CAPITULO 35: Colman y Carl.

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(Tn)___ Colman

La luz de la luna era tan intensa en esta noche, mi cuerpo no tenia ni un poco de cansancio, no podía dormir, y ni siquiera sabia la razón. Había salido de Alexandria en plena madrugada evadiendo a Gabriel y Tobin, quiénes habian estado patrullando la zona. Mi única finalidad desde un principio había sido llegar hasta la cabaña del norte y lo había logrado matando solo a un mínimo porcentaje de devoradores.

Justo en ese instante, estaba dispuesta a entrar a la cabaña pero antes de abrir la puerta del lugar, pude escuchar qué había alguien más dentro de aquel recinto, había mucho ruido e incluso podía oír que, quién sea que estuviese allí dentro, estaba tirando y desordenando las cosas mientras soltaba pequeños sollozos.

Desde mi sitio y totalmente confundida por el ruido, abrí la puerta sigilosamente adentrándome a aquella cabaña con lentitud. Debido a la gran oscuridad no podía distinguir quién rayos estaba allí, pero las pequeñas fuentes de luz que entraban por la ventana más cercana me dejaron ver que habían lámparas viejas y destruidas tiradas en el suelo.

Sin dudar ni un segundo, empuñe mi navaja con más fuerza y la levanté a la altura correcta para asestarle un gran golpe a quién se había atrevido a hacer desastre aquí. Sin embargo, su sombrero de sheriff me hizo reaccionar y guardé mi arma con lentitud reconociendo quién era.

Carl Grimes estaba en el suelo, sentado y apoyando su espalda en una pared, tenía lágrimas en el rostro, en sus manos apretaba su venda y se veía muy frustrado. Cuándo notó mi presencia, solo bajó la cabeza haciendo que su cabello cubriera su cara.

—Carl...

—Largate de aquí—soltó el chico, ahora poseía una voz serena y demandante, parecía que no le agradaba mi presencia aquí pues con su boca hacia una mueca de disgusto—Odio que me vean débil. Vete ya.

Estaba de pie, justo frente a él, tratando de que mi mente idease algo para ayudarlo, éste ni siquiera se había levantado y seguía en su misma posición que antes realizando la misma mueca.

—Solo lárgate, Colman

Solté un suspiro y di media vuelta queriendo darle un poco de espacio personal, me dirigí hasta la puerta solo para tomar la manija dispuesta a salir, pero antes de hacerlo, me detuve zarandeando mi cabeza en signo de negación.

—¿Sabes qué?—espeté ahora con enojo pues el sheriff se había aparecido en mi lugar especial sin invitación alguna. Tenia planeado reprocharle todo, pero solo suspiré y me senté a su lado con cierta incomodidad—Nunca es bueno que llores solo, nunca lo será.

Su único ojo se fijó en mi y no pude evitar sentirme nerviosa debido a la cercanía que ambos manteníamos, el chico solo amarraba con rapidez la venda en su cabeza tratando de tapar el hueco de su ojo derecho. Yo solo bajé el rostro intuyendo que al sheriff no le gustaba que lo observaran sin aquel objeto cubriendo su herida.

—He dicho que te vayas—volvió a soltar mientras un par de lágrimas caían de su ojo y éste las secaba con fuerza e incluso raspaba su rostro—Vete ahora, Colman.

No tenía ni la menor idea de porqué estaba tan frustrado, pero podía reconocer que estaba triste debido a algo pues hace años había visto la misma expresión en el rostro de Tom por lo sucedido con su tía. Lo que sea que hubiese recordado el sheriff, definitivamente necesitaba apoyo, un apoyo gentil y humilde, debía devolverle el favor que me había echo cuándo yo casi habia perdido la cabeza por la muerte de mi amigo.

—No voy a irme—repuse al instante, él solo volteó su rostro con rapidez evitando que lo siguiera observando. La vez en la que yo había perdido a mi padre, Tom siempre había estado allí para mi. Y ahora, estaba totalmente consciente de que Carl Grimes no tenía a nadie, sus amigos y su padre no estaban aquí y debía de tener una razón exacta para haber venido hasta este lugar solo. Quizás había recordado a su madre, quizás buscaba estar con ella tanto como yo anhelaba estar con la mia—Ya no te preocupes.

ESDA »Carl Grimes« [TERMINADA] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora