La Manada Del 6B || Stydia

Capítulo 11: Las mujeres son complicadas

Habían pasado casi dos horas desde la última noticia sobre Stiles.

"Él está bien, pero aún no puede recibir visitas"

No me había movido de mi asiento desde que la enfermera se fue. Ahora sólo quedabamos Scott y yo, pues había obligado a los demás a que se fueran a dormir, y después de varios intentos, hicieron caso.

Scott se encontraba dormido con su cabeza recargada sobre mi hombro, en otras circunstancias me habría levantado para que su cabeza golpeara contra el asiento, pero por ahora mi mente sólo estaba concentrada en una cosa:

Stiles.

No podía evitar sentirme culpable de alguna forma, si yo hubiera ido con él nada de esto habría pasado, hubiese podido pedir ayuda e impedir que lo lastimaran. Pero en lugar de eso, yo estaba en una cita con Aiden.

Todo esto es tu culpa Lydia...Jamás debiste dejarlo solo...

Esta vez la voz dentro de mi cabeza tenia razón, yo había provocado todo esto. Y no había nada que pudiera hacer para solucionarlo, el daño ya estaba hecho, y en este caso, la víctima había sido Stiles Stilinski.

Marin aparece por los pasillos, se detiene frente a mí y a la bella durmiente sobre mi hombro y lee un pequeño papel en sus manos.

—Ya despertó, pueden entrar si quieren—nos informa antes de retirarse.

Me remuevo en el asiento para despertar a Scott, pero este dormía como tronco a mi lado, así que tomo su cabeza y lo recuesto sobre el asiento. Después de eso me dirijo hacia la puerta de la enfermería dispuesta a entrar.

¿Qué se supone que iba a decirle?

Eres una sin vergüenza Lydia.
Cierro los ojos y abro la puerta despacio, una vez adentro me encuentro con Stiles, sentado a la orilla de la camilla atándose las agujetas de sus tenis.

—Hola Lydia—dice sin mirarme.

Me tambaleo al escuchar aquel tono cortante parecido al que usó conmigo los primeros días de clases.

Te merecías esto...¿Qué esperabas? ¿Flores y té?...

Aclaro la garganta, —¿Ya te dejaron salir?

—Ya me siento mejor—dice de manera seca.

Asiento repetidas veces, aunque ni siquiera esté mirándome. Me mezo hacia atrás y adelante sobre mis talones con incomodidad.

Tenía que decir algo, pero no tenía idea de que palabras usar. ¿Cómo le explicaría que no estuve con él por ir a una cita con Aiden?

O peor...

¿Como le explicaría que mentí al respecto?

Tomo una bocanada de aire y me prepararo para hablar.

—Lo lamento mucho Stiles—mi voz sonaba mas débil de lo que había planeado—. En serio lo siento.

—¿Por qué?—se encoge de hombros, ahora acomodándo la camilla—. Tú no me golpeaste, ellos me tendieron una trampa.

Muerdo mi labio interior, no sabía como hacer este tipo de cosas.

¿En qué época Lydia Martín se disculpaba con chicos?...¿En qué época se disculpaba con cualquiera?

—Pero si hubiera estado allí, yo podría haberlo evitado-murmuro.

Esta vez se vuelve para mirarme y por primera vez, puedo apreciar el moretón en su mejilla izquierda, lo acompañaba un corte en el labio inferior.