¡Enamórate, Kaleb!

7. Entonces quédate.

Kaleb

Entro por el portón de la casa de Pep y me recibe Ringo, el gallo. Baxter está preparando una parrillada en la alberca y mi hermana se ríe con él mientras carga a su hija.

—No sé cuando van a cocinar a ese gallo que me detesta —les digo para que noten que estoy de visita.

Baxter niega riendo, ama a su pandilla de plumas y pelos. Pepper me sonríe y acomoda a la niña en su pecho.

—Nadie cocinará a Ringo, Kal —me dice.

—Hola, Pep —le saludo con un beso en la frente y luego le doy unas cortas palmadas en la espalda a Baxter.

—¿Ya has visto el periódico? —me pregunta mi hermana.

—Te podría interesar lo que sale en las hojas de farándula —dice Baxter.

Mi hermana me pasa el periódico, abro en las páginas de la farándula y tengo que acercar las hojas hasta mis narices.

«Pillamos a dos personas del medio que han pasado desapercibidos en las últimas semanas. Y sí, estamos hablando de Summer River y Kaleb Rowe. Hace dos noches fueron vistos en el cine, cantando y bailando muy cerca el uno del otro, ¡qué pareja más adorable! Fuentes aseguran que no es la primera vez que salen juntos y que ellos son algo así como una pareja dinámica»

—No vi a nadie acechando.

—Tú nunca los ves —se burla Pepper.

—¿Y ahora nos vas a decir que no te traes nada con Summer? —Baxter se ríe mientras prepara la salsa.

—Vale, queremos darle una lección a la abuela para que piense que no me va tan mal en el amor, aunque me vaya de la patada —les digo.

Mi hermana parece pensarlo, Baxter solo se queda en silencio.

—No creo que se juegue con esas cosas, Kal —dice—. Menos con la abuela, sabes como es ella.

—Ella tuvo la idea —digo—. Solecito es como... enérgica, hermosa y tuvimos una cita. Una cita de la que ni siquiera nos habíamos dado cuenta y todo salió tan bien, que sé que con ella lo improvisado es bueno.

Pepper se echa una mirada con Baxter y noto lo que acabo de decir sobre ella.

—Empiezas con que fue ella la de la idea, pero terminas diciendo que es hermosa y enérgica, ¡además le llamas solecito! —exclama—. Yo quiero ver cómo acaba esto, Kaleb.

—Vamos, Pepper —le digo—. Sé que quieres verlo, yo ni siquiera admito que me gusta, ¡además sabes lo jodido que me va en el amor!

—¡Kaleb, si te desvías del tema central y me vienes a decir que no te gusta!

Maldición. Yo he de admitir que me encanta verla, es una buena compañía, tiene una voz que me llama, las citas son tan buenas que cuando llego a casa ni siquiera me da tiempo de pensar si algo estuvo mal. Pero me va tan mal en el amor que a menudo me siento como un estúpido sin saber si tengo que buscar al amor de mi existencia bajo las piedras.

Creo que tardaré en admitir ciertas cosas.

***

—¡Ay, mi cielo! —exclama mi abuela al verme llegar.

Mi padre se ríe mientras mi abuela le tira el periódico en la cara para correr como puede y abrazarme.

—Buenas nuevas: tienes novia —me dice abrazándome. Me río porque yo tengo que bajarme bastante para que ella logre abrazarme—. Oh, mi bello y pequeño Kaleb. Tienes que invitarla a cenar, ¡quiero conocerla!