ESDA »Carl Grimes« [TERMINADA]

CAPÍTULO 60: Colman y Enid

—Estaba conmigo y con Enid—había dicho Dayane, la arquera del reino, señalando a la castaña de ojos verdes que estaba a su lado—solo buscábamos a más.

Justo en ese instante, pude ver que Tobin se adentraba hacia el lugar con rapidez y lo primero que hizo fue observar a Carl con mucha preocupación. No perdió ni un segundo más y se acercó a tratar de estabilizarlo junto a Daryl, Scott y Morgan.

Los adultos estaban allí, apoyando al sheriff sin dejar de desconcentrarse, tomaban casi con delicadeza y cuidado su cabeza limpiando la sangre que se esparcía en su rostro. Y Rick grimes, solo se veía asustado casi tanto como yo, ambos estábamos allí, observando la escena con miedo.

Sin decir nada, y dejando que los adultos hicieran su trabajo me digné a pasar entre Enid y Dayane con cierto enojo, y sin prestarles la mínima atención abrí la puerta. Sin embargo, me detuve porqué en ese instante la puerta se abrió dejando que alguien más entrase.

Era Carol, me quedé quieta allí mismo, quería abrazarla, quería saludarla después de tanto tiempo que no había sabido nada de ella, queria preguntarle cómo estaba, contarle sobre lo sucedido, pero cuando vi que ella no se disponía a hacer nada seguí avanzando solo para salir de la enfermeria.

Peletier ni siquiera me había sonreído cómo siempre lo hacía, parecía que estaba ignorandome desde que la había visto en la guerra hace unos instantes pues ni siquiera se había acercado hacia mi a contarme porqué rayos se había marchado de Alexandria.

—Espera Colman, ¿A dónde vas?—pude escuchar la voz pausada de Rick y me detuve al instante aún sin observarlo—Sé que quieres a Carl, sé que te duele verlo así—su voz sonaba entrecortada, pero se repuso al instante—A mi también.

Sin dudarlo giré completamente para observar al hombre, Rick cogia la herida de su cintura con mucha fuerza y se veía triste, podía ver que trataba de serenarse pues apretaba su mandibula con fuerza. Justo detrás de él, Carol y Daryl estaban allí, observandome.

—No puedes salir de Alexandria—decía Rick una vez más mientras yo enfocaba mi concentración en Dixon, el ballestero tenía sangre en las manos, sangre que probablemente era de Carl—Los salvadores deben estar aún afuera, son un peligro.

—Bien—acepté de forma obstinada—No saldré.

Daryl se acercó a Rick solo para poner uno de sus brazos en su hombro izquierdo mientras se adentraban a la enfermeria con lentitud. Carol los siguió y cerró la puerta sin decir nada más así que me dispuse a volver a caminar pensando en todo lo que acababa de suceder.

Si el salvador estaba herido aún seguiría rondando por el bosque y sería un peligro. Un peligro más con el que yo debería acabar, estaba totalmente dispuesta a hacerlo, no dejaría a uno de ellos vivo solo para que siguiera haciendo daño al resto de mi familia.

[...]

—Rayos—solté, definitivamente había sido una mala idea venir por el bosque ya que algunos devoradores estaban aquí. Habia estado gastando mi tiempo buscando huellas, pero todas las pisadas frescas que se veían en la tierra se dirigían por distintos caminos—¡Maldición!

El polo blanco que yo traía puesto estaba manchado de pequeñas gotas rojas y marrones debido al polvo y a la sangre que habia obtenido por matar unos cuántos caminantes hace unos segundos. A pesar de eso, un leve ruido de algo acercándose hacia mi me hizo levantar mi navaja y empuñar con más fuerza mi arma dispuesta a incrustarsela en el cráneo al mordedor que me seguía.

—Espera soy...

—Estaba apunto de matarte—solté al instante y me detuve solo a bajar mi arma con rapidez y serenidad reconociendo quién era—¿Qué haces aquí?