Querido Psicólogo

CUATRO

- Estúpido –Apenas articulé

- Cállate imbécil –Le ordenó Clara, al fin actuaba como mi amiga– No sabes nada Gabriel, únicamente lo que dice la gente boba que cree conocer la vida de los demás

- Ya perdón, no creí que fuera tan sensible el tema –Dijo al parecer disculpándose en serio

- Eres un tonto –Rodó los ojos su hermana– ¿Entonces? –Dirigió la pregunta a mí

- Después te digo –Dije llevándome un rollo a la boca

- Mira Jess, ya sé que no soy nadie y que en pocas palabras me detestas pero me siento con la obligación de soltarlo, no creo que sea correcto que sigas con algo así, el hombre te lleva 10 años y eres menor de edad, si llegan a comprobar que tuvo relaciones contigo no lo sacas de la cárcel ni rezándole a 10 santos –Lo sabía, eran palabras repetidas por cualquier persona que sentía la confianza de hacerlo

- Lo sé pero no me ha forzado a nada...

- No importa, de hecho tuvo suerte de que la escuela no lo demandara y aún más suerte de que convencieras a tu padre de dejar las cosas hasta ahí –Asentí, también lo sabía y no deseaba poner en riesgo a Lucas por ningún motivo

- Ya cuéntanos, Gabriel podrá ser imbécil pero no dice nada –Los miré desconfiada

- Lo prometo por el Dios del sushi –Dijo el muy torpe aligerando el ambiente con un par de carcajadas

- No ha sido nada, una llamada y ya. Preguntar cómo va todo y es todo, incluso me ha contado por mensajes que tiene pareja –No podía dejar que se dieran cuenta de que era mentira

- ¿Entonces por qué lo llamaste "tu novio" el otro día? –Clara sí que pensaba las cosas

- ¿Qué querías? Me dijiste que le gustaba a tu hermano y tú sabes la situación con esas declaraciones mejor que nadie –Rodó los ojos creyéndome o al menos eso parecía

- Vamos a dejar las cosas claras, no me gustas, bueno si pero no para algo formal, simplemente tú sabes –Lo miré mal

- Ese no es el punto, a mí me importa un carajo que lo único que quieras conmigo sea sexo ¿Ok? No me interesa tener nada contigo –Levanto las manos en señal de rendición

- Ya sé que es lo que me gusta de ti...

- Ya Gabo –Soltó Clara al ver mi cara

- No importa ya –Me llevé las manos a la cara para limpiar mis ojos que estaban a punto de escurrir

Terminamos el sushi y fuimos en busca de nuestras madres. Ya conoces la típica escena de un par de amigas preguntando a sus hijos sobre qué tal había estado la cena y esas cosas.

- Nos vemos después –Se despidió mi madre de la mamá de Clara

Hicimos un revoltijo de despedidas unos de otros y mi madre y yo caminamos hasta su auto.

- Que carita –Dijo luego de unos minutos de avanzar en silencio

- Perdón, es quizá que necesito dormir –Sonreí

- O tal vez la terapia te dejo un poco sensible –Asentí

- Debe ser eso, el doctor me dio unos panfletos y papeles sobre universidades y carreras ¿Mamá te das cuenta de que aún no comienzo la prepa? –Se rio