TREINTA Y UNO

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- Jessica Valladares, manos en alto –Me interceptó Roger camino a mi última clase del viernes

- Rodrigo ¿Qué hay? –Dije posando mis manos en la parte baja de sus pectorales, mi estatura no me ayudaba mucho

- No me manosees en público por favor –Dijo haciendo una mueca graciosa

- Estás hablándome en la escuela –Susurré

- Si, un poco ¿Quieres venir conmigo a una tocada mañana, fuera de la ciudad? –"¿En serio está invitándome?"– Conmigo, mi hermana y Clara –Agregó ante mi desconcierto

- ¿Muy lejos? Las cosas no andan bien con mi madre y ya sabes –Rodé los ojos

- Es en la playa –"Joder"

- Uy no, me va a mandar al carajo...

- Nos vamos en avión, son dos horas Jess –Lo pensé

- Corre Valladares que Capobianco ya viene –Apareció Luciana para jalarme por el brazo

- Te llamo cuando termine la clase –Alcancé a gritarle a Roger

Toda la clase de Alessandro Capobianco estuvimos en silencio, disfrutando su precioso acento y Luciana perdida en todo lo que ese hombre hacía.

- Entonces, les recuerdo, el trabajo de investigación es para dentro de dos semanas –Tomó su maletín y caminó a la salida– ¡Ah! Olvide decirles que el taller de piano, luego de un mes, no me culpen, está oficialmente abierto y pueden inscribirse con –Miró a cada persona dentro del salón, como eligiendo a alguien– Con Mester –Luciana reaccionó mirando a todos lados– Sólo hay una Mester, señorita Mester –Se burló Capobianco– En fin, se registran con ella y lamento esto pero nada más hay 10 lugares

Nada más poner pie afuera, casi todo el grupo rodeó a Luciana alegando que querían entrar al taller y la volvieron un poco loca.

- Compañeros, compañeros por favor, me asfixian. Miren, somos casi todo el grupo los que queremos el taller, déjenme halar con el profesor para encontrarle una solución a esto, ya que no tengo idea de a cuales 10 anotar ¿Vale? –Muchos se quejaron pero tuvieron que aguantar porque ella no estaba dispuesta a ceder– ¿Quieres entrar? –Me preguntó cuando ya caminábamos solas

- Pues si, pero el resto del grupo también, esperemos a ver que dice Capobianco –Respondí

- Diga lo que diga tienes tu lugar porque te quiero –Reímos

- Oye, Roger tiene una tocada a 2 horas de aquí, me invitó ¿Quieres venir? –Asintió

- Si, pero debo avisar a mi casa –Tomó su teléfono y yo el mío

- Hola mamá –Dije esperando que estuviera más relajada

- Estoy ocupada ¿Qué necesitas? –Para nada estaba mejor

- Me voy a quedar en casa de papá hasta el domingo, iré a sacar mi ropa.

- ¿De nuevo es aviso? –Estaba dolida

- ¿Puedo ir a casa de papá el fin de semana? –Corregí

- Como quieras –Colgó

Miré a Luciana y estaba sonriendo mientras hablaba, me pregunté si se sentiría mejor no tener mamá a todo lo que estaba sucediéndome.

- Me dijo que si.

- Es todo el fin de semana en la playa –Dije sonriendo como "Me faltó ese detalle"

- Hija de la... Tal vez mejor no vaya, la verdad es que nunca salgo por tanto tiempo –Pasé una mano por su cintura

- No seas aguafiestas, sólo sígueme –Elevé las cejas haciéndola reír

Querido PsicólogoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora