Bad Girl

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Odio este trabajo, estar de aquí para acá, tener una sonrisa la mayoría del tiempo, la mala cara de los demás, la indecisión, que te hagan repetir las cosas, parezco un estúpido loro. Maldita cafetería, está todo muy bonito pero odio ser camarera en este lugar, quien diría que extrañaría trabajar en ese club con puro borracho.

Pasaron dos semana desde año nuevo y extrañaba trabajar, ademas ahora me siento más cómoda ya que la madre de Luca se ofreció a cuidarme a Stephen y sé que él está en buenas manos así que no debo preocuparme. 

  —Thalia, mesa 5. —Informa Katrina pasándome el pedido en una bandeja. Katrina junto con Adam y Juliana son nuestros nuevos compañeros; Katrina se ocupa de servir los pedidos y entregárnoslos, Adam está en la caja  y Juliana en la cocina. 

Todos son bastante agradables debo decir, aunque no he hablado mucho con ellos ya que he estado demasiado ocupada siendo asocial y amargada pero los chicos si han hecho amistad así que por ellos sé que Katrina tiene 19 años y empezará la universidad el próximo año, Adam tiene 20 y trabaja medio tiempo, Juliana tiene 48 años y es demasiado dulce con tres hijos y un novio.

Recojo mi pedido y lo llevo a la mesa mencionada que ocupan tres chicos libres de trabajo y que solo vienen a estar sentados haciendo nada por la vida, dos de ellos más que todo. Si, esos tres chicos son Ryan, Brad y Gabi, ya que aún no empezarán a estudiar pues han decidido venir a pasar sus tardes en un lugar con olor a café recién hecho y música jazz.

  —¿Falta mucho para tu descanso? —Pregunta Ryan y yo niego mirando un reloj de la pared. Cada uno tiene un descanso de una hora para comer o solo para sentarse a hacer nada, faltan tan solo cinco minutos para el mio pero debo esperar a que llegue Mick de donde sea que se haya metido.

Reparto otros pedidos y me siento a acompañar a los chicos con mi almuerzo aunque tengo más sueño que hambre así que lo dejo y me recuesto en la mesa reposando mi cabeza en mis brazos.

  —Debes comer. —Musita Brad. Ruedo los ojos y me levanto para mirarlo, las cosas entre nosotros han estado un poco tensas, bueno demasiado tensas y eso es algo que pone incómodos a mis amigos, se nota en sus caras ya que si estamos todos juntos la tensión está y no es un ambiente agradable, no es justo para ellos.

  —No tengo hambre. —Respondo cortante y me recuesto en el hombro de Gabi. Silencio, así pasan unos minutos al ninguno saber de que hablar, es frustrante estar así.

He estado pensando estos días y con un poco de ayuda de Gabi he decidido que debo hablar con Brad de todo, resolver toda esta tensión que solo pone incómodos a todos en el grupo, no estaba en mis planes a decir verdad pero no me gusta esta situación y si él no hace algo pues seré yo.

  —Brad, ¿podemos hablar afuera? —Pregunto y él asiente confundido. Me quito mi delantal dejándolo con los chicos y  salgo seguida de Brad. Caminamos hasta una banca y nos sentamos. —Escucha, todo a estado demasiado tenso entre nosotros y no quiero que eso haga que nuestros amigos estén mal y sin saber que hacer, no es justo que nuestros problemas los llevemos a ellos. —Empiezo a hablar sin mirarlo. —¿Podemos solo llevar la amistad como antes? —Pregunto y lo miro.

  —No se si pueda, no te quiero como una amiga Thalia, lo sabes. —Responde mirándome serio , suelto un bufido por esto, es un asco. —¿Podemos hablarlo bien en la noche? —Pregunta esperanzado. Lo pienso recordando lo hablado con Gabi, quizás deba decirle todo.

Asiento y ya con eso entramos ahora en un aire más cómodo y relajado, aunque no demasiado.

¿No pudo escoger un lugar cálido?  Me estoy congelando aquí, se que me gusta mucho este parque pero tampoco para venir con este frío a las nueve de la noche solo para hablar. Espero sentada a que Brad llegue mientras veo sombras hechas por los arboles y algún que otro animal, veo los juegos y la vieja fuente, todo tan viejo y destruido, no entiendo a veces como me gusta estar aquí, alguien puede llegar y hacerme algo.