CAPITULO 15

4.2K 494 62
                                    

-Tabi, Tabi hija. –Sentía que me movían, de repente el barco en el cual me encontraba en mi sueño naufragó y me vi cayendo en sus oscuras aguas. –Tabatha, despierta.

Abrí los ojos de golpe, incorporándome asustada y respirando con dificultad, al tratar de oxigenar mis pulmones, en la pesadilla me estaba ahogando. Papá me mira confundido.

-Un mal sueño. –Fue todo lo que dije.

-¿Por qué estás durmiendo en el sofá? ¿Y dónde está Julissa? Tu madre me contó que se quedó aquí anoche.

-Sí bueno, una emergencia familiar, su mamá vino a recogerla muy temprano. –Mentí.

-Una emergencia ¿Algo malo?

-No lo sé, no entramos en detalles, y bueno, de la conmoción cerré la puerta de mi cuarto con el seguro sin darme cuenta y cuando intenté entrar, ya sabes.

-Debiste despertar a tu madre, ella tiene una llave de repuesto de tu cuarto.

-¿La tiene? –Arquee una ceja. Siempre dejaba mi recámara cerrada para que ella no incursionara en mis cosas cuando yo estaba ausente, ojala no haya leído mi diario. No, imposible, de lo contrario estaría en este momento en un Reformatorio.

-Son las 6:00 a.m. cariño, sé dónde guarda la llave Grace, vamos.

Lo seguí y espere mientras él regresaba con la pequeña pieza metálica, la incrustó en el llavín y pronto estuve en mi baticueva.

-Ten más cuidado la próxima vez.
–Me advierte.

-Así será, y papá.

-Sí cariño.

-Omitamos esto a mamá, por favor, ya conoces como es.

-No hay cuidado, ahora trata de conciliar el sueño.

-Claro.

Papá es bien despistado, lo cual agradezco, no notó la ropa que andaba, hubiera sido mamá, el interrogatorio sería tal, que no me alcanzaría la vida para contestar sus preguntas, era peor que la Gestapo alemana cuando quería averiguar algo. Me quité todo y me puse un camisón, me enrollé en las cobijas y casi al instante, me dormí.

Al despertar eran cerca de las 11:00 a.m. me estiré varias veces y bostecé otras cuantas. Me quedé pereceando en la cama unos minutos más pero el hambre me obligo a levantarme. Me arrollé el cabello en un moño y bajé a la cocina en busca de alimento. Para mi mala suerte, estaba sola, y digo mala suerte porque tendría que preparar mi desayuno y era pésima cocinera. Una nota en el refrigerador me informa que fueron al supermercado a abastecer la alacena. A papá le cambiaron el horario, ahora se encontraba de turno de día, de seis de la mañana a seis de la tarde, a partir de mañana, al menos podría descansar el pobre, un zombi tiene mejor aspecto que él.

Opte por cereal, pero no había leche, me senté con el tazón en frente del televisor y me quedé viendo en Sony una serie llamada "Hechizada" era de la época de mi madre, una bruja llamada Samantha, y su esposo Darrin, siempre vivían divertidas situaciones por motivo de los poderes de su esposa. Curiosamente mamá amaba esta serie, como lo sé, llevo el nombre de la hija de la protagonista en la serie, oh sea daaaaaa.

El timbre suena con insistencia, tanta que me levanté como un miura expulsando humo por las narices y cuando me asomo para ver quién es, me congelo. Me quedo pegada contra la pared, mi corazón se acelera y dejo que el timbre sigua sonando. Me escabullo dando pequeños pasos pero su voz me detiene.

-Sé que estás ahí, puedo olerte.

Me paralizo, ¿Acaso dijo olerte? Bueno no me había bañado aun, pero no estaba tan pestífera ¿Oh sí?

OSCURIDAD Donde viven las historias. Descúbrelo ahora