Adele
Un fuerte dolor. Un dolor desgarrador.
-¡Adele!- gritó Simon.
Abrí los ojos de golpe. ¿En dónde estoy? Me pregunté. Detallé todo el lugar, parece conocido. La puerta se abrió y mi hija entro rápidamente, tiene su pijama puesta y carga un bolso sobre su hombro, me parece conocido, es... ¡Es la pañalera de Peanut!
-Mami- dijo Victoria mientras se acercaba. –Tenemos que ir al hospital, Peanut ya quiere nacer.
¿De qué me está hablando? No entiendo nada, Peanut ya nació y es niña. ¿Acaso no se lo han dicho?
-Dell, mi amor- volví a escuchar la voz de Simon y lo volteé a ver. -¡Amor, reacciona!- se acercó y me tomó entre sus brazos. Un dolor insoportable recorrió mi cintura y espalda.
-¡Ah!- un grito escandaloso salió de mi garganta y llevé mis manos a mi vientre. Me sorprendí al sentirlo tan abultado y pesado. -¡Simon, me duele!
-Tranquila cariño, todo estará bien- dijo y le hizo una seña a mi hija que no comprendí. Victoria salió de la habitación a toda prisa y nosotros tras ella. Al salir de la habitación me di cuenta que estoy en casa ¡En mi casa! ¿Pero qué demonios hago aquí? se supone que estaba en el hospital.
-¡Aaaahh!- sostuve mi vientre y Simon acelero su paso, el dolor era insoportable. No sé qué está pasando. -¡Simon... la bebé!- dije apretando su brazo.
-¿Cuál bebé?- dijo viéndome confundido.
-Simon, la bebé... nuestra bebé- respondí agitada. -¡Ya nació!
-Amor, tranquila tranquila, no entiendo de que hablas- dijo mientras me subía a la parte trasera de la camioneta, Victoria me tomó entre sus brazos mientras me veía preocupada.
-Hija- dije y ella me miró atenta. -Tú hermana... ¿En dónde está tu hermana?- pregunté y ella frunció el ceño.
-¿Cuál hermana? Yo no tengo ninguna hermana- respondió confundida. -¡Papá, creo que mamá esta delirando!
-¡Vamos al hospital!- gritó Simon y encendió la camioneta. Cerré los ojos y apreté el sillón al sentir otro dolor desgarrador recorrer mi cuerpo.
Sentía el sudor en mi frente, el dolor era simplemente insoportable y seguía sin entender que estaba pasando. Yo estaba en el hospital y mi hijo que resulto siendo hija ya nació.
-¿Hace cuanto se le rompió la fuente?- preguntó alguien que no sabía si quiera quien era. Sentía mis ojos pesados y el dolor en aumento.
-Hace media hora- dijo Simon agitado. Esa voz la reconocería en cualquier lugar.
Abrí los ojos y pude ver un techo blanco pasar rápidamente ante mis ojos, sentí como tomaban mi mano y la apretaban.
-Simon- susurré. –Ayúdame... no entiendo que pasa.
-Adele, aquí estoy mi amor, Peanut se adelanto- volteé a verlo y tenia puesto un tapabocas y una bata. Estaba a punto de llorar por el dolor y por la impotencia de seguir sin entender que estaba pasando.
-¡Ya está en labor!- gritó otra voz conocida, la de mi ginecólogo. – ¡Adele! ¡Adele mírame!- dijo y con dificultad lo hice, una luz naranja invadió mis vista y cerré los ojos de inmediato. – ¡Adele, tienes que reaccionar, tu bebé va a nacer! Traigan una toalla y agua fría ¡Ahora!- pocos segundos después sentí algo helado en mi frente y cuello. De repente todo se volvió más claro, estoy en el hospital y los dolores se deben a que mi bebé no ha nacido, pero... pero la bebé ¡No no! no hay ninguna bebé, todo fue un sueño.
-Tiene diez de dilatación- dijo otro doctor saliendo de entre mis piernas. Ni siquiera sabía que estaba ahí.
-Adele ¿Qué fue lo que hiciste?- preguntó mi ginecólogo. –Estas muy adormecida ¿Tomaste algo para conciliar el sueño?- asentí y él negó con la cabeza. –Eso lo explica todo.
-¡Puedo ver la cabeza!- dijo el otro doctor.
-Muy bien Adele, llego la hora respira por favor- dijo mi ginecólogo y obedecí. -¡Puja!- ordenó y así lo hice, puje con todas mis fuerzas.
-¡Vamos cariño, tu puedes!- dijo Simon apretando mi mano con fuerza.
-¡Una vez más!- dijo mi ginecólogo y lo volví a hacer, puje con todas las fuerzas que me quedaban. Y entonces escuché un llanto, un fuerte llanto mezclarse con mi grito, el llanto de un bebé. Me deje caer en la camilla completamente agotada.
-Lo hiciste Adele ¡Lo hiciste!- dijo Simon y sentí un alivio recorrer mi cuerpo. -¡Peanut está aquí, nuestro hijo ya nació!
Sentí como lo colocaban en mi pecho y abrí los ojos, su llanto ceso en ese instante, mis manos lo abrazaron y lo pegué más a mi cuerpo.
-Peanut- murmuré y acaricié su pequeña mejilla, mis manos temblaban. Con la ayuda de Simon me senté y acurruqué a mi bebé entre mis brazos.
Mi hijo, mi hermoso hijo ya está en este mundo.
...
¡Primer Capítulo!
Espero les guste, con todo mi amor para ustedes.
Gracias Siempre❤