Mi inmortalidad por ti

5. Un shadowhunter y un brujo

Eran amantes eternos, buscarse y encontrarse una y otra vez era su karma.
(Isabel Allende)

* * *

<<Querido ex Brujo de Brooklyn:

Generalmente las personas, shadowhunters y subterráneos, acuden a ti para borrar y recuperar recuerdos. Así que debe ser raro que sea ahora yo (un shadowhunter) quien tenga que refrescar tu memoria... Y no un shadowhunter cualquiera.

Tú y yo nos conocimos en la fiesta de cumpleaños de tu gato, por un asunto precisamente de recuerdos... Tú habías borrado la memoria de Clary cuando era sólo una niña para alejarla del mundo de las sombras... Y ahora quien está lejos de ese mundo eres tú, y te necesito de vuelta.

Seguramente te preguntes muchas cosas, como qué es un shadowhunter (yo, quien te escribe, soy uno de ellos), un nephilim, ya sabes, sangre de ángel, estamos en el mundo para proteger a los mundanos de los demonios...porque todas las historias son reales (y a veces los sueños también).

Los subterráneos (tú eres, eras, uno...en otra vida) eran los brujos, vampiros y hadas... Tú eras un hijo de Lilith cuando te conocí, en un mundo donde no estaba bien visto ser gay, ni mezclarse con los subterráneos y menos con el gran M.B. (brujo bisexual, librepensador y espontáneo). En un mundo que tuvimos que poner de cabeza para poder estar juntos...

Y lo volvería a hacer, una y mil veces, ¿sabes? No me importa cuántas veces renazca y si me dan recuerdos o no de esa vida juntos...porque, con memoria o sin ella, tú siempre estarás en mi corazón. Y al corazón no hay quién le gane, contra un amor como el nuestro no podría ni Asmodeus, príncipe del infierno, padre tuyo.

Nunca tendrías que haber dado tu inmortalidad por mí en Edom, yo hubiera preferido morir ahí contigo; porque, como te dije, no quiero el mundo, te quiero a ti. Aunque hoy la vida nos da una segunda oportunidad...

Nuestra historia comenzó buscando recuerdos en una fiesta y parecía haber terminado en Edom, contigo entregando tu inmortalidad para salvar a una pandilla de estúpidos shadowhunters adolescentes... Y todo porque estabas enamorado de uno de ellos (y él de ti, perdidamente). Pero hoy te cuento la segunda parte...

Dicen que las segundas partes nunca fueron buenas. Pero también decían que un shadowhunter y un brujo no podían amarse y tú y yo lo hicimos,  fuimos la excepción a esa regla. ¿Por qué no romper otra? ¿Por qué no romperlas todas? Incluso las del tiempo y el espacio, porque tal vez no deberíamos habernos encontrado, pero lo hicimos... Porque mi corazón siempre buscará al tuyo... Siempre esperaré por ti, en esta y en todas mis vidas. En la anterior tú me conquistaste con detalles y paciencia, tú le diste brillo a mi mundo, fuiste mi mundo... En ésta me tocó a mí, es mi turno de ganar tu amor o, mejor dicho, de recuperarlo.

Y ésta es sólo la primera de muchas cartas, mi amor.

Con cariño, tu nephilim estúpido.>>

* * *

POV MAGNUS

Sonreí como un estúpido yo al leer eso último. Era el proyecto de Alexander. Y, no es por nada, pero era el mejor de la clase, tenía talento al escribir, sabía expresar demasiado con unas simples líneas... Casi podía sentir que yo era su brujo y él mi nephilim.
Era absurdo, lo sé.

Se tomaron bastante bien los alumnos el proyecto temático. Era el segundo día y todos me trajeron sus textos...
La clase estaba por terminar cuando la rubia se levantó de su asiento y preguntó en voz alta: -¿Y su proyecto, profesor Bane?

Levanté mi mirada de la carta para encontrarme con el azul hipnótico de los ojos de Alexander sobre mí. Él me sonrió tímidamente y yo le sonreí de vuelta antes de contestar: -¿De verdad quieren leerlo?
Hubo una unánime respuesta afirmativa y fue Alec quien habló por todos: -No es justo que sólo nosotros le abramos nuestro corazón...

Me perdí en el azul de su mirada unos segundos, esas palabras me recordaban las de su carta. Su shadowhunter le abría el corazón al brujo, ¿él realmente me lo abría a mí?

Iba a contestar cuando sonó la campaña. Así que únicamente les prometí un "Mañana" y dejé que todos salieran.

* * *

POV ALEC

Guardé deliberadamente lento mis cosas para poder quedarme al final y hablar con Magnus. Necesitaba saber su reacción a mi carta...algo tenía que haber removido con mis palabras. Pero el universo conspiraba, cuando ya sólo quedábamos otra compañera y yo, mi celular sonó, obligándome a guardar todo con prisa esta vez y salir a contestar. Casi sentí que la mirada que Magnus me dio antes de salir fue de decepción...

-¿Alec? -Izzy sonaba emocionada.
-Sí...
-¡No vas a creer lo que pasó! -y empezó a relatarme algo que yo realmente no quería saber-. ¿Recuerdas mi curso de cocina? ...Pues conocí a un chico... Es tan dulce, Alec...tan torpe y friki... Se llama...

En ese momento me di cuenta que no traía mi cuaderno. No podía irme sin él.
-Izzy -la corté antes de escuchar el nombre del susodicho-. Debo regresar al salón. En casa me cuentas.
Ella soltó un bufido antes de cortar la llamada. No me importó, mi cuaderno era más importante que su galán friki sin nombre que seguro no duraría porque no era su estilo.

Caminé rápidamente de vuelta al taller. Entré mirando directamente a mi lugar y frunci el ceño al no ver mi cuaderno.
-¿Buscas esto? -preguntó una voz sensual a mi espalda.

Me giré para encontrarme con sus ojos de gato y su sonrisa divertida. Mi cuaderno en su mano derecha, con sus dedos llenos de anillos (hasta ahora notaba ese detalle).
-¡Sí! -grité emocionado, dando un paso hacia él.

Él me ignoró y fue a sentarse a su escritorio. Yo lo seguí.
-Antes de dártelo, me gustaría que me expliques este símbolo. Perdón por fisgonear, no era mi intención. Es sólo que sin querer se abrió en esa página y...no sé cómo explicarlo, algo en él me llama la atención.

Sonreí cuando vi el "símbolo" del que hablaba. Era la runa de alianza entre cazadores y subterráneos. Aquella que use cuando lo besé frente a todos en el salón de los acuerdos.
-¿Le gusta? Es una runa...

-Hablame de tú, Alexander. No estoy tan viejo...
Sonreí. Él no me llamaba Alec, eso era buena señal. -¿Te gusta?
-Podría decirse...

-Tiene que ver con mi proyecto...tal vez la adjunte en la siguiente carta.
-¿Cómo se te ocurrió? -sus ojos buscaron los míos-. Es decir, esa historia de brujos y nephilims, recuerdos perdidos y vidas pasadas...

-Tal vez lo viví en otra vida.
Él soltó una carcajada antes de darme el cuaderno. -Espero la historia de esa ¿runa?
Lo tomé rozando levemente sus dedos. Necesitaba sentirlo aunque fuera un simple toque "accidental". -Yo espero leer sus palabras sobre Edom. Tus palabras...

Tardó en separar sus dedos de los míos. Parecía que quería acercarse a mí, me miró directo a los ojos un buen rato antes de bajar su mirada a mis labios (no lo aluciné) y, finalmente, decir: -Todos esperamos algo del mañana entonces, Alexander.

* * *

Y ninguno de los dos vio a la mujer vestida de azul que los observaba desde la enfermería con una leve sonrisa en los labios, para después chasquear los dedos y desaparecer...

CONTINUARÁ...

No sé qué tal quedó esa carta. Me sentí absurda poniendo a Magnus decir que Alexander escribe bien 😂