Mi inmortalidad por ti

26. ¿Novios?

El amor no se manifiesta en el deseo de acostarse con alguien, sino en el deseo de dormir junto a alguien.
(Milan Kundera)

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Advertencia: cursileria intensa! *pueden omitir este capítulo y esperar el siguiente*

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POV ALEC

El calor del cuerpo de Magnus junto al mío, ese sería mi inicio para definir el paraíso. Sus brazos a mi alrededor, nuestras piernas enredadas, los latidos de su corazón en mi oído. Sin necesidad de llegar a más que besos, abrazos y caricias, así como en las primeras veces...

Recordaba un par de ocasiones en que me quedé a dormir en su loft, en el sofá aquellas veces. Una después de una larga sesión de besos y otra cuando pasé únicamente a tomar un café después de cazar demonios y me quedé dormido al instante.

En cierto modo volvíamos a ser ese par de novios conociéndose aún, en todos los sentidos. Al menos él a mí, porque yo lo sabía todo de él, aunque ¿realmente terminas en algún momento de conocer a las personas?
Creo que cada día encuentras más detalles, manías, cualidades y defectos en tu pareja, y el amor es seguir ahí con todo eso, enamorándote un poco más a diario. Y yo estaba conociendo a otro Magnus ahora, y estaba aprendiendo a amarlo de un modo nuevo.

Dormí perfectamente, entre sus brazos, sentía que podía respirar más fácilmente ahí, con él, ese era mi lugar en el mundo, él era mi hogar, ahí donde mi corazón podía latir libremente y feliz.

Soñé con él, pero eran sólo buenos sueños, sólo amor, él y yo amándonos sin impedimentos, porque en el mundo de los sueños todo es perfecto.

Como Magnus dijo, no teníamos demasiado tiempo, apenas un par de horas. Cuando logré sacudirme la pesadez del escaso sueño me encontré con sus ojos de gato fijos en mí, brillando de un modo que me detuvo el corazón.

POV MAGNUS

Se sentía tan bien el cuerpo de Alexander junto a mí, su calidez eliminando cualquier frío posible, encajando perfectamente con el mío, como dos piezas de un rompecabezas hechas para encontrarse algún día y no separarse nunca. Él era mi otra mitad, podía sentirlo cuando estábamos cerca, mi cuerpo se adaptaba a sus movimientos, mis latidos iban a un ritmo diferente, respiraba con más tranquilidad y más fácilmente, mis ojos buscaban los suyos siempre, como si fuéramos dos imanes fuertemente atraídos, quería tocarlo, tener su mano en la mía, abrazarlo, besarlo, perderme en su olor y en las sensaciones que me provocaba. Me estaba enamorado como un adolescente, empezaba a estar perdidamente enamorado de mi alumno, de Alexander Lightwood, un chico que conocía hace escasos diez días, y no quería pensar en eso, en si era posible, en si era correcto.

Y no quería dormir. No quería tener sueños intranquilos y dolorosos con un Alexander desconocido, que al despertar no podría recordar bien. Y menos soñar tranquilamente con una mujer que no sé quién es, si la he conocido o la conoceré. No quería arruinar este momento.

Así que me quedé despierto, sintiendo como el cuerpo de Alexander se relajaba en mis brazos, como su respiración se iba ralentizando, como el azul de esos hermosos ojos se perdía tras sus párpados. Lo observé dormir, admiré su rostro, su cuerpo, su piel suave y hermosamente pálida, sus labios moviéndose, murmurando entre sueños, sonriendo en ocasiones.

Sentía que mi corazón iba a explotar de felicidad, mi cuerpo se sentía tan relajado en esa posición, de verdad sentía que podía morir ahora y no me importaría. Tenía a mi lado a mi nephilim, porque Alexander parecía realmente un ángel. Seguramente bajó del cielo sólo para hacerme feliz. Un suspiro se me escapo a la par que Alexander decía mi nombre.

-Magnus -murmuró, removiéndose un poco, aferrándose a mi cuerpo. Mis ojos se abrieron sorprendidos y mi corazón se detuvo esperando a que dijera algo más, pero después entendí que hablaba dormido. Una enorme sonrisa apareció en mí, ¿Alexander soñaba conmigo? ¿Será que él también sentía algo más allá de una simple atracción?

Mis ojos siguieron fijos en él hasta que lo sentí moverse más conscientemente y, después de varios intentos, el azul apareció iluminando mi día y mi corazón.

-Hola, mi nephilim.

POV ALEC

Sentí mis mejillas arder y se me escapó un intento de gruñido molesto. Pero la verdad es que me gustaba que me dijera así. Me recordaba nuestra vida anterior. Lo abracé por dos razones, para asegurarme que era real, que de verdad estaba con él, en su cama, en sus brazos, que no era un sueño, y para que no viera mi cara cuando dije: -No te burles de mí.

Sus manos me apartaron de él, sin ser brusco, casi podría decir que con cariño, y temí haber dicho algo malo. ¿era ahora cuando me dejaba, cuando me decía que fueron un error todos estos días?

-No me burlo.

Una de sus manos manteniendo fijo mi rostro hacia él. Sus ojos clavados en los míos. -Me llamas así por las cartas, pero no crees en ello.

-Nunca he dicho que no lo crea.

-¿Creerías posible ese mundo? ¿Creerías que pude serlo?

-¿Por qué no? -contesta muy serio, después de un momento-. Creo que sigues siendo un ángel ahora.

Un rayito de esperanza se instala en mi corazón a la par que el color llega a mi rostro y las palabras se me escapan.

Él se ríe y me da un beso fugaz que me deja con ganas de más.
-Me encantas, Alexander.

-Te quiero -le digo un poco cohibido.

-Yo también -me dice con una sonrisa-. Ahora levantate o llegaremos tarde a clase.

-Uumm... Tengo un problema.

Él me mira a la expectativa pero no dice nada.

-Dos en realidad... No tengo ropa y...no hice mi tarea, profesor.

Por el ángel que yo paso más tiempo rojo que en mi palidez natural.

Él suelta una carcajada. -Te puedo prestar ropa. Y lo otro...tal vez el maestro entienda que estuviste con tu novio y puedas llevarle dos cartas mañana...

Se detiene de repente, pero ya es demasiado tarde. No sé cómo o cuándo pasó, pero ya estoy encima de él, con una gran sonrisa: -¿Novio?

Y, por primera vez, es el gran Magnus Bane quien se ruboriza.

CONTINUARÁ...

A ver qué tengo qué decir. ¿Me pasé de cursi? Sí. ¿Ahora será todo miel? No. ¿Destiny creará problemas? Más o menos...

Les cuento 🙊 miércoles, jueves y viernes habrá más tranquilidad que caos. El fin de semana ese querrán matarme jajaja, les adelanto que se pondrá feo los dos últimos días 🙈

La continuación del día 8 en un rato!

Si sintieron que la historia se estancó en este capítulo, recuerden que les dije que podían no leerlo y esperar el siguiente que habrá más acción...