Veo a Alice acercarse a mí, su nariz está roja y sus ojos llorosos ¿Qué será esta vez? Toma una toalla de papel y se limpia la nariz antes de saludarme.
— ¿El polen o los perros?— pregunto sonriente.
— Mamá está cuidando el conejo de la señora López. — estornuda.— Es muy lindo pero...— se encoge de hombros.
— Naciste alérgica a la vida, amiga.— la abrazo por los hombros.— Vamos, salgamos al patio mientras las clases empiezan.
Ambas caminamos por el pasillo, mientras yo hablo, ella estornuda. Conozco a Alice desde que teníamos seis años, la profesora de Inglés nos sentó juntas un día, nos reímos toda la clase. No nos volvió a sentar juntas después, pero ya nos habíamos hecho amigas. Desde entonces estamos juntas todo el tiempo, el verano pasado incluso nuestras familias salieron de vacaciones juntas.
— Ian preguntó ayer por ti.— le menciono, casi como si fuera solo un comentario sin importancia.
Nos sentamos en la hierba, debajo de un techito.
— ¿Ah sí?— pregunta, desinteresada.
— Ajá. Quería saber por qué no habías venido. Podrías decírselo tú misma, ya sabes. Se veía preocupado.
— ¿Por qué estaría preocupado?
Esta niña no sabe lo que son indirectas. Me frustra a veces. Evito que se dé cuenta que he rodado los ojos y he ahogado un bufido.
— ¿Por qué no lo estaría? Raramente faltas a clases, incluso los profesores se preguntaron por ti. Ya puedes considerarte una nerd.— palmeo sus hombros amistosamente. Ella ríe antes de estornudar de nuevo.
— Y ya estoy mejor.— ironiza y se ríe.
Veo a Ian a la distancia, hablando con algún chico, así que aprovecho para llevar a Alice hasta allí. — Ay...— se queja.
— Mira allí está Ian, vayamos a hablarle.
Ian no era muy obvio, pero yo sí.
— Hola Ian y chico que no conozco.— saludo y Alice vuelve a estornudar.
— Hola.— dice ella.
Ian sonríe a Alice que no puede evitar limpiarse la nariz con un papel. Va a ser más difícil de lo que había pensado. Le hago caras a Ian para que diga algo. Ruedo los ojos y niego con la cabeza porque el muy idiota no capta mis miradas.
Un auto se detiene en la entrada y veo bajarse a Harry, después se despide de su madre y camina cabizbajo hacia la entrada del insti.
— Vengo en un momento, ¿Ian?— el chico eleva las cejas. — ¿Me la cuidas?— le guiñó un ojo, refiriéndome a Alice. La escucho rechistar, diciendo algo como ¿Por qué tiene que cuidarme? pero la ignoro y camino hasta Harry.
Toco su hombro con mi dedo causándole un sobre salto.
— Oye, soy yo. Lo siento.— no sabía que era tan escalofriante.
Él sonríe y niega divertido, se encoge de hombros.
— ¿Listo para tu segundo día de clases?— camino con él.
Le veo hacer una mueca incómoda. No está listo, supongo que se siente como un ave en el mar. O sea, perdido.
— Eso parece un no.— sonrío con incomodidad.— Sé que la escuela puede llegar a ser un martirio, pero te juro que aquí no hay gente mala ¿Sabes? Jamás me he topado a nadie siendo malo con otra persona.—trato de tranquilizarlo.
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M U T E |H.S.|
FanfictionCuando Harry, un chico sano pierde su voz tras un accidente, una chica cuya madre es sordo muda podría ser quién le regrese la confianza que perdió. En Baltimore, Harry se ve obligado a reintegrarse a la escuela como cualquier adolescente de su eda...