-Sal de una vez para que pueda verte. –Le advierto.
Pronto lo tuve a la vista, mi creador me sonríe, mirándome con el rabillo del ojo.
-Ha pasado el tiempo Ben.
-Hubiera deseado no verte nunca más.
-Así me agradeces el don que te obsequié.
-Don. –Repito. -¿Cuál don? Dirás maldición.
-Tómalo como quieras. –Ladea su boca curvándose en una sonrisa de burla.
-¿Cómo es que estás aquí? –Consulté analizando su presencia en este lugar.
-No lo sé, tú dímelo.
-Déjate de juegos.
Soltó sonara carcajada, que se escuchó resonar por toda la caverna.
-Oh Ben, controla tu carácter niño.
-Te mataré, me vengaré por lo que me hiciste.
-¿En serio? –Pregunta con sarcasmo. –Solo eres un cachorro asustado.
-Te demostraré que tan cachorro soy. –Me abalanzo sobre él, esquivándome con agilidad.
-Hazlo mejor.
Su comentario me enoja más y lo intento otra vez, me tomó por el dorso, y me propino varios golpes por el abdomen, dejándome sin aire.
-¿Eso es todo? Que decepción. –Ante mis ojos se transforma, lo imité, gruñí con la ira apropiándose de cada molécula de mi cuerpo.
Por tercera vez lo ataqué, logrando al menos atinarle un rasguño a la altura de la abdomen. Sus ojos rojos me miraron indignados, lo tuve sobre mí, pegando contra la pared rocosa.
-Estúpido muchacho. –Me habló en la mente.
Algo que tengo que admitir es que Gautier me intimida, pero dejando de lado esos sentimientos, lo volví a enfrentar. Ambos caímos de espaldas, el desprecio hacia él, me infundió valor, sin darle tregua, los rasgué con mis uñas, una y otra vez, hasta que su sangre se impregnó en mi pelaje. Sin embargo, él no paraba de reírse, el sonido de su risa me enfermaba.
-¿De qué demonios te ríes? –Interrogo, listo para darle el golpe final.
-De ti, te encontraré y cuando lo haga, destrozaré todo lo que amas.
-Ya me destruiste, no queda nada del antiguo yo.
-¿Quién ha mencionado tu pasado? –Responde con la cabeza recostada sobre la cruda piedra.
Caí en cuenta que se refería a Tabatha.
-Aléjate de ella. –Lo amenacé.
-La haré una de los nuestros, ella será mía.
-No. –Grité con rabia y de un zarpazo acabé con su vida. En el momento en que expiró su imagen se desvaneció. Miré mis manos, era humano, observé los alrededores, sin señal de alguna lucha, ni rastro de sangre, comprendí que todo sucedió en mi mente.
La cueva desapareció para verme ahora en una estancia por completo blanca, Soria se acercó a mí.
-¿Dónde estamos? –Inquirí.
-En el vacío. –Contesto.
-¿Qué hacemos aquí?
-Perdiste la prueba, te dejaste llevar por tus impulsos y el odio que sientes por Gautier.
-¿Eso qué significa? ¿Cómo se supone debía actuar?
-Para ser el protector de la princesa, ella siempre debe ser la prioridad.

ESTÁS LEYENDO
OSCURIDAD
FantasyMi vida era normal hasta que Ben Johnson llegó a la escuela. Sé que guarda un secreto, que me daré a la tarea de revelar. Pero eso no es todo, además de mi enigmático compañero de laboratorio, algo me está ocurriendo y no logro entender qué es. Mis...