-¡Acepto!- dije finalmente. -¡Acepto irme de gira!- Jonathan me miró más que satisfecho y Victoria de lo más emocionada. Ahora fue ella quién me suplicó hasta las lágrimas que aceptara, ve la gira como una oportunidad de conocer el mundo y así es.
-¡Gracias mami!- dijo lanzándose a mis brazos, la abracé y acaricié su cabello. -¡Sera maravillosooo!
Jonathan sonreía mientras organizaba unas carpetas. El lanzamiento de mi nuevo álbum será en una semana y la gira iniciara en un mes. Esto es un nuevo reto para mí, le temo a audiencias grandes, pero con el apoyo de mis hijos, de mi equipo y espero el de Simon, todo saldrá perfecto.
-¿Mami, te imaginas cuando estemos en Estados Unidos? ¡Muero por conocer Miami!- su sonrisa era hermosa, me alegraba verla tan emocionada.
Acaricié la pequeña nariz de Peanut al ver como cerraba sus ojitos mientras lo alimentaba. Íbamos camino a casa después de un largo día en el estudio. Sentí mi teléfono vibrar en mi abrigo y con la mano que tenia libre lo saqué, me sorprendí al ver que tenia veinticinco llamadas perdidas de Simon y más de treinta mensajes. Pensé en devolverle la llamada, pero preferí esperar a llegar a casa, de igual manera estábamos a unas cuantas calles.
-¿Quieres algo de cenar?- preguntó Victoria tomando a Angelo entre sus brazos mientras yo buscaba las llaves.
-No mi amor gracias- dije dándole paso. –Ahora solo quiero dormir.
-Es necesario mami, fue un día cansad...
-¡¿Dónde mierdas estabas?!- gritó Simon desde el recibidor haciéndome exaltar. El llanto de Angelo no tardo en escucharse. -¡¿Por qué no contestas mis malditas llamadas?!
Miré a Victoria y su rostro mostraba sorpresa, miedo y confusión total. La abracé de lado y caminé con ella ignorando a Simon. Angelo lloraba cada vez más fuerte.
-¡¿Te hice una pregunta Adele!?- gritó nuevamente. -¡¿Quién te crees para ignorarme!?- me detuve de inmediato y me giré para quedar frente a él.
-Victoria ve a tu habitación- ordené pero ella no se movió ni un centímetro, me giré y tome su rostro entre mis manos. –Todo está bien cariño, por favor ve a tu habitación y calma a Angelo, subo en un momento- la miré con suplica y ella obedeció.
Simon me tomó de un brazo apretándolo con fuerza. Me miraba enojado, la furia estaba en sus ojos al igual que en los míos, ¿Cómo se atrevía a gritarme de esa forma? Y lo peor ¡Delante de nuestros hijos!
-¡Suéltame Simon!- forcejee con él hasta que lo hizo. -¿Qué te pasa?
-¡¿En dónde estabas?!
-En la disquera terminando de grabar mi álbum.
-¡Ja... tu álbum! ¡Estabas perdiendo el tiempo más bien!- gritó y lo miré sorprendida.
-¡¿Quién te crees Simon Koneck...
-¡Cállate! ¡Te llamé veinticinco veces Adele!.. Claro, pero como mi tiempo no es el tuyo.
-¡No escuché el teléfono Simon!.. Cada quien tiene libertad, no me estoy entrometiendo en tus asuntos. Primero es tu tiempo y tú veras en que lo empleas al igual que yo.
-¡Que comprensiva Adele, gracias por eso!- dijo con ironía y lo miré fulminante.
-¡Vete a la mierda Simon!- grité llena de rabia. -¡No sé lo que te está pasando, pero tú no eres mi esposo, no de esta forma!
-¿No soy tu esposo?- dijo rentándome con la mirada. Se acercó más a mí y me acorralo entre su cuerpo y la pared.
-¡No! ¡No eres mi esposo! ¡No se en quien te convertiste de la noche a la mañana!- puse mis manos en sus hombros tratando de alejarlo pero era inútil, es mucho más fuete que yo.
-¡Te voy a demostrar que si lo soy!- dijo y embistió mis labios con fuerza, movía los suyos desesperadamente mientras yo me resistía y trataba de alejarme. -¡Bésame!- gritó y mordió mi cuello haciéndome gritar también.
-¡Simon detente!- dije al borde del llanto. Sus manos estaban bajo mi blusa apretando mi cintura con fuerza. -¡Simon me lastimas!
-¡Maldita sea quédate quieta!- inmovilizó mis brazos y volvió a besarme, no le correspondí, estaba petrificada. -¡Que me beses!- golpeó mis brazos con los suyos en la pared. Dejé que me besara y en medio del beso mordí su labio tan fuerte provocando que sangrara. Se alejó de mí maldiciendo en voz baja mientras tocaba su labio.
Me alejé también de él y corrí a las escaleras. Sin querer tropecé con la alfombra y caí al suelo lo cual le dio oportunidad de alcanzarme.
-Simon por favor- roge al sentirlo sobre mí. –Amor por favor, mírame- tomé su rostro entre mis manos. –Tú no eres así- su mirada estaba un poco perdida y su cuerpo temblaba sobre el mío.
-¿Adele...?- me miró y toco mi rostro con delicadeza.
-Sí barboncito, soy yo- dije en un susurro.
-¡Alice!- su mirada se oscureció.
-¿Por qué mencionas a la puta esa?- grité y de un solo empujón lo quité de mi cuerpo.
-¡Alice! ¡Alice! ¡Alice! ¡Alice!- repetía una y otra vez, tomaba su cabello desesperado y golpeaba con fuerza su frente. Lo miré asustada, no sabía qué hacer. Me arrodille a su lado y traté de inmovilizar sus manos para que no se lastimara más. -¡Alice!- gritó con fuerza y me alejé.
-¿Qué pasa con Alice, Simon?- lo tomé de la mano para ayudarlo a levantar, seguía temblando.
-Ella... ella- miraba todo a su alrededor y de un momento a otro empezó a llorar. Yo estaba más que asustada. -¡Adele me va a matar!- sollozo. -¡Nunca me va a perdonar!
-¿Simon que sucedió? ¿Qué le hiciste a Adele?- pregunté con un nudo en la garganta, parecía que él no sabía quién era yo en estos momentos.
-¡La engañe! ¡La engañe! ¡Tuve sexo con Alice!
Gritó Simon desesperado y mi corazón cayó al suelo hecho mil pedazos.
...
¡Capítulo 17!
Gracias Siempre
❤
