Desperté al escuchar un extraño sonido, mi vista ser perdió en el pantano, una densa neblina cubría los alrededores. Y ahí estuvo otra vez, ese crack, crack, y un nauseabundo olor penetró en mis fosas nasales.
-Tabatha despierta. –La sacudí. Ella entreabrió los ojos. –Debemos continuar.
-Ummm, ¿De verdad estamos aquí? no ha sido un sueño. –Se incorpora, mirando su brazo, donde estuvieron las venas negras, ahora de la piel, brotaba una sustancia negruzca.
-¡Qué asco! –Expresó limpiándose con su blusa.
-Déjame ver. –La revisé y para mi sorpresa, el veneno fue expulsado por su organismo, quizás el hecho de no ser humana, le salvó la vida.
-Qué alivio, estarás bien.
-¿Qué es eso? –Consulta percibiendo el sonido.
-No lo sé, y créeme que no quiero averiguarlo.
De la mano, caminamos por la orilla del volcán, lo rodeamos hasta que un mar de lava nos impidió seguir.
-¿Y ahora hacia dónde? –Pregunta ella desanimada.
Crack, crack, crack el insistente ruido nos perseguía.
-Ben. –Taba me sujetó del brazo.
La única salida es regresar sobre nuestros pasos, y lo que fuera que está tras nosotros, lo toparíamos de frente.
-Devolvámonos.
Sin ánimos de contradecirme, empezamos el trayecto, hasta que aquella singular resonancia se escuchaba con total claridad. Agudicé mi oído y fue cuando un silbido cruzó el aire, aparté a Tabatha, al tiempo que una estaca se clavaba en la piedra.
La neblina se disipó un poco, apenas para lograr determinar a nuestro atacante, sin rostro igual que los otros, más alto que ellos, piel cobriza y corrugada, al moverse, sus extremidades chasqueaban, en aquel incesante crack.
Las palmas de sus manos quedaron en nuestra dirección, del centro, se abrió una abertura y una lluvia de estacas se cernió sobre nosotros. El grito de Tabatha las detuvo, su canto de banshee nos salvó esta vez.
La criatura se quedó de pie, bajó sus brazos y para mi sorpresa, se inclinó en una reverencia. Intercambié una mirada con ella, sin entender lo que acababa de ocurrir, la tierra se estremeció y más de estos seres surgieron, cientos de ellos. Coloque a Taba a mis espaldas, pero si decidían atacar, no es mucho lo que podría hacer.
Los demás lo imitaron, por lo que pude captar, éste es su líder. No se movían, permanecían inclinados, como esperando.
-Levántense. –Les pidió Tabatha con voz temblorosa. Ellos obedecieron. El jefe se acercó, retrocedimos en respuesta.
-Princesa. –Se escuchó en nuestra mente. –La hemos esperado por largo tiempo.
-¿Me conocen? –Preguntó ella con palabras.
- Lo que ve, es lo que queda de nuestra raza, somos Kayaqs, durante muchos siglos fuimos esclavos en Cantabria, nos usaban en las minas de dialisio, un mineral de mucho valor. Su madre tuvo consideración hacia mi pueblo, ella logró nuestra liberación. Cuando estalló la rebelión en la Tierra de Banshees, la apoyamos, pero Mangala logró vencernos y como castigo nos desterró en este mundo, con la orden de eliminar a todo aquel que llegue a esta tierra de nadie. La he reconocido cuando detuvo las estacas con su grito, permítanos servirle, como alguna vez hicimos con la reina.
Todos colocaron el brazo izquierdo sobre su pecho, en señal de fidelidad hacia Tabatha, no podía creer el rumbo que tomaban las cosas.
-¿Saben cómo salir de aquí?
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OSCURIDAD
FantasyMi vida era normal hasta que Ben Johnson llegó a la escuela. Sé que guarda un secreto, que me daré a la tarea de revelar. Pero eso no es todo, además de mi enigmático compañero de laboratorio, algo me está ocurriendo y no logro entender qué es. Mis...