Adele despertó con los ojos hichados y con la cabeza dándole vueltas. Había llorado gran parte de la noche, su corazón y alma dolían. Después de los gritos de Simon la noche anterior decidió irse a dormir a la habitación de su pequeño Angelo, pensó en dormir con su hija pero prefirió no indisponerla con su llanto, ella se preocuparía y no quería que se enterara de la actitud de su padre. La noche se le hizo eterna, las horas parecían no correr. Pensaba en la razón por la cual su esposo se había comportando de esa forma, entendía que su trabajo lo dejaba exhausto y ahora aún más por el cargo que asumió, pero así mismo eso no le daba el derecho de portarse como un patán cuando ella solo se estaba preocupando por él.-Buenos días mami- dice Victoria en un susurro entrando a la habitación. Angelo sigue dormido al lado de su madre.
-Hola cariño- responde Adele sentándose en la cama, hace una pequeña coleta en su cabello y le indica a su hija que se siente a su lado.
-¿Estás bien mamá?- le pregunta preocupada mirando su rostro. -¿Por qué dormiste aquí?.. ¿Lloraste?
-No es nada mi amor, solo tengo alergia- dice sin mirarla. - Dormí aquí para no despertar a tu papá con mis estornudos escandalosos- sonríe triste tratando de contener las lagrimas que amenazaban con salir de sus bellos ojos verdes.
-¿Segura?- cuestiona Victoria. Conoce perfectamente a su madre y sabe que algo no esta bien.
-Sí mi amor, segura- contesta cargando a su hijo, había despertado y empezaba a llorar.
Minutos después se encuentra sentada en la mecedora alimentando a su bebé mientras su hija le ayuda a organizar toda la habitación. Escucha el sonido de la puerta principal y mira el reloj de su muñeca. Ocho quince de la mañana. Suspira conteniendo nuevamente su llanto, Simon era quién había salido de casa, se había ido sin despedirse de ella ni de sus hijos.
-¿Todo esta bien entre papá y tú?- pregunta Victoria acercándose.
-Necesito que estés lista en una hora, debo estar en la disquera antes de las diez- acomoda a Peanut sobre su pecho para sacarle los gases ignorando la pregunta de su hija. Ella solo asiente y salé de la habitación de su hermano.
Después de un baño Angelo queda profundamente dormido. Adele aprovecha ese tiempo para alistarse, un nuevo día en su trabajo la espera. Entra a su habitación y como es costumbre ve la cama revuelta y la ropa de Simon en el suelo del baño, la levanta y la deja en la cesta de la ropa pendiente por lavar. Se desnuda y entra a la regadera, sus lagrimas se confunden con el agua tibia que cae sobre su rostro. No entendía porque estaba tan afectada, muchas veces había discutido con Simon, pero antes era fuerte y esa era la diferencia, ya no era la misma mujer fuerte de hace algunos años, ahora solo era una mujer completamente enamorada de su esposo. Lo amaba con todo su corazón.
...
-Hola barboncito- saluda Alice a Simon y le entrega el vaso con café que sostiene en sus manos. Le sonríe dulcemente cuando él deja un beso sobre sus labios. Él se da la vuelta y ella limpia sus labios. -Te ves algo tensionado, cariño ¿problemas en casa?- pregunta descaradamente.
-Adele... - responde él mientras se quita su saco y lo deja en el espaldar de su silla.
-¿Qué te hizo?- se sienta sobre las piernas de él y juega con los botones de su camisa.
-Durmió en otra habitación- acaricia sus muslos descubiertos.
- ¿Para que volviste con ella barboncito?.. Tu y yo pudimos ser muy felices- lo besa con pasión y él le corresponde de inmediato.
-Alice... lo nuestro fue hace muchos años, estaba divorciado de Adele en ese entonces. Además tu me engañaste.
-!Shhh! No hay que recordar esos detalles- susurra sobre sus labios. -Te lo expliqué, me dejé llevar por los tragos.
-Esa no es una excusa Alice, yo te quería.
-¿Ah si?- levanta una ceja. -Tanto me querías que mientras me hacías el amor susurrabas el nombre de la estúpida esa. Siempre fue Adele.- sus palabras salen con odio, recuerda como él siempre la comparaba con esa mujer que le causa repulsión.
Simon y Alice se conocieron meses después de que él se divorciara de Adele. La vio una noche en un bar que frecuentaba, con un vestido rojo mientras tomaba una copa de Champán. Una mujer hermosa se dijo, aunque solitaria al igual que él. Se acerco a ella y entre otras copas de Champán compartieron sus vidas. Duraron varios años juntos, todos estos inadvertidos puesto que nunca permitió que ni su hija ni nadie se enteraran de la relación que tenía con ella. Una noche en el mismo bar Alice abuso de los tragos y mientras Simon se ausento un momento, ella besó a más de un hombre, con lo que ella no contaba era con que él se había dado cuenta de todo. Su relación acabo y pasaron años sin saber el uno del otro. Él encuentro en el hospital cuando Victoria enfermó fue algo inesperado, ambos decidieron ignorarse, pero Alice al ver que Simon estaba nuevamente con esa mujer que fue un impedimento para que él la amara juró que haría hasta lo imposible para dañar su relación.
-Siempre supiste que seguía enamorado de Adele, así me aceptaste. No es momento de reclamos- habla Simon fuerte.
-Lo se barboncito, no te enojes- lo besa nuevamente y se acomoda entre sus piernas. –Hazme el amor aunque pienses en esa. Quiero que me hagas tuya nuevamente.
-"Esa" es mi esposa- la toma de las piernas y la sube al escritorio, levanta su vestido y hace a un lado su ropa interior.
-Como sea. Esa. Adele. Tu esposa, da igual- abre sus piernas y le rodea la cintura con estas. Lo observa atenta mientras él desabrocha su pantalón y se pone un preservativo que acaba de sacar del buró. –Tan precavido como siempr...
Alice grita fuerte al sentirlo entrar en ella sin piedad alguna.
...
¡Capítulo 15!
Gracias Siempre mis niñas
❤