Capítulo 12.

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Finalmente es el almuerzo, iba a sentarme con Harry, Alice e Ian pero este último me ha robado. Literalmente, me ha llevado casi cargando lejos, poniendo de excusa que un profesor nos llamaba y teníamos que ir. Nada creíble. 

— Ya dime qué demonios te pasa.— le digo en cuanto me suelta. 

Ian se asegura que nadie nos ve, y se truena los dedos. 

— Creo que estoy listo.— me dice y puedo notar lo nervioso que se ve. Tuerzo un poco la cabeza.

— ¿Listo para qué?

— Para decirselo a Alice. 

Abro los ojos de golpe, y mi mandíbula casi cae al suelo. Por Dios, ¿Será este el momento? Santo cielo, Ian, idiota me ha tomado desprevenida.

— ¿Estás seguro? ¿Es hora? ¿Qué demonios han estado haciendo a mis espaldas? Los he visto muy juntos últimamente ¿Le diste alguna señal ya?— no puedo evitar hablar mucho.

Mi amiga va a tener novio. 

  — Shh...— me mira, reprendiendome. — Baja la voz, cualquiera podría escuchar y arruinarlo todo. 

Le interrumpo. — No estás escondiendo un cadáver, Ian, solo vas a declararle tu amor.— termino diciendo con aire ensoñador. 

— Como sea, no lo digas tan alto. Hemos estado hablando mucho, ya sabes, ella había estado cerca mío por lo de mi abuela.—comenta con aspecto triste. No cabe duda que su abuela era alguien muy especial para Ian. — Y le envié muchas indirectas, pero creo que no adivinó ninguna, solo sonreía sin entender. Pero creo que si no soy directo no se enterará nunca. No puedo más, Grace. 

— Tranquilo ¿Y ya sabes cómo lo harás?— le pregunto. Ian se queda un momento pensando, entonces hace una mueca y me mira para sonreírme. Algo trama.

Paso mi peso a mi pierna izquierda y pongo mis brazos como jarra. 

— Esperaba que tú me dijeras como, y me ayudaras.— me dice y amplia su sonrisa. 

Suelto un suspiro, aunque por su cara, ya me imaginaba que me diría algo así. Pero claro que le ayudaré, yo soy la más entusiasmada por esto, ambos se merecen y siempre he querido actuar de cupido... Pero sin usar un pañal, ni alas, ni arco y flecha. 

— Te odio porque sabes que te ayudaré.— le digo. — Debemos planear algo. Hagámoslo luego, para pensar en todo. 

Regresamos a la cafetería, junto a Alice y Harry, que obviamente preguntaron a donde fuimos. A Ian le tocó ampliar la mentira más estúpida del mundo, sin embargo, ni Harry ni Alice nos cuestionaron más. Comimos con tranquilidad, le había dicho a Ian que intentara pasar tiempo con Alice, que fuera atento con ella, con algo de suerte, para cuando Ian se declare, Alice ya esté en cierto punto, consciente de su amor. 

Cuando ellos se van, puesto que Ian tomó mi consejo, dejándonos solos a Harry y a mí. Faltan algunos minutos para que suene la campana, así que Harry atrae mi atención

- Sobre lo que pasó - suspira. -Sé que aún te intriga. Por favor, no digas nada sobre eso.- me pide.

— Pero Harry, ¿Cómo voy a quedarme tranquila? Te hicieron daño.— le susurro gritando.  

-Por favor.- insiste. -Te diré lo que pasó, pero déjame terminar. Y prométeme que no te vas a entrometer, lo último que quiero es que resultes herida.- hace una mueca de desagrado. Suelto un suspiro. 

Es que no puedo quedarme tranquila, estamos hablando de una agresión física, por supuesto que quiero y voy a romperle la cabeza al que le haya hecho ese moretón. Sé que ha notado mi expresión, y que sabe que efectivamente, voy a entrometerme porque las cosas no se pueden quedar así, es injusto.

M U T E |H.S.|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora