Capítulo 14.

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Definitivamente, el humor de Harry está mucho mejor. Estoy feliz de verle de ese modo, ha sonreído toda la mañana y ya es hora de ir a casa. Incluso Alice e Ian han notado la felicidad de Harry, y se han contagiado. Incluso en deportes. Hemos jugado esta vez baloncesto, algo injusto porque los chicos nos empujan fuerte, pero igual yo no sé jugar, así que su equipo volvió a ganar, a lo que me señaló y me hizo un baile de "Yo gané, otra vez" solo me reí y le saqué la lengua. Cuando me he metido al vestidor a cambiarme y secarme el sudor con una pequeña toalla, mi teléfono ha recibido un mensaje, es Harry diciendome que ya está esperándome. 

Tomo mi mochila y la cuelgo en mi hombro, odio los martes porque mi mochila debe ser más grande para meter la ropa de deporte, y por ende, pesa más que los otros días. Resoplo antes de salir del vestidor, donde las chicas se amontonan para platicar. No lo entiendo, es decir, el aire corre fresco afuera, y aquí dentro está cerrado, y huele a sudor y está caluroso. Tampoco es como si tuvieran mucha privacidad para platicar de lo que quieran, pues con el escándalo tienen que hablar fuerte para ser escuchadas. Salgo del templo de caos y busco con la mirada a Harry ¿Me ha mentido? ¡Me ha mentido! No está. No se refería a afuera, afuera, es decir, creí que estaría fuera del vestuario. Bufando, camino con pesadez a la salida, quizá está fuera del gimnasio. 

Pego un salto del susto cuando siento que cubren mis ojos y rodean mi cuerpo junto con mis brazos, dejándome inmóvil. Y después que he dado un pequeño grito, me sueltan. Harry aparece ante mi vista y me mira burlón. Me cruzo de brazos y hago un gesto reprobatorio. 

— No fue justo. Me voy a vengar.— le hago saber. Su sonrisa se borra unos segundos, y vuelve a aparecer en sus labios. 

Me mira con una ceja alzada. - Quiero verte intentando asustarme.- y sonríe presumido. 

Achino los ojos, tratando de mirarlo seriamente, pero me gana la risa. 

—Tengo una cosa que contarte y que necesito que me ayudes, o que nos ayudes.—  me mira dudoso unos segundos y continúo. — ¿Estás listo para ir y llenarte de helado hasta reventar?— le pregunto, cual animador infantil. 

Harry asiente, entusiasmado y una idea me cruza la mente, con el recuerdo de unas palabras "Intenta hacerlo hablar."

— ¿Puedes... tratar? Ya sabes. .—  su sonrisa se borra, y baja la mirada. 

Quizá es muy pronto para molestarlo con eso,pero entre más pronto pueda acostumbrarse a raspar su garganta con su voz, más rápido avanzará en su terapia. 

Hago mis manos puños y lo deshago, nerviosa, ¿Fue demasiado pronto? Sé que está contento con los resultados de ayer, pero si sigue tratando lo va a lograr, yo sé, pero es cuestión de que él quiera hacerlo. 

Me acerco y lo tomo de los hombros. 

— ¿Harry? No tienes que hacerlo, solo que... John, el Doctor, me pidió que intentaras practicar fuera del hospital, para que tu avance sea rápido.— trato de hacerle comprender. 

-Es un poco difícil.- me dice. 

— Lo sé, pero trata. Por ti, más que nada.— trato de brindarle confianza con una sonrisa. 

-Después trataré, lo prometo.- me asegura. -Ahora, vámonos.- trata de sonreirme. Lo sigo hasta la salida.

Ian nos intercepta al llegar al jardín, Alice ya se ha ido, pero él aún está nervioso. 

— ¿Ya tienes un plan? Yo tengo cientos de ideas pero cada una me parece más ridícula que la otra. Me estoy volviendo loco, Grace.—  camina con nosotros un momento. Ian ya sabe que Harry sabe... eso. Así que ahora Harry está involucrado y tiene que ayudarme a crear un plan romántico para que Ian le declare su tan antiguo y apasionante amor por ella sin que algo salga mal.

M U T E |H.S.|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora