Capítulo 17

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Las clases esta mañana han sido diferentes, pues los alumnos no han podido ignorar a la loca de cabello rosado. Harry ha apretado mi mano varias veces y me ha hecho saber una y otra vez que luzco bien. Raro no es malo. Incluso los profesores no evitaron prestar atención a mi cabello de algodón. Por suerte para mí, este infierno de color se caerá pronto.

Ha sido una torturosa mañana, y aunque cuando Ian me vió escupió el agua que estaba bebiendo, también estuvo de acuerdo en que me veía bien. De todas formas lo habría golpeado si me hubiera dicho que no.

Por primera vez también, vi a mis mejores amigos en un plan cursi pero avergonzados. No sé respecto a Ian, pero para Alice, esta es su primera relación. La veo un poco cohibida, pero luego se soltará, estoy segura. Ian constantemente le soltaba palabras bonitas y ella sonreía con las mejillas ardiendo. Me causa tanta ternura mirarlos. Y se qué a Harry también porque les ha sonreído constantemente.

La mañana por fin llega a su final, estoy ansiosa y no por llegar a casa, ansiosa porque quiero tirarme en mi cama y dormir como tronco, y no porque en cuanto mis padres me vean, la cosa se pondrá fea. Debería irles preparando.

— ¿Cómo hago que mis padres no me maten cuando vean mi cabello?— lanzo una pregunta al aire.

Me siento en los maceteros y Harry se deja caer a mi lado, le miro y hago una mueca. Necesito ideas.

-Diles la verdad.- se encoge de hombros. -Fue una apuesta y la cumpliste.-

Al menos pueden estar orgullosos de mi por cumplir lo que prometo.

— ¿Me acompañas? Por favor.— alargo exageradamente la o de "favor" mientras uso un tono bastante agudo y ladeo un poco mi cabeza.

Harry sonríe antes de darme una respuesta. -Le debo preguntar a mamá-

—Apenas le digas que estarás conmigo dirá que sí.— río y Harry también.

-Lo sé.- me hace saber con una sonrisa y entonces saca su teléfono para mensajearle a su mamá.

Unos segundos después, yo tenía razón. Ella dijo que sí. Debo admitir que me siento, en parte, la salvación de Anne, cuando le hacían los análisis a Harry ayer en el hospital y estuvo distraído, tuve unos minutos para hablar con ella, que en voz muy baja me agradeció por estar allí y confesó que le agradaba la idea de que yo ayudara a Harry a integrarse a la vida social de nuevo, pues después de su accidente, él se negaba a dejar su habitación, incluso Anne tenía que llevarle la comida, pues Harry simplemente no salía ni a eso. Las únicas veces que se dignaba a poner un pie fuera de su habitación era cuando su profesor particular llegaba. Debo admitir que sentí mucha impotencia al escuchar aquello, me imaginé un chico deprimido, llorando en la soledad de su habitación, sintiéndose inútil, un chico de ojos verdes y cabello castaño, cubierto con las colchas hasta la cabeza, pensando "¿Por qué tuvo que pasarme a mí?" o "¿Qué hice para merecerlo?"

Sacudo mi cabeza ligeramente para quitarme esa imagen de mi cabeza, empiezo a sentir el picor de mis ojos y no tengo por qué llorar, sobre todo porque Harry está a mi lado y me preguntaría la razón de mi repentino cambio de ánimo, la cual obviamente, es él, y no quiero que se ponga triste, me gusta la sonrisa que desprende cuando está conmigo, es agradable saber que puedo hacerle olvidar que se siente mal consigo mismo por mucho tiempo. Sé que a veces cae en la realidad y empieza a volverse distante, eso pasa casi todos los días, y trato de no presionarlo pero me es difícil soportar su tristeza cuando sé que yo puedo hacer algo, perl él no me deja, a veces se cierra y no me permite ayudarle.

Reacciono cuando me doy cuenta que inconscientemente abordé el autobús a mi casa, y que Harry está a mi lado, mirando por la ventana. Al menos no soy de las que se queda  como piedras cuando dan un viaje profundo por sus pensamientos, yo sigo consciente hasta cierto punto, y continúo en lo que debo.

M U T E |H.S.|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora