33.Con sabor a despedida

2K 264 207
                                    

Cuando separas una partícula entrelazada, y alejas ambas partes, una de la otra, inclusive en lados opuestos del Universo, si alteras o afectas una, la otra será afectada o alterada de manera idéntica.
(Sólo los amantes sobreviven)*

* * *

POV MAGNUS

Era ya viernes, oficialmente mi último día en el taller, Tessa regresaría el lunes…

Desperté de la mejor manera,  con el cálido cuerpo de Alexander al  lado, sus brazos a mi alrededor, sus piernas enredadas con las mías, su aliento erizando mi piel, sus bellos ojos azules fijos en mí cuando los míos se abrieron. Me regaló una hermosa sonrisa y un peso extraño se instaló en mi pecho.

De repente me dio miedo salir de esta cama, que algo malo ocurriera después de este momento. Me dio miedo perderlo. –Te amo, Alexander –las palabras se me escaparon sin permiso.

Su sonrisa se hizo más grande todavía, sus ojos se iluminaron un poco más. Me apretó más fuerte contra él. –Te amo, Magnus Bane. Siempre ha sido así y lo seguirá siendo. Aunque dejáramos de existir en este planeta, en esta vida, cada partícula mía que se disperse por el universo, seguiría reteniendo este amor por ti.

Mi ceño se frunció levemente y la incómoda sensación se hizo más grande. -¿Por qué hablas como si te estuvieras despidiendo?

-No lo hago –me dijo con un beso, pero un beso raro-, sólo remarco un hecho. Es así.

-No estarás pensando en dejarme, ¿no? Te puedo hasta perdonar la última carta…

Él soltó un par de carcajadas. –No es necesario. La última carta está lista, profesor. Sólo…me gustaría pedirte algo…

Su mirada me evitaba y eso me dio miedo. Algo iba mal, lo sabía, lo sentía; y él igual. -¿Qué cosa? Lo que quieras, lo haré…

Sin decir nada se levantó de la cama y salió de la habitación, antes de que pudiera reaccionar y pedirle una explicación, él ya había regresado, tenía un sobre rojo en la mano. Me lo entregó y, por fin, sus ojos se encontraron con los míos: -Quiero pedirte que la leas hasta el domingo en la noche, no antes…

No hay nada como decirte que no hagas algo, para que quieras hacerlo. Tomé el sobre y nuestras manos se rozaron, provocando exactamente las mismas chispas de electricidad que la primera vez cuando recogíamos mis libros. -¿Por qué?

-¿Por favor?

Lo intentaré. –Está bien –le contesté, con una sonrisa, saliendo de la cama, antes de que se nos hiciera tarde.

POV ALEC

Debía confiar en que todo saldría bien. Teníamos tres días para lograrlo. Debía confiar en que Magnus no leería la carta antes de tiempo, o que tal vez ni sería necesario que lo hiciera, si lograba que él recordara…

-¿Estás bien? –me preguntó después de un largo silencio, cuando íbamos camino a la universidad.

-S-sí…

-¿Seguro? –su mano tomando la mía, dándole un suave apretón antes de soltarla.

-Sí. Sólo pensaba… ¿a dónde iremos el fin de semana?

Me regaló una pequeña sonrisa antes de volver la vista a la carretera. –Tengo una casa de campo, ahí nadie nos molestará…podremos estar solos y tranquilos…

-Solos y tranquilos suena bien –contesté seguramente sonrojándome-. ¿Seguro nadie nos molestará?

-Sí. Esa casa era de mi madre… Nadie sabe de su existencia, sólo mi padre, pero él no está en la ciudad ahora, así que…sí, estoy seguro.

-Uumm… -yo no estaría tan seguro.

No dije nada más y llegamos a la universidad. Bajamos del auto y caminamos juntos, de la mano otra vez, hasta el salón. Era raro como nadie nos cuestionaba, nadie parecía notar algo diferente o ver mal el hecho de que fuera de la mano con mi profesor…

-¿Qué piensas? –me preguntó, su mano libre trazando círculos en una de mis mejillas, como aquella vez…

Dejo salir un suspiro. –En que te quiero…

-Yo también, mi nephilim –me dice con una sonrisa y me suelta antes de entrar.

Me dirijo a mi lugar y Magnus empieza la clase.

-Como saben, hoy es mi último día con ustedes –sonríe cuando todos hacen sonidos de inconformidad, no es que Tessa fuera una mala maestra, pero Magnus es perfecto, yo también lo prefiero y no porque sea mi novio-. Quiero que escriban un último texto, algo más…personal, de ustedes para mí –dicho esto sus ojos de gato se clavan en los míos. ¿Lo decía por mí?

Siento mi cara arder y prefiero concentrarme en mi pluma contra la hoja. Las palabras fluyen sin que tenga que pararme a pensar ni un momento:

<<Querido, Magnus Bane, mi actual profesor de expresión literaria:

Te amo, no podría empezar algo personal de otra manera. Te amo así como aquel shadowhunter inexperto amó  a su brujo. Te amo tal vez más.

Tal vez existe la reencarnación…o no. No lo sé. Sólo sé que si existe, tú y yo nos seguiremos encontrando. Puede parecerte extraño, un alumno con su profesor, ¿muy cliché? Es posible, pero te aseguro que no hay nada de cliché en lo que siento por ti. Hoy. Aquí. Ahora. Con estos cuerpos. En esta clase. En ese mismo segundo, mientras escribo, y siento tus ojos de gato clavados en mí.

Sin pensar en el pasado que pudimos haber tenido, juntos o separados. Sin pensar en el futuro, en un día más, dos, tres, una semana, un año, una vida. Pensando sólo en lo que tenemos seguro, tú y yo mientras nuestros corazones no dejen de latir sincronizados y nuestros ojos y nuestras manos sigan buscándose para estar en paz.

Te amo, en este segundo, y si el mundo colapsa en el siguiente, ese segundo habrá valido la pena porque te conocí, porque nuestros caminos se cruzaron y te amé una vez más.

Tuyo ahora, como siempre, tu alumno, Alexander>>.

Cuando terminé la carta, una lagrima cayo mojando mi nombre, difuminándolo un poco, distorsionándolo. La campana sonó, esperé a que todos salieran para ir hacia Magnus.

Cuando aparté la mirada de la carta, sus ojos estaban fijos en mí. Intenté sonreír y caminé hacia él. Le entregué la hoja, era raro por fin algo con mi firma, sin disfraces ni máscaras en las letras. Se sentía bien.

Él, sin pedir permiso, la leyó frente a mí. Mi cara iba calentándose conforme sus ojos iban recorriendo las letras, cuando terminó me atrajo hacia él en un abrazo. –Yo también te amo, y agradezco a la vida darme este regalo, la felicidad de haberte conocido y tener esto. No importa cuánto dure.

Esto sonaba tanto a una despedida…

CONTINUARÁ…

¿Qué tal el inicio del viernes? ¿Ya tienen sus pañuelitos? 😂 no es cierto, es broma, yo no los hago llorar. Ahora falta el encuentro con Destiny…

*Esta frase no es de un libro, es de una película, pero cuando la vi me encantó esa teoría de Las partículas entrelazadas. Si no la han visto, se las recomiendo, tiene referencias a la literatura, sale Tom Hiddleston (qué más quieren), deberían pagarme por promocionar lo que me gusta 😄

Mi inmortalidad por tiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora