Capítulo 31: Te desafío

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Lydia Martin

Despierto con los rayos del sol deslumbrando en mi rostro, podía escuchar el piar de los pájaros cantando por una gloriosa mañana, todo aquello era una señal de que hoy sería un buen día, y que me esperaba ansiosamente a que me levantara...O al menos así debían ser las cosas en un maravilloso viernes, pero no en Infield Hale. No cuando estás en la misma sección que Stiles Stilinski.

―¡Despierta dormilona, es hora de ir a clases!

Gruño y aplasto la almohada contra mi cabeza, en un intento de tapar mis oídos.

―¡Lydia Martin!―grita de nuevo, esta vez sacudiéndome de los hombros.

―Vete al diablo, Stiles―le gruño de nuevo, aún sin abrir los ojos.

Escucho una risita de su parte, y sin poder evitarlo, sonrío.

―No va a despertar, Stiles―aquella era la voz de Allison.

Fabuloso, ¿Es que uno no puede dormir tranquilo?

―Está como un tronco―le responde Stiles, conteniendo la risa.

―Puede que se despierte antes de la graduación―bromea Allison, y tengo que reprimir el impulso de lanzarle mi almohada.

―¡Atención, atención esto no es un simulacro!―escucho los pasos de Scott adentrándose a la habitación mientras habla a través de un...megáfono―. ¡Lydia despierta!―grita de nuevo.

Aprieto los ojos con fuerza. Tuve unas tremendas ganas de gritarles a todos que se largaran y me dejaran dormir de una buena vez, pero al mismo tiempo tuve que luchar para no reírme a carcajadas.

Un ruido agudo, igual al de un silbato provoca que me levante de un salto, dejo salir un grito por la sorpresa mientras llevo mis manos hasta mis oídos. Frente a mí, Scott y Stiles yacen con una enorme sonrisa en su rostro, este último lleva un silbato en su mano. Pero aquel no es cualquier silbato, es el silbato del entrenador.

―¡Ya me levanté, estoy despierta ahora!―digo entre risas―. ¿En dónde lo conseguiste―le pregunto a Stiles.

―Lo tomé prestado de la oficina del entrenador―me dice, ocultando una media sonrisa.

―Pero siempre lo lleva en su cuello.

―Bueno, no puedes ducharte con un silbato alrededor de tu cuello ¿O sí?―su sonrisa traviesa se extiende por todo su rostro.

Yo lo imito, y coloco mis manos a mis costados recargando todo mi peso en ellas.

―Te va a matar cuando se entere―digo burlona.

Él se encoge de hombros, está claro que no le importa, después de todo vuelve a ser Stiles Stilinski, experto en buscar problemas.

Y en mujeres...

Cierto. Y en mujeres, claro.

Muerdo el interior de mi labio, una parte de mi extrañaba esta faceta de Stiles, el travieso y despreocupado Stiles.

Dos golpes a la puerta hacen que todos nos volvamos hacia la entrada. Malia asoma la mitad de su cuerpo, su mirada se fija en Stiles por unos segundos, le sonríe amistosamente y liego mira a Scott.

Sentí una oleada de alivio y satisfacción al ver aquella sonrisa, por lo menos las cosas entre ellos estaban bien. Stiles había alcanzado a contarme poco sobre lo que sucedió en la oficina antes de que yo llegara. Se supone que Malia estuvo allí minutos antes para terminar con él, me dijo las razones por las que lo estaba dejando, la mayoría de ellas tenían que ver conmigo.

La Manada Del 6B || StydiaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora