Capítulo 20.

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Empieza a hacerse de noche, he estado llamando a mi papá pero no tengo nada que contarle, no han dicho nada, no sé si Harry despertó, por qué se desmayó, sigue inconsciente... Nadie ha salido a decirnos nada, ningún doctor ha sabido decirnos qué tiene. Le han hecho algunas preguntas a Anne, si Harry ha comido bien, si se ha sentido mareado, si siente algún dolor. Anne le garantizó que procura que Harry coma bien todos los días, y no le ha dicho sobre alguna dolencia.

Empiezo a preocuparme de verdad, pues supuestamente, no hay motivos para el desmayo que sufrió.

La sala de espera se vacía poco a poco, la noche está cayendo, y no dejan a muchas personas quedarse.

—Linda, mañana tienes escuela, debes ir a dormir, yo me quedaré aquí.— me dice con ojos cansados.—De todas formas dudo que digan algo ahora, quizá mañana sepan qué sucedió.

—Mamá acaba su turno en media hora, puedo buscarla y me iré con ella.— le aseguro. De todas formas dudo que mi papá me deje quedarme aquí toda la noche.

—Gracias.— me dice, y antes de que pueda decir algo agrega. —Por todo lo que has hecho por Harry, por apoyarlo tanto y por estar con él desde su primer día en el instituto. Te lo agradezco mucho.

—No hay nada que agradecer, yo quiero mucho a Harry, y haría cualquier cosa con tal de verlo bien.— le respondo sinceramente.

Anne me sonríe cálidamente, y ninguna de las dos vuelve a hablar. Yo me sumerjo en mis pensamientos y asumo que ella también, al igual que yo, tiene muchas cosas en las qué pensar.

El turno de mamá llega a su fin así que me despido de Anne y le pido de favor que me avise si necesita cualquier cosa.

-Se desmayó, de la nada, solo cayó.- le cuento a mi mamá.

-¿Viste si se golpeó la cabeza?- me hace una pregunta.

Reflexiono, mi cabeza no me permite pensar en ese momento, mi mente se bloquea ante la angustia. ¿A qué viene esa pregunta?

-¿Es eso, malo?- respondo con otra pregunta, temiendo que esto acabe en una tragedia.

Mi mamá suelta un suspiro y mira el camino por un segundo, el chofer a entrado ya por nuestra calle.

-Depende de la fuerza del golpe. Puede ser superficial, o puede ser grave.- me mira.

Papá está afuera esperándonos.

—La cena ya está lista.— menciona a la vez que hace señas para mamá.

Papá paga el taxi y mamá y yo entramos a casa.

-No sé si se golpeó.- la detengo. Siento un picor en mis ojos y un nudo en mi garganta. -No quiero que le pase nada, mamá.- sin querer, hago un puchero, mis ojos se llenan de lágrimas y siento como el nudo se vuelve más grueso.

Mi mamá frunce los labios con pena y me atrae en sus brazos, reconfortandome. Sollozo como una niña pequeña en el pecho de mi madre, sintiéndome débil e indefensa. No quiero que nada le pase a Harry, que nada le haga daño o lo lastime, él no merece lo malo.

A penas y como, estoy preocupada y estuve pensando en Harry toda la cena. Acostado en esa cama de hospital, posiblemente aún inconsciente. Tampoco puedo dormir tranquila, a penas he tenido unas pocas horas de sueño cuando ya es hora de levantarme.

Perezosamente camino hasta el auto de papá, quien dijo que me llevaría hoy a la escuela. Me despido de él y le aviso que iré a ver a Harry luego de la escuela, a lo que asiente y me desea un buen día.

M U T E |H.S.|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora