- ¿Phillip? –Pregunté ante el silencio de Roger.
- Sí, ya me presento –Dijo amable– Un gusto Roger –Roger me soltó para saludarlo.
- Igualmente –No sonaba tan amable como Phillip.
- Bueno, yo creo que los dejo, hace mucho que no se ven...
- Hace mucho que no pasamos tiempo juntos –Lo corrigió Roger, creyendo que protegía mi sensibilidad.
- Ah cierto, frente a un ciego no digas ver –Soltó Phillip con ironía.
- Está bien –Paré su discusión "amistosa"– No te vayas, he pedido tres platos.
- Ah por eso, creí que te interesaba mi compañía –Bromeó.
- Quédate –Insistí.
- No le agrado a tu amigo –Susurró, supe que Roger había ido en dirección a la pequeña habitación, luego de escuchar sus pasos.
- Imaginaciones tuyas.
- Abajo pediré lo mío para llevar ¿Vale? Nos vemos pronto y por favor no dejes de avisarme cuando entras a cirugía –Besó mi frente y supe que no habría poder humano que lo hiciera volver– Hasta luego mejor amigo –Grito antes de salir, en definitiva ninguno había sido del agrado del otro.
- ¿Qué ha dicho? –Se acercó Roger cuando Phillip hubo cerrado la puerta.
- Nada.
- ¿Le dijiste que era tu mejor amigo? Se supone que él debe ser tu mejor amigo, no yo –Bromeaba.
- Que tonto eres, es un gran tipo, no entiendo por qué no te agrada.
- ¿Por qué afirmas que no me agrada?
- Te conozco Roger, te pusiste a la defensiva.
- Creo que te gusta –Confesó.
- Que histeria, hablo mucho de él porque pasamos mucho tiempo juntos, es la única persona a la que conozco aquí ¿Ubicas?
- ¿Entonces dices que sólo pasas tiempo con él porque no hay nadie más? –Suspiré.
- Es un gran tipo Roger, me agrada.
- Pues a mí no me agrada nadie que pase más tiempo contigo que yo. –Reímos.
- ¿Qué voy a hacer contigo?
- Abrazarme. –Me abrazó fuerte y me aferré a él.
- Me operan en 2 días. –Solté la bomba.
- ¿Qué? –La señora que llevaba la cena entró en ese preciso momento.
Nos sentamos a cenar y nunca respondí a su duda, él parecía estarlo asimilando en silencio, había guardado aquella información porque tenía un poco de miedo que no funcionara otra vez.
- ¿Quién más lo sabe? –Supuse que lo preguntaba porque Lucre no le había dicho nada.
- Tú, yo y Phillip. No quiero que nadie más lo sepa.
- ¿Por qué?
- Porque si no funciona de nuevo, no quiero que nadie más se sienta decepcionado.
- Pero también necesitas apoyo.
- Te tengo a ti.
- Jess, yo debo volver a Francia mañana. –Un duro golpe.
- ¿Cómo? Prometiste que pasarías un mes aquí.
ESTÁS LEYENDO
Querido Psicólogo
RomanceUnos padres separados, una adolescente caprichosa que se aprovecha de la situación y un psicólogo de experiencia. Una combinación que parece común en la actualidad y que a lo más que puede llevar es a una reconciliación padres-hija. Sin embargo Jess...