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Casa sola, sin hermanos, solo yo, la música y un trapo para limpiar. Mi hermana decidió salir al parque junto con mi hermano y Erick, el día está soleado y bonito para salir, así que ellos lo aprovecharon. Yo por mi lado, aprovecho para organizar un poco la casa, con la música a todo volumen, mis ganas de salir son nulas.

La canción termina y escucho que el timbre suena, abro la puerta y me encuentro a mis dos mejores amigos quienes me miran mal, pronto empieza a sonar otra canción. Los hago pasar y voy al equipo de la sala para bajar un poco el volumen.

—¡Llevamos mas de dos minutos timbrando, pequeña! —Exclama Luca levantando los brazos en un acto de frustración.

—No escuche por la música. —Me defiendo y les hago una seña para que se sienten ya que debo trapear y con ellos en medio pasillo, regañandome por no abrir la puerta no me ayudan.

Ya cuando termino de trapear le bajo mas a la música, voy al sofá y le doy un beso en la mejilla a cada uno en forma de saludo, ellos me muestran dos botes de helado, uno de chocolate y el  otro de napolitano, y sacan unas películas también.

—¡TARDE DE PELÍCULAS! —Gritan al mismo tiempo a lo que yo rió.

—Está bien. —Acepto y veo las películas que trajeron las cuales son todas las de La purga, adoramos esas películas. Pongo la primera, aunque es la que menos nos gusta pero nos gusta vérnoslas todas.

Ya entrada la noche mis amigos debieron irse para cambiarse ya que dentro de poco deberíamos ir a trabajar, no es algo que me alegre la vida pero es algo necesario. Dejo todo ordenado abajo y subo a mi cuarto para darme un baño.

Cuando salgo me pongo un jean negro con rotos en las rodillas, una blusa negra con el logo de Batman en el centro y mis converse negras, dejo mi cabello suelto y listo. Cojo mi pequeño bolso junto con mi casco y bajo, subo en mi moto y arranco hacia el trabajo.


—¡Odio y adoro que Mick sea el DJ! —Escucho que grita mi amigo sobre la música, el club está bastante lleno y con Mick como DJ solo quedamos Luca y yo para atender a todas estas personas y no es algo agradable, cuando algunos borrachos te dicen obscenidades y otros exigen que los atiendas, es un descontrol que juega con mi poca paciencia.

—¡Tu padre debería contratar mas personas para los fines de semana! —Propongo a lo que él asiente dándome la razón, Luca coge una de las bandejas y se va para así llevarla a los clientes que prefieren la comodidad de una mesa que una barra en donde serán empujados y se demoraran mas en atenderlos.

No son más de las once de la noche y el lugar ya está que no cabe ni una sola personas, borrachos, putas ofrecidas, personas medio decentes bailando, grupos pequeños de amigos, y algunos en los baños cogiendo, aún cuando el padre de Luca puso habitaciones para que tengan sexo cómodamente, cosa en lo que estuve en desacuerdo, parece ser que algunas chicas prefieren el baño a un cómodo colchón tirado en el suelo.

Me gustaría decir que todo va de forma tranquila, aún cuando mi amigo se unió cuando se quedo sin mesas que atender, pero no fue así, gritos de borrachos exigiendo más, otros cuantos quejándose porque no los atienden, las luces de colores, la música a todo volumen, no soy de tener mucha paciencia y esto no me ayuda, pero claro está debo conservarla, el hecho de que el padre de Luca me quiera como una hija mas no significa que vaya a soportar que trate a sus clientes mal.

Luego de una hora mas o menos por fin el bullicio en la barra baja ya que se han concentrado en bailar en la pista o en acostarse con alguien, Luca se a ido a llevarle una cerveza a un despeinado y sudoroso Mick, al parecer le gustó allá porque no a regresado pero por suerte, por ahora no lo necesito. Tomo de mi propia cerveza y recuesto mi cadera en la barra, ya que quedé en cambiar lugar con Luca, a mi me tocaría atender las mesas ahora, agradezco que todos estén ocupados en otras cosas y no quieran servicio a la mesa.

—¡Hola! —Saludan a un lado, volteo y veo a Brad junto con Ryan.

—¡¿Que quieren?! —Pregunto en tono cansado para luego recoger mi cabello en una coleta alta. A lo lejos veo que ahora el lugar de DJ lo tiene Luca y que mi otro amigo se dirige hacia mi.

—¡¿Necesitas ayuda?! —Pregunta a lo que yo niego, él asiente y coge una botella de vodka y otra de Ron. —¡Son para esa mesa! —Apunta una en la que hay dos hombres, bastante gordos y nada lindos, quienes tienen a dos chicas encima de ellos, hago una mueca de asco y asiento, él se va.

—¡Yo quiero vodka! —Llama mi atención Brad y yo asiento para luego mirar a Ryan.

—¡Cerveza! —Asiento y sirvo el vodka, saco la cerveza y les entrego sus cosas.

Pronto Ryan y Brad son rodeados por unas chicas bastante atractivas y que no dejan mucho a la imaginación, y claro ellos ni cortos ni perezosos aprovecharon para llevarlas a la pista de baile y casi coger con ellas ahí. 

Luego de montar un espectáculo, Ryan y su chica se van a los baños, mientras que Brad viene por otra cerveza y la chica lo jala a los cuartos.

El resto de mi noche fue completa monotonía, atender personas, aguantas obscenidades e insultos hacia mi persona o hacia Luca quien luego llegó a hacerme compañía y ayudarme, no vi mas a Brad pero si a Ryan quien luego de terminar con la chica esa, fue por otra con quien paso el resto de la noche.

—Yo debo irme ya chicos. —Avisa Mick cuando ya hemos cerrado, provocaron ganas de matarlo, ¡el lugar está hecho un desorden! Y Carlo, el padre de Luca, nos ha obligado a limpiar.

—¡¿QUE?! —Preguntamos mi amigo y yo provocando que Mick salte en su lugar.

—No me maten, pero enserio debo irme, ademas Carlo ya me dio permiso. —Dice y coge rápidamente sus cosas para luego correr a la puerta. —Nos vemos mañana, los quiero. —Sale del lugar dejándonos solos a Luca y a mi, con todo un desorden por delante.

—No quiero limpiar. —Me quejo sentándome en una silla, Luca se sienta a mi lado y asiente. 

—Vete tranquila, yo convenceré a mi padre de que contrate a alguien para que ordene todo. —Dice con una sonrisa cansada.

—¿Seguro? —Pregunto a lo que él asiente.

—Ni tu ni yo nos vamos a poner a organizar todo a las cuatro y media de la mañana. Así que... —Dice levantándose y me hace una seña para que nos vayamos, asiento y voy por mi bolso y casco y salgo a su alcance. —Nos vemos luego pequeña. —Da un beso en mi frente y se sube a su moto, lo imito y arranco.

Apenas llego a mi casa, voy a la nevera, saco una manzana y la empiezo a comer mientras subo a mi cuarto. Ya en el, me quito mi ropa y la tiro a algún lugar del cuarto, dejo mi casco en el suelo y me tiro en la cama, termino mi manzana y caigo en un profundo sueño.



Bad Girl Donde viven las historias. Descúbrelo ahora