VEINTINUEVE

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Un par de toques a mi puerta y yo seguía hecha un mar de lágrimas, Richter no podía ser tan idiota de tener algo con mi madre, se lo habría perdonado con cualquiera pero ¿Mi madre? Era imposible.

- Jessica escúchame, yo sólo quería que te enteraras –Dijo quedándose junto a mi puerta sin obtener respuesta– No es algo tan malo, no puedes ponerte así, Frank y tú se llevan bien, incluso podría pensar que se hicieron buenos amigos... Jess es un gran hombre, por favor no me hagas sentir como que te estoy dañando –Me coloqué los audífonos y no escuché lo que habló después, no me interesaba

Unos 20 minutos después escuché que se abría la puerta de mi habitación.

- ¡¿Qué haces?! Es mi habitación, no puedes abrir así nada más –Dije notando que tenía una copia de la llave en sus manos

- Tenemos que hablar, porque es una decisión que he tomado ya –Lo dijo tan seria, nunca me había hablado de esa forma

- Vete –Señalé la puerta– Me importa un carajo lo que quieras hacer con el psicólogo ese, déjame sola

- No puedo ignorar lo que sientes Jessica, yo no te abandonaré jamás, ni siquiera es como que sea tan serio –Tapé mi cara con la almohada, negándome a escucharla– Él me lo dijo, sabía que no lo aceptarías –"Pero no te dijo que casi me lo tiro"

- Vete Linda, vete por favor –Supliqué

- No me iré hasta que aceptes que te estas comportando como una niña –Apreté los puños

- Lo hago, ahora vete, déjame sola –Giré mi cuerpo dándole la espalda

- Jess, te quiero demasiado, jamás te cambiaría por nadie, pero él me hace sentir tan bien, hace tantos años que no me sentía así, enamorada, feliz. Entiéndeme un poco –Sus palabras eran como dagas

- Ya sé que es un sueño, y que esa sonrisa torcida y sus ojos marrón... Ahora vete por favor –"Antes de que me salga lo perra y te grite que casi estuvo conmigo"

- Ojalá me puedas comprender...

- Lo mismo suplicaba yo cuando casi metes a Lucas a la cárcel, pero está en el pasado. No es venganza, pudiste haber mirado a otros –Sentí su mano en mi tobillo

- Sé que pude y no entiendo tu afán en contra de Frank ¿Te desagrada? –"Desearía que fuera así"

- Vete mamá, estaré bien –Tampoco podía hacerle daño a mi madre

- Cuando quieras hablar sabes que estaré aquí –No respondí

Me quedé dormida y desperté casi a las 3:00 pm, gracias a mi móvil que no paraba de timbrar, miré la pantalla y el número de Roger estaba a la vista. Lo agregué enseguida.

- Hola –Dije intentando no sonar como estaba

- Hola pequeña Jess ¿Vas a cumplir tu palabra? –Apreté los ojos

- Me siento un poco enferma...

- Vale ¿Todo bien? –Comencé a sollozar

- No, sácame de aquí.

- En cinco minutos estoy por ti –Colgó

Me levante y me di una rápida ducha, unos jeans desgastados, converse y una sudadera enorme, sólo quería alejarme de la casa.

- ¿A dónde vas Jessica? –Se interpuso en mi camino mi madre

- Afuera –Dije sin ganas de hablar

- Frank vendrá a cenar, debes llegar, le he dicho que estarás –"Me importa un carajo"

- Si –Pasé a su costado y tomando mis llaves de la mesita salí, Roger ya estaba estacionado al frente

Querido PsicólogoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora