3. La dueña del hurón.

8.2K 780 172
                                    

Kaleb

No sé por qué, pero los jueves siempre fueron los peores días para mí. No sé si son aburridos, o porque mis novias siempre me dejaban los jueves por alguna extraña razón.

Miro a la abuela con sus cartas raras, ahora se las da de bruja o gitana, ¡qué sé yo!

—Abuela, ¿quieres dejar eso? —digo.

—No, hijo —me hace un ademán con la mano—. Las cosas contigo están interesantes.

—No me metas en tus brujerías.

Deja las cartas, pero me hala la oreja mientras aprieta sus labios. Me quejo.

—Estoy viendo el fin cerca —me dice.

—Ahora me ves muerto.

—¡No! —exclama—. El fin de tu pobre soltería.

Ahora tiene toda mi atención, me acerco a ella como si fuera un caracol pegado a una roca.

—Déjame respirar, Kaleb —dice.

Me alejo un poco, sólo un poco. Casi meto mis narices en esas cartas raras pero no me importa.

—¿Tiene ojos marrones? ¿Cabello rojo casi naranja? ¿Pecas? ¿Delgada? —le lleno de preguntas.

—Hijo, espérate —me dice.

Saca y mueve cartas, si la abuela dice que hay alguien cerca, es porque hay alguien cerca. Fruce el ceño, deja de hacerlo. No entiendo nada.

—Abuela, ¡dime! —exclamo.

—Veo a una muchacha cerca, alguien agradable que no tienes que dejar ir... también veo un hurón —me dice. Me sorprende que salga un hurón en sus cartas—. Kaleb, ¿por qué rayos sale un hurón en tus cartas?

Me encojo de hombros levantándome del sofá, quizás se trata de Summer.

La pecosa. Es hermosa, maldita sea. No vi chica tan bonita, tan natural. El hurón en las cartas de mi loca abuela me indica que se trata de Summer River porque es la única persona que conozco que posee un hurón.

Agarro las llaves del auto de mi padre, porque mi auto aún está en reparación por el choque que le di cuando mi hermana falleció.

—Abuela, dile a mi papá que agarré las llaves de su auto —digo.

—¿Vas en busca del hurón?

Sonrío. Abro la puerta y antes de salir le respondo.

—Más bien, voy en busca de la dueña del hurón.

Cierro la puerta a mis espaldas.

Camino fuera de la casa y al llegar al auto, subo a este y me mantengo unos segundos ahí. Saco mi celular y le escribo un mensaje a Summer.

¿Ocupada?

En unos segundos llega su respuesta.

Ahora mismo no :)

Conozco tu casa, paso por ti en una hora ;)

Responde afirmativo. Así que sonrío y enciendo el motor del auto, tengo un plan en mente.

Paso por un lugar de comida rápida, compro hamburguesas, papas fritas y gaseosas. Paso también comprando una caja de donas y una pizza tamaño familiar. Más bebida y un par de flores.

Una hora después, veo como ella está esperando afuera de su casa con su hurón llamado Jim. Sonrío cuando ella me mira.

—¿Vamos?

—No se diga más —ríe.

Sube al auto y me sonríe. Jim olisquea la comida pero no hace nada más, ella me mira con confusión pero yo me encojo de hombros.

Me detengo frente al parque pequeño y muy verde que casi nadie visita, no sé si es porque es muy pequeño y casi nadie lo toma en cuenta.

—Nunca había venido a este parque, ¡es lindo! —exclama Summer bajando.

Lleva a Jim de la correa mientras yo me encargo de bajar la comida con cuidado junto a las flores amarillas.

—¿Qué es todo esto? —pregunta con una sonrisa.

—Es un picnic improvisado —sonrío.

Acomodo todo en el suelo con su ayuda y nos sentamos frente al otro, ella sonríe al ver tanta comida.

—Me gusta esta idea —dice mientras agarra una trozo de pizza.

—Yo siempre tengo las mejores —le digo. Ella ríe.

Agarro una hamburguesa y la mastico con alegría.

La miro con atención. Cabello muy largo con tonos rojos y naranjas, pecas por todo el rostro partes visibles de su cuerpo, delgada y se mueve con facilidad.

Se distrae un momento y le tomo una fotografía donde el hurón en sus piernas sea visible. Se la envío a la abuela por WhatsApp. Espero no ser el único raro que consulte estas cosas con su abuela.

Es Summer. Tiene un hurón

Al rato me responde:

Allá arriba han escuchado mis plegarias

Me río. Sigo hablando con Summer y canta a ratos. Me gusta su voz.

—Cuéntame de tu familia —dice.

—Dos hermanas menores y padres en plan de divorcio —me encojo de hombros.

No le diré que Felicity falleció, aún no.

—Un hermano mayor y padres divorciados —cuenta—. Qué bellos padres.

Me río. Seguimos comiendo entre temas que no son de mi entero interés, pero hago lo mejor que puedo. Me siento mejor cuando le entrego las flores y a ella le gustan.

Puedes hacerlo, Kaleb.

***

—Tú me estás queriendo decir que has tenido citas con Summer —me dice mi hermana.

Veo como Pepper carga a la niña, Baxter alista unas cosas de baño.

—Eso mismo —asiento.

—En qué jodido momento me has dejado de considerar, ¿cómo es que yo no sabía de eso? —se hace la ofendida.

—Cálmate, la maternidad te está dañando el humor —me burlo.

Baxter se ríe conmigo pero deja de hacerlo cuando Pepper le da una mirada de reproche.

—¿Te gusta Summer? —me pregunta mientras mantiene su distancia de mí cuando va a bañar a Crystalie.

—Es hermosa, claro está —respondo.

Ella ríe mientras baña a la niña. Baxter se sienta a mi lado.

—Yo no te he preguntado si te parece hermosa, Kaleb —dice—. Pregunté si te gusta.

Me encojo de hombros.

—Se acabó la ronda de preguntas.

Ella me mira por unos segundos con la boca abierta mientras sostiene a mi sobrina.

—No me vengas con eso, Kaleb Rowe.

Me río de ella y dejo que siga con su labor de madre.

Yo ahora no puedo decir que me gusta Summer. No voy a meter la pata con eso, sí, bueno, ella dijo que le parecía un bombón... pero no todo es lo que parece.

¡Enamórate, Kaleb!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora