41. ¿Ir por Magnus?

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-Yo te estaré buscando en miles de mundos y por diez mil vidas hasta encontrarte.
-Y yo te esperaré en todos ellos y en todas ellas.
(La leyenda del samurái)

* * *

POV ALEC

<<-Ahora no es un buen momento, Alexander. Tessa está desaparecida. Desde anoche no sabemos nada de ella…

-Magnus no está. Se lo llevo su padre…

-¿Cómo que se lo llevo su padre? –pregunta Catarina después de varios eternos minutos de silencio y pérdida de tiempo.

-N-no lo sé… -ahora que lo pienso… ¡Qué estúpido soy! Llamé sin saber absolutamente nada de lo que pasó…

-¡Cómo que no lo sabes! –me grita una exasperada Catarina, escuchó a Jem preguntar “¿Qué sucede?”- ¿Es que no estaba contigo? ¿Cómo demonios permitiste que algo así pasara? Y cuando dices “su padre”, ¿te refieres al brujo o a…?

-No lo sé, Catarina, maldita sea, ¡no lo sé!

-No estás siendo de ayuda para absolutamente nada, Lightwood.

-¿Crees que no lo sé? –pregunto tal vez un poco histérico, a punto de llorar. Pero, ¿quién no estaría histérico si secuestran a su novio mientras duermes? Todo esto es mi culpa, ¿por qué demonios no desperté?

-Ok, ok. Vamos a calmarnos, dime dónde estás y Jem y yo iremos…>>

Le di la dirección de la casa de campo de Magnus y unos minutos después ella y Jem aparecieron frente al lago. Salí a abriles y al instante recibí un golpe en el rostro por parte de Catarina. Cerré los ojos en cuanto sentí su mano, no dije nada.

-¡Basta! –dijo Jem jalando a Catarina del brazo-. Basta, Cat. Sé cómo te sientes, pero no es su culpa y nada ganamos peleando entre nosotros. Seguro eso es lo que él quiere…

-¿Él quién? ¡Quién! ¡Alexander ni siquiera sabe quién!

Respiro profundo. Jem tiene razón. –Pasen y hablemos.

De mala gana, entra Catarina y después Jem sonriéndome apenado. ¿Cómo puede sonreír con el amor de su vida desaparecido? Hasta ahora entiendo que estamos en las mismas condiciones, tal vez peor porque yo al menos sé que Magnus está bien…

-¡ALEXANDER! –siento a Catarina zarandearme, sacándome de mis pensamientos-. ¿Puedes concentrarte y decirnos exactamente lo que sucedió?

Miro a mi alrededor y me doy cuenta que llegamos ya a la sala frente a la chimenea. Empiezo a relatarles, enrojeciendo en algunas partes, nuestro día de ayer…

-No queremos detalles –dice Catarina, sobándose la frente claramente más desesperada que antes-. Sólo dinos dónde se supone que estabas mientras “alguien” se llevaba a Magnus…

Bajo mi mirada, sintiéndome tonto, inútil y… -¿Alec, estás bien? Sólo…explícanos. Esto no es tu culpa –es la voz de Jem ahora la que interrumpe el hilo de mi autotortura.

-Es que…creo que lo es… –digo diciendo con mi mirada clavada en el piso, no podría enfrentarme a ellos-. Yo…yo creo que estaba dormido mientras todo sucedió…

-¿Es que tienes el sueño tan pesado? –pregunta Catarina con voz tan ácida que me hacer mirarla de nuevo.

-Cat, por favor –insiste Jem-. Si fue el brujo probablemente no despertó debido a la magia...

Los labios de ella se fruncen en completo desacuerdo pero no dice nada. Y yo les explicó que básicamente lo único que sé es que pasamos la noche juntos y cuando desperté él ya no estaba y había una nota suya atrás de mi carta… -¡La carta! ¡Las cartas!

-¿Qué cartas? –pregunta Jem y Catarina se inclina hacia mí, interesada por primera vez.

-La carta. Donde Magnus escribió, ¡esa carta! Él no debía leer esa carta hasta hoy. Oh Dios, ¿qué hice? –cubro mi rostro con mis manos, sintiéndome más culpable ahora.

-Explícate –me dice Catarina, mirándome con los ojos entrecerrados cuando vuelvo a mirarlos.

Respiro profundamente. Esto va a ser difícil. –Y-yo…bueno, ya saben, escribía cartas para Magnus, es decir, para el taller, le contaba básicamente parte de nuestra historia, sin decirle claro que éramos él y yo. Pero, si no lo lográbamos no quería que esto se terminara sin que él lo supiera…así que le escribí una última donde…donde le explicaba todo. Yo…yo le hice prometer a Magnus que la leería hasta hoy en la noche…

Una pequeña sonrisa aparece en los labios de Jem y Catarina suelta una carcajada. Ambos me ven y dicen a la vez: -¡Es Magnus Bane! Obvio la leyó antes…

-Ahora me siento estúpido. Gracias. –pero igual se me escapa una sonrisa. En efecto, es Magnus Bane, MI Magnus Bane, curioso, descarado y rompe reglas siempre.

Catarina se pone de pie y me mira ya no tan furiosa. –Llévanos a la habitación, tenemos que sentir el ambiente y ver esas cartas…

Llegamos a la habitación, Jem y Catarina leen la carta roja y me miran con ¿sospecha? -¿Sólo leyó ésta? –me pregunta él, sus ojos iluminados con algo que casi podría decir es esperanza.

-Uumm…no lo sé, sólo esa estaba en la cama… Supongo que sí…

Escucho a Catarina reír. –No lo creo –me dice mostrándome un montón de hojas amontonadas en el escritorio.

¿Cómo no lo había notado? Ellos las empiezan a leer sin preguntar. Se miran en varias ocasiones y sonríen. -¿Ya lo notaste? –pregunta ella y él sólo asiente y sonríe.

-Qué notó? –pregunto yo acercándome a ellos para leer también.

-Magnus subrayó frases –dice Jem-. Parece que al leer se fue dando cuenta, la pregunta es si subrayó esto antes o después de leer la carta roja…

De repente Catarina suelta una exclamación indignada y me ve con ojos acusadores. -¡¿No te dije que no le dieras esto?!

Tomo el papel de sus manos totalmente confundido y mis ojos se abren sorprendidos. –Y-yo…yo no le di eso…

-¡Y cómo llegó aquí entonces!

-N-no lo sé –empiezo a leerlas todas y me doy cuenta que hay tres cartas que escribí pero nunca le di. ¿Qué está pasando?-. Yo no le di ninguna de éstas…

-Recapitulemos –dice Jem-. Magnus leyó esas cartas y subrayó cosas, Magnus leyó la última carta así que ya no debe tener dudas, escribió al reverso hablando de recuperar de magia para vencer a su padre y volver por ti…

¿Cómo hace Jem para estar tan tranquilo?
-¿Y Tessa? –me atrevo a preguntar en voz baja.

-Con todo esto que nos has contado, creo que es obvio que desaparecieron casi al mismo tiempo –me dice él-. Creo, estoy casi seguro, que deben estar juntos…

-¿Pero dónde? ¿Y a quién se refiere cuando dice “mi padre”?

-Préstame de nuevo la roja –me dice Catarina extendiendo su mano. Se la doy y esa cierra los ojos, tomando el papel con ambas manos. Cuando los abre de nuevo tiene una enorme sonrisa-. Magnus hizo esto con magia…

Jem y yo la miramos sorprendidos. –Claro, él habla de volver a controlar su magia, no de recuperarla –nos dice Jem.

-¿Eso quiere decir…?

-Creo que sé dónde está –me interrumpe Catarina.

-¿Dónde? ¿Siguen en este mundo? ¿Podemos ir?

Ella intercambia una mirada con Jem, pero no dice nada.

-¡Contesta! Dime algo –empiezo a suplicar-. ¿Siguen aquí? ¿Magnus está bien? ¿Sigue vivo? Dime que sigue vivo, por favor.

CONTINUARÁ…

¿Ya respiran un poco más tranquilos? ¿Será que Tessa sí está con ellos o no? ¡Se acerca más el final! Creo que tal vez dos capítulos más…

Y en un rato subo lo que resta del día 13.

Mi inmortalidad por tiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora