejor nos vamos. —Dice uno de los chicos y los demás asienten a lo que Joseph hace una mueca.

—No les va a hacer nada, ¿cierto? —Me pregunta a lo que yo sonrió de forma malévola con los labios cerrados. —Tal vez deba escuchar lo que dicen ellos de ti pero, me agradas.

—Tu no a mi, así que vete y déjame comer en paz. 

—Thalia, ¿podemos hablar? —Pregunta Higgins provocando que ahora los chicos lo miren con miedo a él, él los voltea a mirar y solo hace una mueca.

—Brad Higgins supongo. —Dice el chico y sus amigos le asienten. —Los dos mas temidos del instituto. —Dice mirándonos de forma intercalada a Higgins y a mi, yo ruedo los ojos.

—Cállate idiota y vete con tus amigos. —Él solo asiente y se va con los demás quienes casi corren del lugar. —¿Puedes reunirte el fin de semana? Debo buscar nueva niñera o guardería y no me puedo reunir ahora. —Pregunto y él asiente.

—Mientras podemos ir cada uno buscando mas sobre el tema y cuando nos juntemos acomodamos todo, ¿te parece? —Pregunta y yo asiento. —¿Puede ser en mi casa? 

—Está bien, pero de pronto deba llevar a mi hermano, ¿hay algún problema? —Pregunto y él niega. —Esta bien.

—Thalia querida. —Dice a mi espalda esa voz chillona y estresante, suelto un bufido y acomodo toda la basura en la bandeja para botarla a excepción de la manzana, cuando vuelvo Higgins sigue ahí junto con la dueña de la voz chillona. —¿No te cansas de esa ropa?

—¿Tu no te cansas de vestir como puta y que los chicos solo te busquen para una noche o un rapidito? —Digo mirándola con una sonrisa burlona, escucho una risa por parte de Brad lo cual hace que ella me mire mal.

—Por lo menos me buscan. —Dice orgullosa a lo que yo rió.

—Prefiero que no me busquen, no me interesa que me miren como una fácil, perra. —Digo y paso por su lado, cojo mi mochila y me dirijo al patio trasero en donde suelen ser los partidos de fútbol o de baloncesto, y me hago en la ultima grada, saco un cigarrillo y empiezo a fumar mientras miro el cielo, está nublado, bastante bonito.

Me concentro en el cielo y en las figuras que hacen las nubes ya que aun falta tiempo para entrar a las clases y no hay muchas personas aquí, las pocas que hay, se besan o fuman igual que yo.

—Hola hola. —No de nuevo este chico. —Yo se que no me soportas, bueno a nadie, pero quiero ser tu amigo. —Dice mirándome con ojos de cachorro regañado pero eso conmigo no sirve.

—Yo no quiero, hay mas chicas y chicos en el colegio de quienes puedes ser amigo y están esos con los que estabas que me miraban como si fuera Hulk. —Le digo y apago lo poco que queda de mi cigarrillo.

—Me pareces interesante tú, así que... —Habla pero yo lo ignoro y empiezo a bajar alejándome de él. —Pero que grosera eres, por eso estás sola. —Escucho que susurra pero lo ignoro y sigo bajando.




Bad Girl Donde viven las historias. Descúbrelo ahora