Ha pasado una semana, la gente ha empezado a notar la falta de voz de Harry, algunas niñas se acercan a preguntarle a modo coqueto, tratando de hacerlo hablar. Me molesta porque noto como Harry se ve incómodo en las situaciones y cómo se avergüenza de sí mismo, y me molesta, porque no hay nada de malo en él. He tratado de animarlo y distraerlo pero no funciona, está más cabizbajo que cuando llegó. Ian regresó este fin de semana, un poco triste, al parecer, su abuela había finalmente fallecido.
Hoy, martes, llevaremos a cabo el plan que elaboré con Alice ayer. Le dijimos a Harry que caminaremos por Druid Hill Park, veremos a los patos en el lago y nos tiraremos en el pasto, incluso podemos llevar chucherías. Invitamos a Ian, pero se negó, aún está afectado, habrá que buscar otra cosa para animarlo a él también.
Acordamos encontrarnos en el instituto, como a Harry y a mí nos toca Educación Física de última hora, no queremos andar por allí todos sudorosos y apestando.
La profesora de Biología no vino, así que nos han dejado estar afuera sin hacer escándalo. Me he sentado con Alice, Harry tiene Inglés así que está en clases. Mientras esperamos a nuestra última clase, que en mi caso y en el de Harry es Educación Física, hablamos sobre cómo podemos animar a Ian, porque ahora no solo tenemos que subirle la moral a un chico, sino a dos.
Aprovechamos para repartirnos lo que vamos a llevar al parque. Nada extravagante, unas bolsas de papitas y Alice dijo que llevará algunos cupcakes que su madre trajo anoche, así que estamos completas, Harry solo tiene que poner su presencia.
El primer timbre suena, y me despido de Alice porque no la voy a ver hasta esta tarde. Camino despreocupada a mi casillero, para pasar a mi mochila lo que me voy a llevar hoy, y así salir directamente del gimnasio a casa.
En el camino me topo con Harry, me sonríe y se acerca a mí para llegar juntos al gimnasio.
— ¿Qué tal la clase Inglés?— pregunto porque realmente deseo que me diga que se ha sentido cómodo y que nadie le ha mirado extraño.
Se encoge de hombros, y eso simplemente no me agrada, le resta importancia a cómo le fue, lo que solo significa una cosa, no muy bien. Me desanima mucho verlo afectado, sobre todo porque ¡Maldita sea! él mismo se desprecia y se juzga más de lo que lo hacen los demás. He intentado ya sacarlo de su casa antes, le he dicho de ir a caminar por la ciudad un rato, y siempre se niega. Está tan asustado del mundo y de las miradas curiosas de la gente, debe cambiar eso pronto, o nunca aprenderá a vivir feliz. Incluso ya estoy pensando en llegar a lo extremo, una charla con mi mamá, estoy segura que si mamá le cuenta como solucionó y venció su timidez e incomodidad ante el juzgado de la gente, Harry abrirá un poco los ojos, y le dará un poco más de ganas de vivir su vida sin pensar en quién lo está juzgando, o quién lo está mirando, quién habla de él a sus espaldas o quién es tan estúpido como para burlarse. Hay que aprender a vivir sin que los comentarios nos afecten, es la clave para vivir feliz y despreocupado. Ah, y rodearse de gente buena, ignorar los malos comentario y rodearse de gente buena que te quiera por quién y cómo eres, esa es la clave.
En la clase, el profesor nos ha puesto a hacer estiramientos un rato y luego nos dejó darle dos vueltas al gimnasio. Finalmente nos ha repartido cuerdas y balones. Nos hemos puesto a saltar la cuerda y algunos pocos a intentar hacer dominadas con los balones. La hora se ha pasado rápido, Harry no ha intentado comunicarse más conmigo, ni siquiera me ha mirado. ¡Demonios! Quiero ir y decirle que es muy tonto por despreciarse así, pero me contengo, eso solo lo haría sentirse peor. Cuando todos nos dirigimos a los vestuarios, finalmente viene a mí. Me pregunta si quiero que me espere, rápidamente le digo que lo haga afuera, el gimnasio después de una clase se queda con ese ambiente húmedo y caliente, así que prefiero verlo afuera, donde el aire limpio y fresco corre. Asiente y se dirige al vestuario de chicos. Suspiro y camino directo a cambiar
ESTÁS LEYENDO
M U T E |H.S.|
Fiksi PenggemarCuando Harry, un chico sano pierde su voz tras un accidente, una chica cuya madre es sordo muda podría ser quién le regrese la confianza que perdió. En Baltimore, Harry se ve obligado a reintegrarse a la escuela como cualquier adolescente de su eda...