17. Vita brevis

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¿No éramos tú y yo dos cuerpos fundidos en uno solo, del mismo modo que el puente une dos orillas en una? Pero de pronto emerge del río una poderosa deidad que corta la conexión entre esas dos orillas.
(Floria Emilia)

* * *

POV ALEC

Era domingo, oficialmente la mitad del plazo terminaba hoy. No sabía si debía buscar a Magnus o darle tiempo y espacio para pensar, pero es que justo eso (tiempo) es lo que no tenía.

Ayer me pareció que volvió a recordar algo. Estoy seguro que ha tenido recuerdos fugaces, aunque no me ha dicho nada al respecto, quiero pensar que es así.

<<Querido M.

Ya no sé qué escribirte para expresarte qué tan hondo estás en mi corazón. Pasó una vida, y podrán pasar mil más, yo te seguiría amando y recordando.

Ni la magia o el infierno lograrán el olvido. Mi corazón fue tuyo desde aquel día que, en tu loft, me hiciste recordar que yo también puedo reír, que merezco hacerlo.

Me gustaría poner tu nombre aquí, contarte, sin ocultar identidades, todo exactamente como sucedió. Desde el primer día de aquella vida hasta el primero de ésta.

Mi corazón nunca te olvidó, debe ser que yo siempre te amé más (y esto no es un reproche), es sólo que yo te amo con toda mi alma y lo daría todo por ti; aunque tú diste tu inmortalidad, no puedo competir o argumentar contra eso.

¿Haría alguna diferencia si te cuento todo de frente?

Siempre tuyo, Alec>>

Doblo el papel y lo guardo en la bolsa trasera de mi pantalón. Tomo una chaqueta y, de camino a la salida, envío un mensaje:

<<¿Me invitas a pasar la tarde en tu casa?>>

* * *

POV MAGNUS

Acostado en la cama a las tres de la tarde, mirando al techo, recordando a Alexander. Llevo horas así, como un vil adolescente.

Volví a soñar con él, un sueño nuevo, nos besábamos (él me besaba en realidad), entre un mar de gente, a los únicos que lograba reconocer era a Sheldon y a la hermana de Alexander.

Y, desde que desperté, su rostro llega a mí cada que cierro los ojos. Y una opresión en el pecho no me deja respirar, tengo miedo, un miedo irracional de perderlo...

Mi celular vibra en el buró, sacándome de mis pensamientos. Alargo mi mano para tomarlo y sonrío al leer el mensaje.

<<¿Qué clase de persona crees que soy?>> contesto sin perder la sonrisa.

<<Alguien que me quiere tener esta tarde con él>> aparece a los pocos segundos.

Me quedo sin palabras y lo único que hago es enviar mi dirección.

Un minuto después: <<En camino. Te quiero.>>

Esas dos palabras me dejan sonriendo embobado, hiperventilando un buen rato. Para cuando me doy cuenta el timbre ya está sonando y yo sigo en pijama. ¿Cuánto tiempo pasó?

Me encamino a la puerta, únicamente después de lavarme la cara y los dientes.
Y ahí está él. Y un nuevo flashazo aparece:

Alexander, ante mi puerta, brillantes gotas de agua en su alborotado cabello negro.

-Quería verte -me dice con devastadora sencillez-. ¿Te parece bien? Puedo irme si estás ocupado o lo que sea.

Yo contestaba, jalandolo por los cordones de su sudadera: -Creo que se me podría convencer para vaciar mi agenda.

Y entonces los dos tiempos se funden en uno. En aquel, Alexander se lanza a besarme. En el momento presente su cuerpo choca contra el mío, pero sus labios no llegan a tocarme, únicamente nos fundimos en un abrazo excesivamente apretado, pero del que no me quejo, algo en mí no quisiera soltarlo nunca.

-Te extrañé -murmura contra mi cuello, enviando escalofríos por toda mi columna, y creo que podría acostumbrarme a eso.
Rio un poco por la sensación de sus labios en mi piel y él agrega de manera apresurada: -Sé que nos vimos apenas anoche, pero...

-Sshh -digo apretándolo más contra mí-. También te extrañé.
Lo siento sonreír y eso me hasta para hacerlo también.

* * *

POV ALEC

Terminamos, de algún modo, en el sofá de Magnus, viendo un programa de no sé qué, porque honestamente no presté atención.

Me perdí en la sensación de sus latidos contra mi cuerpo. Estábamos abrazados, casi como antes si omitimos que él no me recuerda, mi espalda en su pecho, sus manos descansando en mi estómago, las mías sobre las suyas.

Y es tan familiar y correcto todo, que casi lo siento cuando rompé la burbuja:
-¿No crees que vamos demasiado rápido? -pregunta dejando un beso en mi cabello.

Un sonido parecido a un ronroneo sale de mi garganta. Y lo siento reír. -¿Te molesta? -pregunto a mi vez.

-No -contesta después de un largo silencio que me preocupa, me muevo entre sus brazos y busco sus ojos.
-No sé -confiesa cuando me encuentro mirándolo fijamente.

-La vida es breve, Magnus. No tenemos seguro más que el aquí y ahora. Yo podría irme, o tú, hoy, mañana, la próxima semana... -hace una mueca pero yo sigo-. No podemos desaprovechar los sentimientos pensando en si vamos rápido.

Él murmura algo como "estúpido nephilim" y acerca mi rostro al suyo...pero su celular suena, impidiendo el encuentro de nuestros labios.

Me levanto de encima de él un poco molesto y lo dejo contestar.

<<-Padre -dice con voz seria al instante. Y yo me tenso y me giro para ver su cara mientras habla.

-¿Qué...? ...No... Sí, entiendo, pero... No puedo hacer eso... No... ¿Sabes que voy empezando mi trabajo? ...Debo esperar al menos las dos semanas que le prometí a Tessa... ¡¿Qué?! ¿Cómo sabes...? ...Entiendo -dice lo último con los labios fruncidos y después cuelga.>>

-¿Todo bien? -pregunto, después de un incómodo silencio, tomando su mano.

Sus ojos buscan los míos un instante y después los aparta. -Mi padre me necesita. Debo ir.

Siento mi corazón dejar de latir, el tiempo se detiene, y cuando me doy cuenta ya estoy sobre él, aferrado a él. -No me dejes, por favor.

POV MAGNUS

Me rompe el corazón ver a Alexander así, suplicándome como si yo fuera todo para él. Quiero asegurarle que nunca lo haría pero entonces recuerdo sus palabras "¿Es en verdad por tu trabajo o es por el chico de ayer? No querrás que algo le pase, Magnus".

Un peso extremadamente grande se instala en mi pecho y sé que preferiría hacerme daño a mí mismo que a Alexander.

-Intentaré hablar con él -es todo lo que prometo-. Tal vez debas ir a casa. Mañana hay clases.

-¿Estarás ahí mañana? -pregunta con una pequeña sonrisa y una lágrima bailando en uno de sus ojos.

Y siento mi corazón partirse definitivamente. ¿Cómo podría ya vivir sin él?
-Claro.

CONTINUARÁ...

Esa carta la puse porque el plan era que la encontrara Magnus, pero ya la llamada fue suficiente.
Siento si fue un mal capítulo. Oficialmente esto va a la mitad 😱, ¿ya les dije que los amo por leer, votar, y por sus bellos comentarios? ❤😘
Oh, y hoy sí hay día 4!🙌

Mi inmortalidad por tiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora