VEINTISIETE

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Dos meses después del incidente del fin de semana en la montaña, no volví a ver a Frank, mi madre si mantenía contacto, pero a mí no me respondía correos, mensajes o llamadas, parecía que había muerto para él. Supe por ella que estaba en algún lugar de Argentina, tomándose un descanso de todo, los pacientes quedamos a cargo de una psicóloga amiga suya que al final del primer mes me dio de alta.

- Apresúrate Jess que vamos tarde –Presionó mi madre mientras yo bajaba lentamente las escaleras

- ¿Y esa sonrisa? –Dije mirándola comer sin borrar su cara de felicidad

- Nada, hoy es un buen día –Sonrió aún más grande

- Bien por ti –Susurré logrando no ser escuchada

Desayune como rayo y fuimos corriendo al auto para que me llevara a la escuela. Se detuvo en la esquina, como siempre y más los viernes infestados de padres y choferes llevando chicos.

- Que tengas un hermoso día Jess –Sonreí

- Gracias –Como si pudiera tenerlo, habiendo estudiado casi nada para el examen de Capobianco

Mi móvil vibró y no pude evitar mirar de inmediato la pantalla.

[LULA]

LULA: Llegas tarde chaparra

JESSICA: Estoy en el patio principal, llego en 1 minuto

LULA: Te veo, corre que ya entró la profe

Nada más leerlo emprendí una carrera maratónica, llegué jadeante al salón, en un segundo piso. Me senté junto a Luciana y miré el móvil esperando señales de vida del estúpido psicólogo.

- Sigues ida –Dijo Luciana al finalizar la clase

- ¿Qué? No, estoy bien –Miré el móvil por centésima vez en 40 minutos

- Sabes que puedes confiar en mi ¿Vale? –Me abrazó

- Gracias Lu, creo que debo llorar –Dije apretándola contra mí

- ¿Pero qué sucede? –Sentí una mano sobre mi hombro

- ¿Todo bien? –Preguntó Roger

- Si, todo –Sonreí, las lágrimas aún no corrían

- Fin de semana en casa de Clara, terminaron de remodelar la alberca y sus padres se fueron de viaje, ambas están invitadas –Me sorprendía que Clara no me hubiera dicho nada

- No me dijo nada...

- Es cosa de Gabriel, pero le dije esta mañana a Lucre y me dijo que te avisara porque ella estaba en exámenes y ya sabes que se pone intensa –Asentí

- Vale, si nos dan permiso ahí nos vemos –Revolvió mi cabello y corrió en dirección a su clase

- Dime ¿Qué te sucede? –Luciana recordó lo que hablábamos antes de Roger

- ¿Vendrás a la cosa que dijo? –Me hice la desentendida

- Sólo si me cuentas de qué va tu casi llanto –Agaché la cabeza

- Soy una boba, hay un tipo y creo que siento cosas por él, pero él no por mí y ya –Miró en dirección a donde había desaparecido Roger, era mejor que pensara que todo era sobre él

- Pues es un pendejo, cretino al que sólo le importa su estúpida imagen de inalcanzable –Justamente creyó que el tipo era Roger

- Vayamos a clase...

Querido PsicólogoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora