- ¡Llegué! –Grité en la puerta, ya se había hecho costumbre
- ¿Quieres cenar? –Apareció mi madre enseguida
- Comí demasiado con Lu –Dejé caer mi mochila en el pasillo
- No hagas eso por favor, llévala arriba –Rodé los ojos cuando no miraba y la levanté de mala gana
- ¿El castigo a terminado? –Dije a media escalera
- Si prometes ser responsable y no volver a salirte de la escuela –Parecía regaño a chica de primaria
- No haré nada que atente contra tu imagen de buena madre –Bromeé
- Eso espero –Era la primera vez desde hacía tiempo que se reía de una de mis bromas
Subí a mi habitación y boté la mochila en el suelo, miré unos segundos por la ventana y luego decidí bajar para ir preparando a mi madre sobre la fiesta de Lucre el fin de semana que estaba a dos días.
- ¿Cocinas? –Estaba de espaldas a mí
- Si –Se escuchaba extraña, me acerqué un poco y vi como se limpiaba las lágrimas
- ¿Todo bien?
- Excelente, sabes que odio la cebolla –Me quedé parada junto a ella
- Ma, no sabes mentir –Insistí
- Problemas en el trabajo, no tiene importancia –Decidí dejarlo así
- Yo pico la cebolla por ti –Dije quitándole el cuchillo de las manos
- ¿Por qué tan amable?
- Ma...
- Llegó Frank –Dijo luego de escuchar el sonido del auto
- Anda a abrir, lo mío no tiene importancia –Dije molesta luego de que saliera en dirección a la puerta
- Apenas comenzaba a cocinar –Escuché que le dijo mi madre
- Te ayudo –Ofreció amable
- Llegó temprano Jess –Comentó mi madre cuando entraron a la cocina
- ¿En qué puedo ayudar? –Preguntó él
- Dejé una bolsa en el auto, ya vuelvo, Jess dile a Frank en qué puede ayudar por favor –No dejó que ninguno de nosotros fuera por la bolsa
- ¿En qué te ayudo? –Preguntó mordiendo una manzana
- Le pediría que se fuera pero sería muy obvio ¿No? –Sacó aire
- ¿Por qué no hacemos una tregua? Firmemos la paz –Me carcajeé
- ¿Usted cree que esto va a quedarse así Richter? Aún le falta pagarme la mierda que me hizo pasar –Estábamos frente a frente y con mi índice señalaba muy cerca de su rostro
- Deja de hacer eso –Tomó fuerte mi muñeca causándome un poco de dolor– Olvidémoslo
- ¿Qué tenemos que olvidar? –Preguntó mi madre avisándonos que estaba cerca
- La cebolla, soy el peor con la cebolla –Contestó él rápidamente mientras tomaba cualquier cosa para aparentar que hacía algo
- Puedes ayudar sacando la bandeja del horno –Le pidió mi madre– Oye Jess ¿Tú no estabas diciéndome algo antes de que Frank llegara? –Bonita hora para acordarse de mí
- Que el sábado vamos a celebrar el cumpleaños de Lucre en su casa...
- Si, su mamá ya me había pedido dejarte ir, también estaba muy molesta con Rodrigo por la fuga –Eso no parecía la respuesta que yo esperaba
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Querido Psicólogo
RomansaUnos padres separados, una adolescente caprichosa que se aprovecha de la situación y un psicólogo de experiencia. Una combinación que parece común en la actualidad y que a lo más que puede llevar es a una reconciliación padres-hija. Sin embargo Jess...