Las molestas clases finalizaron al menos por este tedioso día, Jul no paró de hablar en todo el camino de regreso, no entendía como era capaz de hacerlo sin una sola pausa, era algo que tenía que darle crédito. Brent se colocaba los audífonos y subía la música a todo volumen, de esta forma no la escuchaba.
-¿Y? –Julissa me fulminó con la mirada.
Me di cuenta que se dirigía a mí y me enderecé en el asiento.
-¿Y qué? –Pregunté tranquila, la verdad no puse cuidado a nada, mis pensamientos estaban en Ben. Una sombra oscura se cierne sobre él, sé que oculta algo. Hay una voz en mi subconsciente que me alerta que me mantenga alejada, pero seamos honestos, siempre hago lo contrario.
-No has puesto atención ¿Verdad?
–Sus ojos cafés me fulminan con resentimiento. Siento un poco de culpabilidad, pero es normal que me desconecte cuando parlotea sin cesar, es de verdad agobiante prestarle atención, ya que las conversaciones con Jul giran en torno a trivialidades que solo a ella le interesan.-Oh sí, me estabas contando sobre.... –Busque ayuda en Brent pero él jugaba con su celular ajeno a mi situación. Llena de frustración golpee su rodilla con cierta rudeza. El aludido exclamó de dolor y si las miradas mataran, ya estuviera muerta.
-¿Qué ocurre contigo? –Me reclamó molesto.
-Eso te pasa por dejarme sola aguantando el constante canturreo de Jul, eso no es de amigos. –Me cruce de brazos.
-Mejor tú que yo. –Brent se encogió de hombros.
El auto se detuvo en seco, tanto que si no trajera el cinturón de seguridad puesto, de seguro paso atravesando el parabrisas.
-¡Qué estás loca! –Exclamó Brent sobándose la cabeza que había pegado en el asiento delantero.
-Fuera los dos. –Espetó con chispas saliendo de sus ojos.
-¿A qué te refieres? –Consulté sin entender.
-¿Qué a qué me refiero? –Gritó tan duro que lastimó mis tímpanos.
-Ustedes, que se hacen llamar mis amigos, hablan de mí como si yo no estuviera aquí. Si no les gusta lo que tengo que decir, caminen todos los días a la escuela o tomen el autobús.
-Estás enojada por algo que no lo amerita –Dije con total naturalidad. La mejor palabra es la que no se dice, Juli explotó como una olla de presión y su voz salió estruendosa: -Largo, los dos.
Volví a ver a Brent diciéndole con la mirada: -"Bien hecho". Él puso los ojos en blanco y sin más salió, dando un portazo.
-Nunca tuviste refrigerador, aprende a cerrar una maldita puerta. –Alega mi amiga con enfado.
-Todo es tu culpa. –Me reclama Brent al pasar a mi lado, asomándose por la ventana que traía abierta, y siguió caminando.
Los dedos de Julissa martilleaban el manubrio con impaciencia.
-Fuera. –Me señaló.
-Porque no te calmas y discutimos esto.
-Mañana cuando esté más tranquila quizás, por el momento. –Con su mano me señaló de nuevo afuera.
-Está bien, no se puede conversar contigo cuando te pones loquita.
-¿Quéeeeee? –Alargó la "e" más de lo necesario, y su voz resonó, haciendo que el vehículo retumbara.
Antes de darle un motivo más para sacarme ella misma, salí y me puse detrás de Brent. El carro nos pasó pronto por delante, dejando una estela de humo.

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OSCURIDAD
FantasyMi vida era normal hasta que Ben Johnson llegó a la escuela. Sé que guarda un secreto, que me daré a la tarea de revelar. Pero eso no es todo, además de mi enigmático compañero de laboratorio, algo me está ocurriendo y no logro entender qué es. Mis...