Capítulo 22 "Memorias"

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HOLAAAAAA!!! :D 

¡He vuelto!

Gracias por su hermosa paciencia *-*

Sé que últimamente este bebé se había quedado en Stand-By mientras adelantaba un poco mi novela casi terminada "El Beso de la Reina Nocturna", pero ya les traigo su dosis de amor demoníaco ;)

¡Y este capítulo está que ARDE! 

¿Ven ese título...? MUAJAJAJA 

No añado nada más para que puedan comenzar a disfrutar ;) jojojo

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Usó todo el poder mágico que tenía, pero, aun así, no pudo moverlo.

Chilló mientras revoloteaba alrededor, pensando qué hacer.

A su Ama le había caído una gran estantería encima y su cuerpo, que días antes no había estado bien, probablemente se estaba resintiendo.

Al menos no olía a sangre, así que sabía que el daño externo era mínimo.

Pero el interno era el más preocupante.

¿Qué podía hacer?

Parisa batió sus alas con consternación, inseguro.

Entonces lo decidió.

¡La sierva de la Ama!

La pasada ocasión cuando la Ama tuvo problemas, le había pedido llamarla. Quizás en esta ocasión podría hacer lo mismo.

Decidiéndolo, convirtió su cuerpo en energía y, usando las fisuras dimensionales naturales, se trasladó con facilidad hasta la residencia de la Sierva.

Ella usualmente no estaba en el infierno, se encontraba, en cambio, en su casa en el mundo humano, ubicada en una isla pequeña en el caribe, con pocos habitantes.

Pero al terminar de cruzar a la recamara de la Sierva escuchó un chillido de dolor que lo paralizó. Por reflejo usó la natural magia de invisibilidad que los esbirros como él, tenían en su forma actual.

Siguió los gritos hasta el suelo, junto a la cama. Donde la Sierva gritaba, encogida de dolor.

¿Qué...?

Parisa abrió los ojos entendiéndolo cuando observó las marcas, con letras ardiendo al rojo, que cubrían sus brazos.

El castigo.

Ella estaba siendo castigada por usar magia de sanación en una mortal.

Si pudiera hablar habría maldecido.

Infiernos.

¿Justo ahora?

¿Qué se supone que...?

Se alejó de la escena y volvió a casa de su Ama.

Fue junto a la estantería y con cuidado, agradeciendo su diminuta forma, llegó hasta la mano femenina.

Disculpándose por tocarla sin permiso, usó mucho de su poder para poder lanzar la magia más poderosa que conocía.

Ralentizó su tiempo.

Quedó bastante exhausto luego de ello... pero era lo mejor que podía hacer dadas las circunstancias.

Parisa voló inseguro, de un lado a otro.

Eternamente TuyaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora