Llegamos a la costa a eso de las 2 am. Aún estaba oscuro y hacía un frio congelante. Las estrellas y la luna iluminaban el mar que se veía oscuro y agitado. Yo estaba inmóvil en el asiento delantero, estaba nerviosa y al mismo tiempo feliz.
–¿No piensas bajarte? –
–No, y si no quiero ¿qué? –
Derek bajó del auto y se dirigió rápidamente a mi puerta, así que la cerré con seguro, sin percatarme de que él tenía las llaves con el control en su mano:
–Creo que tendrás que hacer algo más inteligente si piensas desafiarme Hamill – dijo mientras abría la puerta, me tomaba en sus brazos y me sacaba del auto.
–Suéltame aprovechado –
–Eso es lo que quisieras, que me aprovechara de ti –
–¡Bájame, bájame! –
Me sentó en una roca, dejándome a su nivel, yo era más baja que él, de hecho, le llegaba al hombro, así que nunca lo había visto "frente a frente" literalmente.
–Ya no seas dramática. Mejor dime algo: ¿te echaste talco en esos pies? Mira que con esos zapatos no puedes caminar en la arena, y no quiero desmayarme cuando te los quites –
No pude evitar que una carcajada saliera de mi.
–Por supuestos que sí, además a mi no me huelen los pies, tarado –
–¡Gracias a Dios! – dijo mientras deslizaba su mano suavemente por mi pierna, mirándome a los ojos, hasta llegar a mi zapato – te los voy a quitar.
–Yo puedo hacerlo sola – dije con un susurro, pero inmóvil por completo.
Derek sonrió sin desviar su mirada de mi, me quitó ambos zapatos y luego se hizo espacio entre mis piernas, tomándome por la cintura y acercándome a él hasta unir su frente con la mía. Sin darme cuenta yo lo estaba abrazando con fuerza también.
–Eres la mujer mas increíble que he conocido –
–De qué hablas, soy normal, común –
–No lo sé, pero para mi eres increíble – Separó su cabeza de la mía hasta poder mirarme a los ojos – Solo tú aceleras mi corazón de esta manera. Solo contigo siento paz, tranquilidad, felicidad, deseo, confianza, todo al mismo tiempo – sonrió – Mi amor es que tú me das todo, no eres solo atracción física, o sentimental, eres ambas. No solo eres odiosa y me pones en mi lugar, sino también me tratas con ternura cuando te lo propones. Eres inteligente, creativa, responsable, solidaria, y tienes un cabello hermoso, unos ojos que me hipnotizan, una boca deliciosa, una cintura perfecta y tu trasero ¡Dios! Daría lo que sea por no volver a separarme de ti jamás –
Mis ojos se llenaron de lágrimas y mi corazón agitado casi salía de mi pecho. No pude decir nada, solo rodeé su cuello con mis brazos, y lo abracé de la manera más fuerte que pude, como no había abrazado a nadie jamás. Él solo acariciaba mi cabello y besaba mis brazos mientras yo en silencio dejaba escapar mis lágrimas que empezaban a mojar su camisa tipo polo color café.
–¿Mi amor que sucede? ¿Por qué te pones así? –
Me separé de él, limpié mis lágrimas y lo miré a los ojos.
–Sabes Derek, durante muchas noches lloré por ti, pasé madrugadas enteras pensando y analizando qué fue lo que hice mal. Quería entender porqué habías decidido cambiarme por otra. Durante mucho tiempo me acostaba mirando el celular, esperando una llamada o un mensaje tuyo, pero no pasó. Luego de un tiempo lo superé, entendí que no había algo realmente mal conmigo, que no era mi culpa, y seguí adelante, pero algo aún dolía dentro de mi –
–Pero Irina, yo me arrepiento de ... –
–Por favor no me interrumpas, déjame terminar ¿si? – dije mientras acariciaba su cara – Yo siempre estuve rota, desde niña. Tu sabes que mis padres nunca me quisieron realmente, me tuvieron muy jóvenes así que solo fui un estorbo. Siempre me cuidaron niñeras solamente, y hasta el día de hoy ellos siguen sus vidas sin interesarse por mí. Pero yo he sido fuerte y valiente. Cuando nos volvimos a encontrar en la secundaria, me enamoré de ti perdidamente. Nunca me había enamorado antes, contigo por primera vez sentí que le interesaba a alguien realmente. Cuando me lastimaste sentía que estaba muriendo. Pensé que después de tantos años te había olvidado, te había superado, pero el día que entraste a la oficina del señor House mi cicatriz se abrió de nuevo. Me di cuenta que mis sentimientos por ti aún estaban vivos y que mi dolor solo había estaba anestesiado por un tiempo –
–Amor de verdad perdóname – una lagrima rodó por su mejilla, haciendo que mi corazón se apuñara en mi pecho.
–Derek no te digo estas cosas como un reproche. Al fin y al cabo, ya no hay nada que podamos cambiar en el pasado. Solo quiero pedirte, no pedirte no, suplicarte que si esta vez estás pensando jugar nuevamente conmigo me lo digas, para ver si yo también quiero jugar, o huir de ti. Por favor Derek, por esta vez...no me lastimes. –
Su mirada se clavó en mi cadena. Tomo el pequeño dije de árbol de cerezo entre sus dedos y sonrió ligeramente.
–Aprendí mucho a lo largo de estos años. Luego de perderte mi vida solo se vino de pique. Salía mal en mis estudios, me costó mucho conseguir mi primer empleo y ... tuve problemas de salud –
–¿De qué hablas? –
–Irina, lo que deseo que entiendas es que después de ti no he sido realmente feliz. Siempre la culpa y el dolor de tu ausencia me martirizaban. Siempre estaba distraído, no tenía aspiraciones ni sueños en mi vida. Luego de ti nunca pude enamorarme de nuevo, todas mis relaciones terminaban en fracasos, porque yo me daba cuenta que no estaba enamorado. Aunque al principio mi corazón me engañaba, con el tiempo el encanto me iba pasando, porque me daba cuenta que ninguna de esas chicas eran tu. Sé que te fallé de la manera más cobarde que existe, pero hoy estoy aquí frente a ti, pidiéndote otra oportunidad, no te puedo prometer que todo irá bien, pero si puedo jurarte que desde que te vi con tu vestido negro ajustado al entrar en aquella oficina, mi corazón comenzó a latir de nuevo. Tú eres mi nueva meta, mi motivo para seguir luchando, y quiero demostrártelo, pero para eso necesito una segunda oportunidad, necesito que confíes en mi –
Las lágrimas comenzaron a brotar por mis mejillas, pero esta vez no eran de tristeza, sino de felicidad. Sonreí y asentí con la cabeza. Entonces Derek me tomó entre sus brazos de nuevo y me abrazó con fuerza, luego agarró mi cara con sus manos y me dio un beso, uno de esos que me hace suspirar.
–Dentro de poco va a comenzar a amanecer, que te parece si nos acostamos en la arena y vemos las estrellas hasta que el cielo se comience a aclarar –
–Me parece una estupenda idea mi amor –
Al terminar de decirlo sonreí, hace mucho no le decía así a nadie. Los ojos de Derek se iluminaron y se acercó a mi, juntando nuevamente su boca con la mía.
–Dilo de nuevo por favor –
–Mi amor –
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Por esta vez...
RomantizmPrimera, segunda...tercera oportunidad. ¿Cuantas son necesarias para saber que amas a alguien? Derek Dunne e Irina Hamill vivieron un apasionado pero inconcluso amor juvenil, el cual la deja a ella destrozada y con muy poca fe en el género masculino...