CAPITULO 18

4.5K 492 80
                                    

-¿A qué no adivinas a quién me topé en la entrada del hospital?
–Juli toma asiento en la silla próxima a mi camilla.

-Tengo el presentimiento que pronto lo sabré. –Meto a mi boca una uva, mamá me trajo y me sabían a gloria. Odiaba la comida de hospital así que la autorizaron a traerme alimento, lo cual agradecí profundamente, de lo contrario haría huelga de hambre.

-Ben Johnson. –Dejó ir en voz baja.

-¿Y por qué susurras? –Achico mis ojos y la enfoco en mi campo de visión.

-No lo sé, le mataste el suspenso a la noticia.

-Estuvo aquí ayer, y cada día desde mi internamiento según mamá ¿No es extraño?

-Tal vez se preocupa por ti. –Me responde mientras me roba una uva y la fulmino con la mirada, no te metas con mi comida.

-Este chico me da migraña, quiero descifrarlo y no puedo. Cada vez que logro averiguar algo sobre su vida, parece que llego a un callejón sin salida. –Ladeo mi boca en una mueca de frustración.

-Y mira que eres insistente, no escarmientas aunque casi nos arrestan. Agradece que su padre no presentó cargos, estoy muy joven como para tener antecedentes penales.

-No exageres. –Pongo los ojos en blanco.

-No es broma Arlington ¿Cuál es tu obsesión con Johnson? ¿Te gusta? ¿Es eso?

-No. –Contesto de inmediato pero titubeando.

-Escúchate, ni tú te lo crees.

-Ya déjame en paz, estoy convaleciente. –Hago pucheros.

-Eres un caso perdido. –Intenta robarme otra uva pero retiro el tazón a tiempo.

-Heyyy. –Me reprocha.

-Son mías ¿Qué te pasa? Me estás robando mi sustento.

-Que egoísta eres. –Se cruza de brazos y abre la boca en una clara expresión de indignación.

-Sí como sea, no te daré mis uvas.
-Sonrío y me como la última.

Julissa pone los ojos en blanco y agrega:-Bueno, era una visita rápida, papá quiere que le ayude a pintar la casa, desfallezco de solo recordarlo, va a ser una larga tarde.

-Cambiemos., tú te quedas hospitalizada y yo con gusto le ayudo a tu padre con la faena.

-Pensándolo bien, pintar es divertido. –Me sonríe y se acerca a mí, plantándome un beso sobre la frente. –No mueras eh.

-Que alentadora eres, gracias.

Me saca la lengua y se marcha, a los pocos minutos otra persona ingresa a mi habitación, es Yenuen.

-Hola. –La saludo contenta de verla. No somos exactamente amigas, más bien compañeras de clase, pero como compartimos mesa en el comedor, nos hace un poco más que conocidas, o algo así.

-Tengo una montaña de chismes que contarte. –Agrega achicando los ojos y esperando mi reacción.

-Cuéntamelo todo. –La animé.

-Bueno me imagino que Jul ya te contó que Ben ha estado pendiente de tu mejoría.

-Sí, y estuvo ayer conmigo.

-¿No juegues? ¿Tus padres le permitieron verte?

-Sí. –Contesto con total naturalidad. –Al igual que tú estás aquí.

-No es lo mismo, ese Johnson es muy misterioso, y atractivo e intenso. –Muerde su labio inferior.

-Concuerdo contigo en cuanto a lo misterioso.

OSCURIDAD Donde viven las historias. Descúbrelo ahora